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Documento de la Campaña por el Derecho al Aborto
Campaña por el Derecho al Aborto Legal
"Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal
para no morir"
CAMPAÑA NACIONAL POR EL DERECHO AL ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO
"Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal
para no morir"
*¿Quienes somos?
Desde hace décadas mujeres feministas venimos poniendo en debate el tema del
aborto y las consecuencias de su status legal actual en la vida y la salud de
las mujeres. Hoy, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y
Gratuito es asumida por una amplia alianza a nivel nacional, que incluye más de
200 organizaciones, grupos y personalidades vinculadas al movimiento de mujeres,
organismos de derechos humanos, al ámbito académico y científico, trabajadores
de salud, sindicatos y diversos movimientos sociales y culturales, entre ellos
redes campesinas y de educación, organizaciones de desocupados, de fábricas
recuperadas, grupos estudiantiles y religiosos. Organizaciones y personalidades
que asumimos un compromiso con la integralidad de los derechos humanos, y
defendemos el derecho al aborto como una causa justa para recuperar la dignidad
de las mujeres y con ellas, la de todos los seres humanos.
*¿en que nos basamos y qué proponemos?
En la integralidad, interdependencia e indivisibilidad de los derechos
sexuales y reproductivos. Las organizaciones de este gran arco de alianzas
queremos que los derechos sexuales y los derechos reproductivos sean reconocidos
como derechos básicos de todas las personas. Para eso, es necesario garantizar
el acceso universal a los servicios públicos que los sostienen. Nuestro lema
–así como nuestro trabajo de años– es integral: "educación sexual para
decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir". Esto
implica realizar modificaciones en los sistemas de Educación, Salud y Justicia,
y también, por supuesto, profundos cambios culturales.
Proponemos despenalizar y legalizar el aborto para que las mujeres que
decidan interrumpir un embarazo tengan atención segura y gratuita en los
hospitales públicos y obras sociales de todo el país.
Al mismo tiempo, exigimos la inmediata la reglamentación de la atención
humanizada del post-aborto, y la efectiva atención a mujeres y niñas que deciden
abortar en los casos en que peligra su vida y su salud o ante situaciones de
violación, que el artículo 86 del Código Penal ya exime de pena.
Despenalizar el aborto significa: Que deje de ser un delito tipificado en
el Código Penal. Esto contribuiría a que las mujeres que recurren a esta
práctica no sean sancionadas legal, moral y socialmente, y tampoco quienes las
han ayudado. Solo debieran castigarse por ley los abortos realizados contra la
voluntad de la mujer.
Apoyar la despenalización del aborto significa que las decisiones reproductivas
pertenecen a la conciencia (de la mujer o la pareja), y no al Estado o a las
Iglesias.
Es reconocer que no hay una única manera válida de enfrentar el dilema ético que
supone un embarazo no deseado.
Es reconocer la dignidad, la plena autoridad, la capacidad y el derecho de las
mujeres para resolver estos dilemas y dirigir sus vidas. Es aceptar honestamente
y sin hipocresías que una gran proporción de hijos que se tienen por obligación,
luego son maltratados o abandonados. La maternidad debe ser una decisión de las
mujeres.
Pero esto no alcanza.... Por eso apoyamos la Legalización del aborto:
Significa modificar leyes, pero sobre todo diseñar y ejecutar políticas
públicas para que el aborto sea realizado en hospitales públicos y obras
sociales de manera segura y gratuita para quienes no tienen otra cobertura de
salud, como parte de las diversas prestaciones que deben asegurar el derecho a
la salud integral de las mujeres.
La legalización del aborto no obliga a ninguna mujer a practicarlo, pero sí
exige del Estado garantizar las opciones, el acompañamiento y la calidad de
atención a mujeres y niñas que atraviesan estas decisiones.
La defensa del derecho al aborto es una causa justa en razón de su contenido
democrático y de justicia social, que asegura el goce de los derechos humanos a
las mujeres hoy privadas de ellos.
Trabajar por el derecho al aborto es razón de justicia social, es
reconocer que en el contexto latinoamericano, sumido en la pobreza y en la
desigualdad social, son las mujeres pobres quienes sufren o mueren por abortos
realizados en clandestinidad, excluidas también de otros bienes culturales y
materiales.
Es necesaria la redistribución de las riquezas con equidad de género, para
lograr un mundo en el que todas y todos estemos verdaderamente incluidos.
La ilegalidad del aborto da lugar a prácticas diferenciadas según la
condición socioeconómica de la mujer y a la falta de información. Mientras que
las de los sectores mejor ubicados social y económicamente acuden en forma
privada a profesionales idóneos, las pertenecientes a las franjas más pobres
sólo tienen acceso a procedimientos caseros o de baja calidad, y por lo tanto,
riesgosos para su salud y su vida. No queremos ni una sola muerte más por
abortos clandestinos, máxime cuando fuentes estadísticas del Ministerio de
Salud de la Nación afirman que el 70% de las muertes por gestación son
totalmente evitables.
