El 6to. Encuentro Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres, se inauguró en Lima, el pasado 2 de julio, con una ceremonia de apertura que combinó manifestaciones culturales, -música, baile, teatro, espiritualidad indígena- e intervenciones políticas.
Myriam Nobre de Brasil, haciendo referencia a la marcha contra el Tratado de Libre Comercio convocada por las peruanas para el 4 frente a la Embajada de EE.UU., se preguntó si era coincidencia que a todas las reuniones adonde va, participa en marchas, o si no será un signo que el mundo está sublevado.
Con ello, señaló la urgencia de una nueva generación política, no sólo integrada por jóvenes sino por nuevas formas de hacer política. "Es hora compañeras -dijo- de empezar a desalambrar y de radicalizar nuestra resistencia".
Una delegada de Guatemala señaló que después de 10 años de la firma de los acuerdos de paz, EE.UU. está reforzando su control político, militar y económico en su país.  Hizo un llamado a desmontar el negocio militar.  Otra delegada, de Turquía, señaló que el militarismo es la expresión más violenta del patriarcado.  Señaló que EE.UU. exporta una visión militarista y legislación antiterrorista.  Enfatizó en la diferencia entre terrorismo y lucha de los pueblos.
Asimismo planteó la necesidad de organizar Tribunales para denunciar el militarismo de George W. Bush.
Mujer y trabajo En los siguientes días, prosiguieron los debates sobre temas como paz, desmilitarización, violencia, prostitución y trabajo.
El debate sobre Mujer y Trabajo, realizado el día 6, fue introducido por Wilhelmina Trout, representante de Sudáfrica y miembro del Comité internacional de la MMM.  Ella destacó que en un mundo globalizado, donde domina el modelo económico neoliberal capitalista, el sentido del trabajo ha cambiado. Lo que domina es la búsqueda de beneficios, hecho que se refleja en los puestos de empleo.  Las mujeres se ubican en las tareas menos cualificadas; ocupan puestos de trabajo poco remunerados, precarios, a los cuales no se vincula ningún derecho social, como el trabajo doméstico. "Este sistema es inhumano", enfatizó, y es violento.  Tres mil millones de personas viven en la pobreza.
Trout resaltó la necesidad de buscar alternativas económicas, como lo propone la Carta Mundial de las Mujeres para la Humanidad, y de organizar a las trabajadoras y los trabajadores del sector informal.
En el intercambio se evidenciaron dos posiciones.  Una es la de los países desarrollados, como Canadá, que pone énfasis en mejoras de ingresos o sueldos. Las mujeres de países del sur, en cambio, señalaron que en las últimas décadas, se ha producido un proceso de empobrecimiento y de desindustrialización, y ha aumentado el desempleo.  Tan es así que ahora lo que existe son comités de mujeres desocupadas y casi no hay sindicatos.   Por lo tanto, se dijo que hablar de sueldos no viene al caso en el Sur, si no hay mujeres empleadas; lo que hace falta son propuestas para cambiar el modelo económico e ir construyendo otro, con equidad y que incluya a las mujeres.
A través del intercambio, se llegó a un acuerdo en plantear alternativas económicas de otro modelo incluyente; pero también defender mejoras de los ingresos para las mujeres y equidad en este ingreso; pues se vio importante buscar alianzas entre las mujeres sin empleo y aquellas que están empleadas.  Se planteó además la problemática de las trabajadoras migrantes y la necesidad de acciones para exigir sus derechos.
Otro acuerdo del 6to Encuentro fue la definición de la nueva sede de la Marcha Mundial de las Mujeres, que será Brasil.
Desde los inicios de la MMM, la sede ha estado en Montreal, Canadá, pero había ya la decisión de que debe pasar a un país del Sur.  Brasil quedó designado luego de que Malí retiró su candidatura.
* Más información sobre el encuentro en www.movimientos.org.   

Fuente: lafogata.org