COMPAÑERAS
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Abuso Sexual infantil. Recursos prácticos de detección y prevención
Roberto Arribere
Abogado especialista en bioética.
Artemisa
Noticias
Éste es el título del libro y el cuadernillo de cuentos para edad preescolar
y primaria básica, cuyo objetivo es ofrecer a educadores primarios herramientas
para enseñar habilidades sociales y de protección desde lo conceptual y la
praxis, en contra de situaciones de abuso y explotación sexual. Los autores de
''Abuso Sexual infantil. Recursos prácticos de detección y prevención''
(Colección didáctica), Olga y Rodolfo Marega presentarán el libro el próximo 12
de octubre en la Feria del Libro de Tandil. Ofrecemos aquí un adelanto.
Prólogo
La sexualidad humana es uno de los aspectos socio culturales de los seres
humanos que mayores polémicas suscita desde la antigüedad y que, tal como
entonces, es también hoy uno de los que menos se conoce fehacientemte ya que
sólo se accede a ella mediante una praxis empírica basada más en un sistema de
información popular propio del imaginario de los protagonistas que en una
formación científica.
La sexualidad es una cuestión propia de la esencia de la persona humana,
presente desde los primeros tiempos del desarrollo de la especie, que expresa
todo lo que es un ser humano y cómo se presenta ante el mundo en su forma de
pensar, de sentir, de mostrarse y de actuar; en un marco que que vas más alla de
la genitalidad biológica.
Su estudio desde lo científico ha acompañado el desarrollo del conocimiento
desde la más natural ignorancia, pasando por etapas en que el oscurantismo
lo sumió en el pecado y la condena, hasta fines del Siglo XIX,
comienzos del Siglo XX, en que la atención que Sigmund Freud presta a la
sexualidad como factor primordial en la construcción y el desenvolvimiento de la
personalidad del Hombre hace que la cuestión se instale definitivamente en ese
ámbito.
Ello no ha sido así en lo social, donde aún hoy todo lo relacionado a la
sexualidad y al sexo, especialmente al sexo no reproductivo, continúa siendo
mirado por amplios sectores de marcada radicalización ideológica y confesional
como algo sucio, obsceno y procaz, cuando no pecaminoso, propio de quienes
se dedican al comercio sexual.
Sin embargo, algunas manifestaciones sociales propias de lo que se ha llamado el
post modernismo, entre las que se encuentran los ''destapes'' de los años 60 de
siglo pasado y la introducción de los anticonceptivos orales para la mujer,
entre otras expresiones, han introducido rotundamente los temas de la sexualidad
como materia que socialmente requiere de conocimientos específicos,
adecuados a la trascendencia que la misma tiene en los colectivos sociales
actuales, para el normal desarrollo que los diversos estamentos que los componen
habrán de tener en este aspecto.
En nuestro país, la sanción en el orden nacional de la ley de creación del
Programa Nacional de Educación Sexual Integral en el ámbito del Ministerio de
Educación, Ciencia y Tecnología, con la finalidad de cumplir en los
establecimientos educativos referidos en el artículo 1º de la Ley Nº 25.673 que
instituyó el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, así
como de diversas Convenciones Internacionales incorporadas a nuestra
Constitución por su art. 75 inc. 22., estableció la enseñanza obligatoria de la
Educación Sexual en todos los establecimientos educativos públicos de gestión
estatal o privada, desde el nivel inicial hasta el nivel superior de formación
docente y de educación técnica no universitaria.
Esta ley 26.150 prescribe además la obligatoriedad para dichos establecimientos
de abrir para docentes y padres espacios de formación cuya finalidades son: a)
Ampliar la información sobre aspectos biológicos, fisiológicos, genéticos,
psicológicos, éticos, jurídicos y pedagógicos en relación con la sexualidad de
niños, niñas y adolescentes; b) Promover la comprensión y el acompañamiento en
la maduración afectiva del niño, niña y adolescente ayudándolo a formar su
sexualidad y preparándolo para entablar relaciones interpersonales positivas; c)
Vincular más estrechamente la escuela y la familia para el logro de los
objetivos del programa.
Como ya lo dijimos hablar sobre sexualidad nunca ha sido fácil, dadas las
múltiples deformaciones culturales basadas en prejuicios que, sobre sus
conceptos, han caído a lo largo del tiempo y menos lo será ahora cuando la
mira principal de la enseñanza de la misma está puesta en los niños y
adolescentes, a quienes se pretende trasmitir conocimientos científicos
enraizados en la realidad socio cultural que corresponda a cada comunidad
educativa ayudándolos a formar su sexualidad y preparándolos para entablar
relaciones interpersonales positivas.
Entre las normas a cuyo cumplimiento tiende la ley se encuentra la CONVENCION
SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO que considera que éste debe estar plenamente
preparado para una vida independiente en sociedad y educado en los ideales
proclamados en la Carta de las Naciones Unidas y particularmente en un espíritu
de paz, dignidad, tolerancia y libertad, entre otros.
Es por ello entonces que determina concretamente que las medidas en
relación a los niños, cualquiera sea la instancia o grado en que ellas se
adopten, deberán atender el interés superior del niño, criterio axial de toda
política educativa que se adopte.
Para atender entonces a su educación sexual, no serán suficientes criterios
dogmáticos ni ideológicos que restrinjan la información ni la cabal educación de
los niños, ni tampoco de los adolescentes, en lo que haga a su sexualidad ni a
su salud sexual como etapas previas y preventivas, ya que mediante ellas podrán
ejercer su sexualidad de manera informada y formada, libre y responsable, con
los conocimientos necesarios para evitar consecuencias no deseadas.
Es acá entonces donde la presente obra de la doctora Olga Beatriz Marega y del
psicólogo social Rodolfo Marega adquiere una dimensión singular dada la especial
versación de sus autores, en medicina ginecológica y sexología por parte
de la primera, tanto como en criterios psico pedagógicos que faciliten la labor
docente aportados por su hermano.
Se trata de un trabajo dirigido a los padres y docentes, con una sólida
fundamentación científica destinada a desterrar mitos y creencias propias del
imaginario social, sostenidos mediante la política del ''de eso no se habla, ni
se dice, ni se toca''. El tono coloquial, amable y sincero con que la doctora
Marega transmite al lector sus conocimientos de sexología, particularmente
comprometidos en la imprescindible capacitación que facilite la labor conjunta
de padres y maestros para la adecuada transmisión de los mismos a los
niños, y aún a los adolescentes, se complementa con la interconexión entre la
subjetividad y lo sistémico, y los recursos didácticos para docentes que el
psicólogo social Marega aporta mediante cuentos e ilustraciones destinadas a
facilitar la comprensión de los más pequeños tanto como de los mayores.
Sus explicaciones allanan así el tránsito de lo abstracto del conocimiento a lo
práctico de una información que debe adecuarse paulatinamente a los diversos
grados que muestra el desarrollo etario, físico y psíquico de quienes son sus
destinatarios.
Es para mí, como abogado y especialista en bioética, un orgullo el poder
prologar una obra indispensable para dar cumplimiento a una legislación
largamente postergada, dictada para desalojar la ignorancia en beneficio del
conocimiento por parte de los alumnos y aún de los padres y docentes, haciendo
efectivo con ello el superior interés de niños, niñas y adolescentes que podrán
de esa manera vivir en libertad, pero con responsabilidad, una sexualidad plena
y exenta de riesgos.