Garantizar servicios de aborto legal, seguro y gratuito, se fundamenta
en una razón de salud pública: la gran cantidad de abortos que se producen a
diario con graves secuelas y daños para las mujeres que acuden a ésta practica,
y que podrían evitarse si estuvieran garantizados servicios integrales para
mujeres y niñas. Según estimaciones del INDEC, el 37 % de los embarazos que se
registran en el país terminan en aborto. De ellos, cerca del 15% corresponde a
adolescentes menores de 20 años. Sabemos que la clandestinidad del aborto no
impide su realización, solamente aumenta los riesgos y atenta contra la dignidad
de las mujeres y de toda la sociedad. Por el contrario, numerosos estudios
muestran lo contrario: la legalización del aborto los hace disminuir, en la
medida en que suele estar acompañado de otras políticas públicas en el mismo
sentido de vigencia del derecho a la vida de las mujeres. En Argentina hay 20
veces más muertes por aborto que en los países que lo han legalizado. En
razón de la defensa de los Derechos Humanos, el derecho al aborto seguro
supone el reconocimiento de los derechos sexuales y los derechos reproductivos
como parte sustancial interdependiente e indivisible de aquellos. Por lo tanto,
exigen el mismo grado de garantías del Estado para que se efectivicen en
simultaneidad con los demás derechos humanos: civiles, políticos, culturales,
económicos y sociales.
La Plataforma de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo de El
Cairo (1994) en el párrafo 8.25 señala: "En los casos en que el aborto no es
contrario a la ley, los abortos deben realizarse en condiciones adecuadas. En
todos los casos, las mujeres deberían tener acceso a servicios de calidad para
tratar las complicaciones derivadas de abortos. Se deberían ofrecer con
prontitud servicios de planificación de la familia, educación y asesoramiento
post aborto que ayuden también a evitar la repetición de los abortos". Por su
parte, la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, el
Desarrollo y la Paz, (Beijing, 1995), agrega, la recomendación de reducir el
recurso al aborto mediante la prestación de más amplios y mejores servicios de
planificación familiar y la de revisar las leyes que prevén medidas punitivas
contra las mujeres que han tenido abortos ilegales.
Trabajar por el derecho al aborto supone ampliar la democracia, dado que
garantizar este derecho implica escuchar a las afectadas por una sociedad
patriarcal que limita, vulnera y subordina al 52% de la población. No pocas
mujeres son sometidas por la fuerza, por sus compañeros o maridos, en la
intimidad de sus camas. Una verdadera democracia debe atender nuestra salud,
nuestra vida y nuestras decisiones frente al dilema de un embarazo no deseado.
Atender las necesidades y opciones reproductivas aliviaría la pesada carga que
significa enfrentar la maternidad en soledad y el aborto en la clandestinidad.
No se puede obligar a la ab-negación –negación de sí misma–, al sacrificio, a
sanciones jurídicas o morales a una mujer, cuando evalúa a conciencia, en un
contexto determinado, su imposibilidad de continuar un embarazo. Obligarla a
seguir adelante, asumiendo una maternidad que no ha elegido, significa
considerarla un mero objeto, una incubadora al servicio de la reproducción, sin
su consentimiento.
Nos inspira la necesidad de un estado laico: las directivas de las
iglesias no pueden ni deben ser colocadas por encima del derecho a la libre
decisión de las personas, inclusive cuando esas decisiones se vinculan a la
sexualidad o reproducción humana. Necesitamos un Estado que no imponga reglas
desde una teología moral, y que ejecute políticas públicas para habitantes de
distintas creencias religiosas, o para quienes no las tienen. Necesitamos
políticas públicas para todas y todos en el respeto por la democracia, la
pluralidad y la legítima diversidad que supone un estado que descansa en la
soberanía popular y no en un poder emanado de arriba, que legisla en nombre de
Dios y de lo "supuestamente sagrado". Ni las iglesias, ni el estado, ni la
corporación médica, puede sustituir a las mujeres en una decisión personalísima,
forzándonos a tomar cada embarazo que no se pudo evitar –por las razones que
fueren– como un destino único e inevitable. Queremos que se garanticen medios
para cumplir con nuestro derecho a decidir sobre el curso de nuestras vidas. Es
un requisito imprescindible el sostenimiento de un estado laico, que posibilite
la libertad de decidir, la libertad religiosa y el pluralismo.
Quienes con distintas creencias y cosmovisiones, estamos en esta Campaña,
sabemos que la mejor forma de garantizar la libertad religiosa y de cultos es el
amparo de un estado laico.
*¿Por qué estamos en campaña?
-Desde hace veinte años miles de mujeres de distintas extracciones y provincias
de Argentina nos congregamos anualmente en los Encuentros Nacionales de Mujeres,
espacio visible del movimiento de mujeres en nuestro país.
