COMPAÑERAS
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Letras con sangre
Sandra Chaher
Artemisa
Noticias
Fabiola Calvo Ocampo dejó Colombia hace más de veinte años para exiliarse en
España. Allí se desarrolló como periodista, y colaboró en la formación de redes
de periodistas sensibles al género a uno y otro lado del Atlántico. De vuelta en
Colombia desde fines del 2007, está abocada a la construcción del proceso
político y social renovando su compromiso con la comunicación horizontal.
Dicen que en Colombia hay más muertos que vivos. Que los espíritus se huelen por
las calles, que andan soplando murmullos.
A esta tierra volvió Fabiola Calvo Ocampo después de más de veinte años de
exilio en España. Lo hizo porque la muerte de uno de sus hijos la partió más en
dos de lo que ya estaba, porque sus otros hijos migran sin pausa a uno y otro
lado del Atlántico, y también porque quería y quizá ya era tiempo.
En Colombia había dejado tres hermanos asesinados, dos por tener vínculos
políticos con la guerrilla, y uno por ser hermano de los otros. Al poco tiempo
de llegar, en marzo de este año, le mataron a un sobrino cuando salía de
trabajar.
Y ella sigue sonriendo, haciendo sonar la carcajada ruidosa, alegre, en medio de
la tristeza del relato. Volvió a Colombia con una mano atrás y otra adelante,
retomando el oficio de periodista independiente que cultivó en España.
Hace unos meses que trabaja en la Alcaldía de Bogotá, en el área de medios de
comunicación de la Subsecretaría de la Mujer, Género y Diversidad Sexual.
Durante una breve visita que hizo a Buenos Aires, contó el derrotero de Colombia
y el suyo propio en el reencuentro con su tierra de sangre y fuego.
- ¿Cómo se aborda en un país como Colombia, en el que conviven muchos tipos
de violencia, la violencia específica de género?
- Trabajamos sobre los derechos de las mujeres, y no de la mujer, porque tenemos
mucha diversidad entre nuestras mujeres. En Colombia hay muchas violencias, pero
en Bogotá específicamente tenemos bastante violencia doméstica, que sería en
verdad de género. Otro tipo de violencia que se ve mucho en Bogotá es la que
proviene del conflicto armado que hace que lleguen muchas mujeres desplazadas,
la mayoría cabezas de familia. Y también aumentó el embarazo adolescente. El
problema que tenemos es que el gobierno central destina muchos fondos públicos
para la guerra, y entonces escasean las políticas sociales.
Movimiento social y político en Colombia
- ¿Cómo está el movimiento social, y en particular las organizaciones de
mujeres, en medio del conflicto armado?
- El movimiento social está muy atomizado. Y el movimiento de mujeres está
trabajando y protagonizando mucho. Hay mucha articulación de redes. Está la Ruta
del Pacífico, una organización que trabaja en red con el movimiento de mujeres
con el objetivo de lograr la paz con visión de género.
- Dentro del movimiento de mujeres, ¿es unánime el compromiso con la paz?
- Si.
- Con tu experiencia política, y después de haber vivido tantos años fuera,
¿cómo ves hoy el proceso político de Colombia?
- Es un país muy distinto al que dejé… Con una Constitución nueva, la anterior
había durado ciento y pico de años. Ésta es del ’91 y es una Constitución de
reconciliación porque en ella participaron organizaciones armadas que dejaron
las armas. Esta Constitución marca un avance político y democrático, y devuelve
derechos a la ciudadanía, como el derecho a modificar la misma Constitución.
Antes, la soberanía no la tenía el pueblo. Pero a la par de este proceso, hay un
movimiento que pretende voltear la Constitución: hoy Uribe quiere tener los tres
poderes del Estado bajo su control. Tiene al Ejecutivo, mayoría en el
Parlamento, y está con problemas con la Corte Suprema porque quiere reformar la
justicia. A la vez es un presidente con mucho apoyo popular. Me da vergüenza
decirlo, pero obtuvo el 90% de apoyo en una encuesta reciente. Sin embargo, está
muy cuestionado por el posible vínculo con paramilitares, que todavía no se le
pudo probar. El país está muy polarizado.
