Compañeras
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Portugal
Victoria histórica
Alda Sousa
Corriente (a)lterna
La mayoría del electorado portugués (59’25 %) ha dicho "sí" a la legislación que
permite el aborto durante las diez primeras semanas del embarazo. Pese a la
fuerte abstención (66 %), este resultado representa una victoria fundamental con
respecto a los derechos de las mujeres.
"Badajoz se ha acabado! Bienvenidas al siglo XXI!" He aquí lo que gritaban las
jóvenes manifestantes portuguesas, la noche del 11 de febrero, tras el triunfo
del "sí" en el referéndum sobre la legalización del aborto. Pues, dada la
proximidad de la ciudad extremenña, era allí dónde numerosas mujeres portuguesas
iban a abortar.
Este referéndum era el segundo que se celebraba en Portugal sobre este tema. El
primero, en el año 1998, que se perdió por bien poco, se vivió como una dolorosa
derrota por parte del movimiento feminista y de la izquierda. A partir de
entonces, las mujeres que abortaban corrían el riesgo de verse condenadas a tres
años de prisión. Así, en octubre del 2001, diecisiete mujeres serían enjuiciadas
cerca de la ciudad de Oporto por el "crimen" de haber abortado. Este juicio, y
las movilizaciones que lo rodearan, ha contribuido poderosamente a una toma de
conciencia de todo el país sobre la realidad dramática de los abortos
clandestinos y la crueldad de la ley. Unos cuántos diputados y diputadas del
Partido Socialista y del Bloque de izquierdas, con el apoyo de feministas,
sindicalistas, de católicos de izquierdas y de intelectuales, lanzaron una
iniciativa para pedir un nuevo referéndum, que recogió 160.000 firmas. El
Parlamento se opuso. Pero, tras la victoria de los socialistas en las elecciones
legislativas de 2005, el nuevo Primer ministro, José Sòcrates, volvió a proponer
un nuevo referéndum. Contrariamente al Partido comunista, el Bloque de
izquierdas tomó posición a favor de la consulta, pese a los riesgos que
comportaba. No queríamos una simple modificación de la legislación vigente, que
pudiera echar atrás de aquí a unos años una nueva mayoría parlamentaria
conservadora.
La campaña ha sido muy activa. Ha habido centenares de debates a todo el país.
Los defensores del "no" han empleado todos los argumentos posibles: las mujeres
podrían dar en adopción los niños que no desearan, los fetos de menos de diez
meses quizás experimentaran un cierto padecimiento (una idea que contradicen las
investigaciones médicas sobre este extremo). Llegaron incluso a distribuir hojas
en las escuelas primarias. El campo del "no" estaba dividido entre los
extremistas que querían prohibir el aborto incluso a las mujeres que hubieran
sido víctimas de una violación, y aquellos sectores que, aun oponiéndose al
aborto, no querían que las mujeres fueran a la prisión y proponían como condena
la obligación de realizar determinados trabajos de interés general.
La campaña del Bloque de izquierdas ha sido muy potente. Se ha centrado sobre la
cuestión de los juicios y la necesidad de acabar con esta terrible humillación a
qué se veían sometidas las mujeres. Así pues, hemos obligado a los partidos
políticos y a las personalidades a tomar posición sobre el encarcelamiento de
las mujeres.
El resultado del referéndum no es vinculante, dado que menos de la mitad del
electorado ha ido a las urnas. Pero el Primer ministro ha reafirmado, tal y como
ya lo había anunciado en el decurso de la campaña, que si el "sí" resultaba
mayoritario, aun por un único voto, su gobierno procedería a modificar la ley.
Todos los partidos, excepto los demócratas cristianos, han considerado
igualmente que el electorado portugués había indicado con claridad su deseo de
un cambio. La primera etapa será lo suficiente sencilla: se trata de retirar el
artículo del código penal que considera el aborto como un crimen. La segunda
será más larga, porque hará falta modificar el sistema sanitario, tratar de
algunos puntos como por ejemplo el plazo de reflexión de las mujeres antes de
tomar una decisión definitiva, y el derecho de los médicos de acogerse a una
cláusula de conciencia.
Aunque sólo sea un primer empuje, hace falta lanzar la lucha por el derecho de
abortar gratuitamente en un establecimiento público. El resultado de este
referéndum representa una victoria histórica para las mujeres y para todas las
organizaciones que han luchado por los derechos de las mujeres.
* Militante feminista, integra el Bloque de Izquierdas.
Fuente: lafogata.org