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Dia internacional de la mujer: 96 años despues
Indymedia
El 8 de marzo de 1909, 129 trabajadoras de la textil Cotton de Nueva York fueron
quemadas vivas por la patronal dentro de la fábrica que mantenían ocupada en
demanda de jornadas laborales de 10 horas, aumento salarial y descanso
dominical. Un año después, el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas
declara al 8 de marzo como día de la mujer trabajadora. Un siglo más tarde, la
explotación capitalista es tan salvaje como era entonces, el avance de las
grandes corporaciones y los fundamentalismos se da en todo el mundo, las
represiones son igual de brutales y los aparatos represivos siguen usando la
violencia sexual como método de tortura. También las luchas de la mujeres contra
la explotación del capitalismo y la opresión del patriarcado, siguen siendo tan
heroicas como las que iniciaron el siglo pasado.
En la vieja Europa, el continente al que nos sugieren mirar como paradigma de
prosperidad económica y equidad social y de género, se está discutiendo una
constitución que vulnera derechos laborales conquistados durante décadas de
lucha. Los empresarios rechazan contratar mujeres en edad fértil o las despiden
para evitar el periodo de maternidad. En una muestra del espacio que el capital
europeo nos reserva a las mujeres, esa constitución incluye la palabra mujer
sólo cuatro veces y la palabra trabajadora una sola vez. Derechos fundamentales
ganados por las mujeres en los países europeos pasan a ser principios generales,
mientras que se reconocen convenios con la iglesia católica que, como siempre,
perpetúan el desprecio de ésta por las mujeres, por nuestra dignidad y nuestra
libertad.
Las Mujeres en Latinoamérica
En Latinoamérica, la avanzada no es una constitución continental sino el ALCA
(Area de Libre Comercio de las América) que Estados Unidos pretende imponer a
toda la región o los TLC, tratados de libre comercio bilaterales, a los que
recurre cuando las negociaciones colectivas se complican. Las mujeres de los
países andinos, reunidas en Guayaquil en octubre de 2004 para oponerse a los TLC,
hablan por todas nosotras cuando dicen 'Nuestra experiencia específica con el
modelo neoliberal, nuestra situación como actoras económicas en persistente
desventaja, como ciudadanas con derechos pendientes, nos alertan sobre los
impactos que se ciernen sobre las mujeres con este Tratado, que se promociona
con engañosas ofertas de ampliación de mercados'. Las mujeres de los países
andinos alertaban: 'Se impone como válido el modelo 'maquila', que es uno de
sistemática violación de derechos laborales y humanos de las mujeres.'
En estas 'industrias' de ensamblaje de partes que importan todos los insumos que
utilizan, no existen derechos laborales de ningún tipo y la explotación es
suprema; las mujeres son trasladadas de un país a otro como mano de obra barata
en la medida en que los empresarios buscan leyes laborales y ambientales menos
estrictas. El fenómeno de las maquilas se consolidó en la década neoliberal de
los 90 y hoy, países como México, tienen la cuarta parta de su mano de obra
industrial trabajando en las maquilas. También en México puede observarse un
feminicidio que el gobierno no se esfuerza por resolver: 500 mujeres asesinadas
en Ciudad Juárez desde 1993 en situaciones casi nunca esclarecidas, otras 1500
mujeres asesinadas en Chiapas y Veracruz en los últimos tres años. Pero México
no es el único país donde se permite le feminicidio ya que en Guatemala existen
350 casos de mujeres asesinadas en los últimos ocho años.
Mujeres Migrantes
Las migrantes, en todos los países, son uno de los grupos de mujeres más
expuestas a la explotación y la violencia. Las leyes del capitalismo que
permiten los movimientos del dinero pero no de las personas las dejan a merced
de la brutalidad de los funcionarios, especialmente policiales, no garantizan
sus derechos sino que promueven una verdadera cacería humana. Uno de los casos
más extremos de los controles 'fronterizos' son los que deben padecer
diariamente las mujeres palestinas que viven en territorio de la Autoridad
Nacional Palestina pero trabajan en territorio israelí, teniendo que soportar
todos los días diferentes humillaciones y peligros por parte de las fuerzas
armadas israelíes.
Luchadoras presas en Colombia
En Colombia, el gobierno de Uribe, alineado al gobierno Bush, criminaliza la
protesta y persigue a los luchadores populares tiene decenas de presas
políticas. Muchas de ellas se encuentran encarceladas junto a sus hijos. En a
cárcel de mujeres de Bogotá, El Buen Pastor, hay 55 presas acusadas de cargos
entre los que figuran rebelión y terrorismo. Tan sólo 29 de estas mujeres están
condenadas, 10 de ellas con penas entre 16 y 40 años, las restantes no tienen
condena pero siguen detenidas. Entre las presas está Luz Perly Córdoba,
presidenta de la Asociación Campesina de Arauca y dirigente de la federación
campesina FENSUAGRO. Fue detenida en febrero de 2004 luego de denunciar
internacionalmente las violaciones que sufren las comunidades rurales de
Colombia.
Luz, es madre soltera de dos hijos, y es un símbolo de la 'seguridad
democrática', el proceso de criminalización del conflicto social en Colombia,
donde se está persiguiendo a todo el movimiento campesino y donde se ha
encarcelado a miles de luchadores sociales, opositores y disidentes políticos.
En toda una vida de lucha, Luz, como tantas otras mujeres que desafiaron el
lugar asignado a la pasividad del hogar, debió enfrentar todo tipo de
violencias: en sus años de militancia en la Juventud Comunista fue torturada y
violada por miembros del ejército colombiano. Pero, también como tantas otras
mujeres, tantas luchadoras, tantas trabajadoras, tantas madres de desaparecidos,
tantas piqueteras, dice que a pesar de las persecuciones, 'no renunciaremos a
nuestra lucha y nuestros sueños, que hoy más que nunca tienen vigencia.'