- Pero si Uribe tiene el apoyo del 90% de la población, no hay tanta
polarización.
- Sucede que la sociedad colombiana está muy permeada por el dinero fácil y a la
vez cansada de la guerra. Y como a Uribe no se le logra demostrar nada, y él
asume el rol de padre, funciona en la gente el imaginario de la paz, porque
además el gobierno tiene el apoyo total de los medios de comunicación.
- ¿Cuál es la percepción cotidiana que tiene la gente del conflicto armado?
- Lo cotidiano no da sensación de inseguridad. Estados Unidos apoyó mucho al
gobierno con el Plan Colombia, militarizó a la sociedad, logró minar la
capacidad militar de las FARC, y eso da seguridad.
- ¿Qué tipo de gobierno podría hacer Ingrid Betancourt?
- Ella dijo que podría presentarse como candidata presidencial en el 2010. Tiene
buena imagen y no se le puede quitar el mérito de ser una mujer con coraje. Lo
demás es un enigma. No escuché de ella ninguna propuesta vinculada a género, y
hay que tener en cuenta que salió de la selva con una religiosidad importante.
Redes de periodistas
- Desde tu vuelta a Colombia, avanzaste en el armado de una red de
periodistas con enfoque de género. ¿Cómo está ese proceso?
- Hay un equipo trabajando, que cuenta con mujeres con experiencia y mujeres
jóvenes. Somos muchas en Bogotá y está empezando a haber en otras ciudades. Hay
que pensar que nunca hubo en Colombia una red de este tipo. En el 2004, todavía
viviendo en España, empecé los contactos con periodistas pero no hubo quién
siguiera el proceso. De estos proyectos hay que enamorarse y apasionarse. Así
que todo quedó quieto hasta que presenté en Oviedo, el año pasado, durante el II
Encuentro Internacional de la Red Internacional de Periodistas con Visión de
Género, la propuesta para que se hiciera en Colombia el III Encuentro
Internacional de la red. Volví a Colombia en diciembre del 2007 y retomé el
armado de la red, ahora con el apoyo de FECOLPER (Federación Colombiana de
Periodistas). Estuvimos trabajando en la difusión de los acuerdos de la red
internacional y la red española, que es un proceso que conozco de cerca. Además
empezamos a hacer una investigación sobre la situación de las mujeres
periodistas en Bogotá que queremos extender a otras zonas.
- ¿Están pensando en una red sólo de mujeres periodistas, o invitarán a
varones?
- Por ahora somos mujeres periodistas. Creemos que una forma de trabajar para
este colectivo es primero empoderarlas. Tomaremos el modelo de la red de mujeres
periodistas del estado español.
- Durante el 2009 está previsto que Colombia sea sede del III Encuentro
Internacional de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género
(RIPVG).
- Si, se hará en noviembre del 2009. Ya formamos en ese sentido una comisión en
la que participamos periodistas afiliadas a FECOLPER y mujeres periodistas que
estamos trabajando en forma independiente.
- ¿Qué espíritu tendrá este tercer encuentro?
- Creo que habría que pensar en un encuentro con tiempo suficiente para discutir
hacia dónde va la red. Yo creo que la RIPVG debería transformarse en un
referente internacional por la incidencia política que logre, y debería trabajar
sobre la vulneración de los derechos humanos de las periodistas en sus ámbitos
laborales, el lenguaje no sexista, y la situación de las mujeres periodistas en
países en conflicto. Esto último también está vinculado a que el encuentro se
realice en Colombia: yo creo que la RIPVG tiene que conectarse con la realidad
del país que la acoge cada dos años, en esta dirección vamos a construir el
temario del III encuentro.