En Rosario (2003) y en Mendoza (2004), frente al intento de los sectores
conservadores de la iglesia católica y a instancias de su jerarquía, que intenta
obturar los debates, se radicaliza y unifica la demanda por el derecho al aborto
legal y seguro. Esta reivindicación se sostiene y consolida en distintos
espacios del movimiento social, de los cuales surge un claro mandato de las
20.000 mujeres congregadas.
-En febrero de este año, las declaraciones del Ministro de Salud de la Nación a
favor de la despenalización del aborto, como clara respuesta a la gravedad
sanitaria que implica su clandestinidad, y la maldición fascista emitida por el
Obispo Baseotto, habilitan un contexto político favorable para el debate sobre
la despenalización y legalización. Este enfrentamiento del gobierno con la
iglesia, que vinculó un tema tan sensible como las desapariciones forzadas de
personas durante la dictadura, con la cuestión del aborto, ha provocado un
acercamiento del movimiento por los derechos humanos a nuestra problemática y a
nuestras reivindicaciones.
Todo el trabajo de acumulación histórica que venimos realizando, con las
distintas acciones de cada sector involucrado, lo hemos articulado bajo una
campaña que nos dé fuerza, visibilidad y concreción de objetivos, para
posicionarnos en el debate como interlocutoras válidas y dialogar con el poder
legislativo, judicial y ejecutivo, los movimientos sociales, los partidos
políticos, los efectores de salud, las universidades.
La Campaña, se ha propuesto en esta primera etapa, la recolección de firmas a
favor de despenalizar y legalizar el aborto. Fue lanzada en cada provincia el 28
de mayo, Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, asumiendo
distintas modalidades de intervención en el ámbito público y comunitario,
académico, de salud, y finalizará con una marcha federal hacia el Congreso de la
Nación el 25 de Noviembre, Día de Acción Contra Toda Violencia Hacia la Mujer.
Tiene distintas expresiones y particularidades regionales, aspirando a sumar a
movimientos y personalidades comprometidas con los derechos humanos y otras
luchas populares.
La Campaña recolecta firmas y organiza distintas acciones culturales como
modo de:
-Visibilizar el problema de la práctica del aborto en condiciones de ilegalidad
y ofrecer la oportunidad de que hombres y mujeres se pronuncien al respecto
-Poner en juego nuestra convicción y nuestra capacidad de trabajo para
garantizar que se cumplan nuestros derechos
-Instalar eficazmente nuestras demandas y sostener el tema en la agenda pública
-Elaborar un proyecto de ley que despenalice y legalice el aborto en todo el
territorio nacional, debatiendo los puntos centrales que deben ser garantizados
por el Estado.
-Presionar para lograr su tratamiento y aprobación en los organismos
legislativos, responsables de modificar el status legal del aborto.
-Que se cumplan sin dilación las disposiciones legales vigentes sobre abortos no
punibles y la atención humanizada del parto y el post-aborto. Este aspecto de la
legislación debe ser garantizado e implementado por el Ministerio de Salud y
Ambiente en cumplimiento del Compromiso para la Disminución de la Mortalidad
Materna firmado en octubre de 2004.
¿Como sumarse?
Si tu organización acuerda con éstos, o parte de estos objetivos y postulados,
ya sos parte de la campaña!!!
Podés acercarte o escribir a alguna de las personas referentes nacionales para
incorporar la adhesión de tu grupo, ser activa en la recolección de firmas y
demás actividades que se vienen desarrollando.
Puntos de contacto de la Campaña:
e-mail: legalizacionaborto@yahoo.com.ar
web: www.derechoalaborto.org.ar
Ciudad autónoma de Buenos Aires y Gran Buenos Aires:
Dora Coledesky: coledesky_fanjul@yahoo.com.ar – (011) 4692 4257
Martha Rosenberg: foroddrr@netizen.com.ar – (011) 4804 9824
Mabel Bianco: feim@ciudad.com.ar – (011 4804 9824
María José Lubertino: acdh@netizen.com.ar - (011)1541831078- 48314235- 48132654
Estela Díaz: mujeres@cta.org.ar 4300-5835/5175 interno 47 - (0221) 155 224 003
Cecilia Lipszyc: cecilial@arnet.com.ar - ( 011) 154.175-0007
Zulema Palma: mujoeste@lvd.com.ar ; zop@lvd.com.ar - (011) 4489-3330
Ciudad de Rosario: Mabel Gabarra: mgindeso@uolsinectis.com.ar - (0341)
440 23 69
Ciudad de Córdoba:
Marta Alanís: cddcba@arnet.com.ar ; malanis@coop5.com.ar - (0351) 422 9104
Ciudad de Santiago del Estero:
Silvia Borsellino: silborse@hotmail.com - (0385) 156885265
Ciudad de Neuquén:
Ruth Zurbriggen: libertaria@ciudad.com.ar (0299) 4462037
Ciudad de Mendoza:
Claudia Anzorena sumatemendoza@yahoo.com.ar . (0261)-156616491 y 4204650