Luchadoras presas en la Argentina
En Argentina, la situación es la misma: a pesar de los discursos, la situación
económica, la exclusión, la falta de empleo, salud, vivienda, educación, no se
ha modificado para el pueblo. La conflictividad social se mantiene, las luchas
sindicales, territoriales, de los desocupados, de los estudiantes, de los
campesinos y los pueblos originarios siguen tan firmes como siempre a pesar de
la criminalización de la protesta y la judicialización de los luchadores
populares.
El gobierno de Kirchner tiene a casi 5.000 luchadores procesados y al mayor
número de presos políticos durante un gobierno democrático. El protagonismo en
todas las luchas de las mujeres también hace que se las cuente por cientos entre
los procesados, que estén entre los presos políticos.
Presas de la Legislatura
Marcela Sanagua y Carmen Infrán permanecen presas en Ezeiza, junto a Margarita
Meira luego de la represión desatada contra la manifestación que el 16 de julio
de 2004. En esa movilización se reclamaba contra la sanción del nuevo Código
Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires que profundiza la criminalización
de la protesta y castiga directamente a quienes, excluidos de empleos dignos
necesitan del espacio publico para sobrevivir. Uno de los blancos de la nueva
legislación represiva son las mujeres y travestis en estado de prostitución,
tradicionalmente a merced de las extorsiones y abusos policiales.
Pero las mujeres en prostitución hace mucho que no se resignan a ser objetos y
se ponen de pie como sujetos para decir ¡basta! a tantos atropellos. Marcela,
que tiene una bebé, y Carmen son parte de AMMAR Capital, una organización que le
ha dado voz a mujeres a quienes sus voces les fueron negadas durante tanto
tiempo.
Presas de Caleta Olivia
Elsa Orozco, Sandra Marcela Constancio y Selva Sánchez son presas políticas y se
encuentran detenidas en la Provincia de Santa Cruz, desde el 3 de septiembre de
2004. Fueron detenidas luego de una feroz represión con golpes, disparos y
bombas lacrimógenas a la toma de la Playa de Tanques de la empresa Termap,
durante un reclamo piquetero por más puestos de trabajo genuino. Desde su lugar
de detención escribieron:
'Queremos dejar de manifiesto que nosotras, mujeres, madres y obreras, hoy
fuimos arrebatadas de nuestros hogares con una violencia inusitada, quedando
nuestros hijos desamparados, considerando el rol fundamental que cumple la madre
en la familia. Entonces más que el accionar de un gobierno antiobrero, que no
sabido generar puestos de trabajo genuino, sino agrandar la miseria y la pobreza
del pueblo argentino, mientras se abraza al imperialismo y regala nuestro
patrimonio. Siendo nosotras conscientes de esta política represiva que
desesperadamente trata de acallar nuestras voces, las voces del obrero,
privándonos de la libertad, es que estamos más convencidas que nunca que debemos
continuar en la lucha.'
Las tres son mujeres, trabajadoras y madres que salieron a luchar con el mismo
valor que tantas otras mujeres antes que ellas, con el valor que nos transmiten
a las demás, contra un orden injusto e inhumano.
Tortura, secuestro y represión
Carina Sauco, una trabajadora de 32 años, también de Santa Cruz fue una de las
víctimas de la violencia de las fuerzas represivas cuando el 1 de diciembre
Gendarmería y la policía provincial reprimieron a trabajadores desocupados que
reclamaban puestos de trabajo en la planta de la contratista petrolera Oil ONS,
en Las Heras. Carina fue detenida junto a otros manifestantes. Ella es esposa de
uno de los dirigentes de esa protesta y estaba embarazada de tres meses en ese
momento. En la comisaría de Las Heras fue torturada y molida a golpes: la
golpearon en la vagina y le hicieron presión con los bastones sobre la panza, la
golpearon hasta provocarle pérdidas que terminaron en la muerte del feto. Estuvo
incomunicada de su familia y sus cuatro hijos hasta dos días después de la
represión.
Durante la tortura y golpiza, los policías le reclamaban a Carina que les diera
información sobre su marido, que estaba prófugo. Una vez más se victimizó y
torturó a una mujer para afectar a sus seres queridos, para utilizarla como
fuente de información. Pero también, otras veces las mujeres son utilizadas como
forma de chantajear a sus familias, como forma de intimidar a los varones y de
sacarles información.
Algo así es lo que pasó en Neuquen a la esposa de uno de los trabajadores de
Zanon, fabrica recuperada por sus trabajadores desde hace tres años, fue
secuestrada y agredida el 4 de marzo de este año cuando salía de trabajar. Como
en la dictadura, la subieron a un Falcón verde para intimidarla, le dijeron que
sabían dónde trabajaban ella y dónde estaba su hijo. También le dijeron que el
mensaje era para los dirigentes del Sindicato Ceramista, quienes vienen
recibiendo amenazas. La golpearon y lastimaron en la cara, haciéndole cortes
mientras le decían que el sindicato se iba a llenar de sangre.
Desde la lucha de las trabajadoras de la textil Cotton en Nueva York pasaron 96
años. Algunas cosas cambiaron, muchas no. El capitalismo y el patriarcado
generan continuamente nuevas formas de explotación y opresión, algunas más
sutiles y otras más brutales. Las mujeres seguimos luchando, resistiendo,
creando y encontrando a pesar de todo motivos para la risa, esa poderosa risa de
las mujeres que le da otro sentido al mundo.