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                                        CAMILO TORRES

El programa del cura Camilo

Reportaje de Adolfo Gilly
Semanario Marcha
Montevideo, 4 de junio 1965

Un verdadero cristiano debe colaborar con todos aquellos revolucionarios que se proponen cambiar las actuales estructuras sociales injustas y opresoras. Es ese cambio lo que caracteriza al mundo de hoy. Lo que ocurre en Colombia es parte de eso. Y lo que determina es la presi�n de abajo, tanto aqu� como en Vietnam. Por eso la intervenci�n norteamericana en Vietnam, que es un verdadero crimen, no va a poder imponerse por m�s armas que utilicen y por m�s gente que maten. Van a ser derrotados.

�Y t� dices que los cristianos deben tomar una posici�n definida, como tales, en esa lucha?

Claro, lo digo y lo repito. El cristiano, como tal, y si quiere serlo realmente y no s�lo de palabra, debe participar activamente en los cambios. La fe pasiva no basta para acercarse a Dios: es imprescindible la caridad. Y la caridad significa, concretamente, vivir el sentimiento de la fraternidad humana. Ese sentimiento se manifiesta hoy en los movimientos revolucionarios de los pueblos, en la necesidad de unir a los pa�ses d�biles y oprimidos para acabar con la explotaci�n, y en todo eso, nuestra posici�n est� claramente de este lado, y no del lado de los opresores. Por eso a veces, un poco en broma pero tambi�n bastante en serio, me pongo intransigente y le digo a mi gente: el cat�lico que no es revolucionario y no est� con los revolucionarios, est� en pecado mortal.

�Crees que ese proceso revolucionario lleva al socialismo?

Es indudable que marchamos hacia estructuras socialistas de la sociedad. Cosa diferente, para m�, es la concepci�n filos�fica del socialismo o del marxismo. Pero tambi�n es indudable que esos cambios s�lo dos fuerzas pueden dirigirlos, pues s�lo ellas dos poseen una concepci�n global del mundo: el cristianismo y el marxismo.

Y si la revoluci�n tiene una direcci�n marxista, �cu�l es tu posici�n?

Quiere decir que no hemos sido capaces nosotros de dar la direcci�n adecuada. En ese caso, nuestra tarea no es oponemos ciegamente, sino todo lo contrario, colaborar en los cambios revolucionarios y salvar en ellos los valores cristianos permanentes.

�Cu�l es el rasgo m�s importante de "la violencia", como la llama monse�or Guzm�n en su libro La violencia en Colombia?

Lo que se ha dado en llamar "la violencia", esa guerra civil difusa que ha reinado durante a�os en nuestro pa�s, es en el fondo un cambio de estructuras no organizado, emp�rico, no consciente. La estructura externa del pa�s sigue siendo la misma. Pero en todos estos a�os, quienes han cambiado son los campesinos, es decir, la gran mayor�a de la poblaci�n colombiana. Toma el ejemplo de las llamadas "rep�blicas independientes". De derecha y de izquierda, hay quienes niegan su existencia. La verdad es que no interesa el calificativo de "rep�blicas" o no. Pero s� que en esas regiones ha surgido un nuevo poder, paralelo al poder central, encarnado en los jefes guerrilleros apoyados por los campesinos, y todo esto ha generado una nueva actitud de los campesinos hacia todas las instituciones antes existentes: la propiedad, el Estado, la Iglesia, a las que ya no ven como partes inconmovibles de la existencia sino como sujetos de cambios posibles, en los cuales ellos sienten que tienen un papel creciente que desempe�ar.

�Y las guerrillas?

Las guerrillas en Colombia son mucho m�s que un problema policial o un problema pol�tico. Son un problema social que toca las ra�ces mismas del pa�s. Por eso no sirven las calificaciones morales para condenar la lucha guerrillera. Es lo mismo que el ej�rcito: no podemos aprobarlo o condenarlo con calificaciones morales abstractas. Hay que ver a qu� fines sirven unos y otros, guerrillas y ej�rcito. Cuando todos los canales de ascenso social parec�an cerrados para el campesinado y la estructura opresora de la sociedad colombiana inconmovible, las guerrillas vinieron a abrir. bien o mal, nuevos canales de ascenso, y a trav�s de su existencia decenas y cientos de miles de campesinos adquirieron conciencia de seres humanos capaces de decidir en la historia de Colombia, por primera vez. Quienes en nombre de la conservaci�n social condenan el fen�meno, deben antes explicar por qu� las viejas estructuras no pudieron satisfacer esa necesidad.

Las guerrillas crearon un poder nuevo, paralelo al poder estatal conservador-liberal, a trav�s del cual, por m�todos buenos o malos, pero impuestos por la necesidad y por la incapacidad de las clases dominantes para aceptar cambios ascendieron grandes masas campesinas en su seguridad en s� mismas, en sus propias fuerzas, en su sentimiento de dignidad humana y en su capacidad de decisi�n y de autogobierno. El campesinado ha ido desarrollando una conciencia de clase campesina, que lo ha unificado nacionalmente en una forma antes desconocida, y que lo constituye en poderoso grupo de presi�n para cambios de fondo. Por eso hemos dicho en otra ocasi�n que lo que se llama la "violencia", constituye el cambio socio-pol�tico m�s importante y profundo en la vida de Colombia desde la independencia hasta hoy.

�C�mo se refleja en los partidos pol�ticos?

Todav�a lejanamente. La derecha se defiende. No entiende ni quiere entender lo que ocurre en el pa�s. Marcha hacia el desastre. Se ha mostrado particularmente incapaz -y por el camino que va, seguir� si�ndolo- de cambiar a tiempo para evitar una revoluci�n violenta. La izquierda sigue dividida en partidos y organizaciones peque�os, ninguno de los cuales le ofrece un liderazgo efectivo a las fuerzas de cambio que se mueven en el pa�s.

�Ves una situaci�n similar a la que favoreci� a la democracia cristiana en Chile?

En Colombia es diferente. En Chile, la victoria de Frei se bas� en parte en una estructura capitalista m�s desarrollada del pa�s. A�n as�, no va a poder seguir avanzando mucho sin tomar medidas que ataquen esa misma estructura capitalista en favor de los grandes sectores populares. Todo reformismo tibio ser� sobrepasado en corto plazo.

�Cu�l camino propones?

La forma no est� clara todav�a. Pero s�, que es necesario el surgimiento de nuevos l�deres del seno mismo de las masas campesinas y urbanas, dispuestos a llevar adelante los cambios. Una v�a, para m�, es el Movimiento de Acci�n Comunal que, a pesar de haber sido iniciado por el gobierno con fines de contenci�n, hoy tiene m�s de ocho mil comit�s en todo el pa�s donde aparecen dirigentes naturales de las comunidades sensibles a sus exigencias, que pueden ser la base para un movimiento nacional de envergadura. La otra es, precisamente, la formaci�n de un nuevo movimiento nacional, con un programa de transformaci�n de todas las estructuras de este pa�s. Aunque a�n no est�n maduras todas las condiciones, ya existen las bases, y para recogerlas y reagruparlas hemos lanzado ese programa. Encuentra eco creciente. Me dijiste que ya te lo han dado: publ�calo. S�, por ah� lo llaman "el programa del cura Camilo". Bueno: no es de este cura ni de otro, sino los cambios necesarios y urgentes para superar la crisis de la sociedad colombiana.

Fuente: lafogata.org

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