Economía
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¿Podrán China e India aguantar el golpe?
Hedelberto López Blanch
Aporrea
Los atisbos de recesión que vive la economía estadounidense con crisis
inmobiliaria, disminución del empleo, baja del consumo, enormes déficit fiscales
y comerciales, altos precios internacionales del petróleo y depresión del dólar
inclinan a otras naciones a pensar que China e India podrían aguantar el golpe
que sufriría la economía mundial si la crisis se profundiza.
En conjunto China e India tienen una población aproximada de 2 400 millones de
personas lo que representa el 40% de la población mundial y un Producto Interno
Bruto conjunto de 4 430 billones de dólares, muy por debajo de los 13 700
billones de Estados Unidos.
Además, el crecimiento la economía estadounidense está basada en un 70% en el
consumo desmedido, no como la de China que se fundamenta mayormente en las
inversiones e India en la subcontratación de servicios a los países
industrializados.
Estos datos indican que pese a China crecer en los últimos años a un ritmo
promedio de 10% e India a 8%, sus sistemas económicos no podrían asimilar los
abultados índices de consumo norteamericano a la par que se verían afectados en
sus exportaciones de productos y servicios hacia el gigante del Norte de
producirse una crisis.
Las exportaciones representan el 25% del PIB chino y un reciente informe del
Banco Monetario Internacional (FMI) fijaba en una reducción de 0,5% del PIB de
la nación asiática por cada punto de disminución del aporte del consumo interno
al PIB de Estados Unidos.
El gran boom económico chino se ha afincado en la profusión de la inversión
extranjera donde numerosas empresas transnacionales han trasladado una parte
importante de sus producciones tanto textiles, madereras, efectos
electrodomésticos, electrónicas, químicas y otras debido al bajo costo de la
mano de obra que abaratan enormemente el costo de los productos.
Situación similar ocurrió con la India donde existe una abundante fuerza
profesional conocedora de las tecnologías avanzadas y que ha permitido el
desarrollo de en la prestación de esos servicios, tanto dentro como fuera de la
nación.
Los analistas aseguran que luego de tres años de euforia, las autoridades, los
economistas y las organizaciones internacionales esperan una desaceleración del
crecimiento de la India hasta 2009, a causa del alza continua de su moneda
oficial (la rupia), las tasas de interés elevadas, el alza de las materias
primas, una baja del consumo y un retraso crónico en el sector de la
infraestructura.
El primer ministro, Manmohan Singh reconoció a principios de año que la economía
india no está "totalmente inmunizada" contra los riesgos de contagio de la
crisis de los créditos hipotecarios de riesgo en Estados Unidos, pero el
gobierno aún espera obtener tasas de crecimiento alto.
Tanto en China como en la India, existen aun cientos de millones de personas que
subsisten con un dólar diario a pesar de los esfuerzos que hacen sus gobiernos
para sacar a la mayoría de los ciudadanos de la pobreza lo cual resulta difícil
remediar en pocos años. Por tanto los niveles de consumo no pueden ser
abundantes.
Una recesión en Estados Unidos conllevaría a la par un riesgo para la economía
china, pues iniciaría a corto plazo una fuerte baja de sus exportaciones, a
largo plazo, reduciría el volumen de capital extranjero que llega constantemente
a China e impulsa su desarrollo económico.
Ese es uno de los factores fundamentales por los que Beijing, a pesar de poseer
reservas por 1.3 billones de dólares y de ese monto, 900 000 millones se
encuentran en títulos y bonos del Tesoro estadounidense, no se ha lanzado a
cambiarlas por otras divisas.
Los continuos y acelerados del déficit fiscales y comerciales norteamericanos
han afectado, entre otros aspectos el valor del billete verde y no es
descabellado pensar que en algún momento, China decida iniciar un cambio gradual
en la composición de sus reservas.
Los efectos sería impredecible no solo para Estados Unidos, sino para China, el
resto del mundo, y sobre todo las naciones más pobres que verían aumentar los
precios de todos los productos alimenticios y de los combustibles al desplomarse
aún más el valor del dólar.
Por el momento resulta claro y evidente que ni China ni India podrán amortiguar
el golpe demoledor que representaría una recesión estadounidense para el mundo.
Mientras tanto el juego de ajedrez se sigue complicando por la obstinación
estadounidense de continuar su desmedido sistema de consumo con enormes déficit
comerciales y fiscales, aumento de deuda pública y sus guerras de rapiña por el
mundo. Esperemos las próximas movidas pues el juego esta sumamente complicado.