Argentina, la
lucha continua....
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Entrevista al psicoanalista Alfredo Grande, presidente de la
cooperativa Atico
"El analizador fundante de la cultura, es un fundante represor"
Por Mario Hernandez
M.H.: Estas llevando adelante una serie de proyectos, un unipersonal en la
sala La Clac los días sábados a las 20:00 y publicaste el libro "Cultura
represora. De la queja al combate" que me acabás de acercar. ¿De qué se tratan
ambos proyectos?
A.G.: El unipersonal lo estrenamos el 23 de mayo, como dijiste, en La Clac,
que es una sala donde estrené los cinco unipersonales que hice hasta ahora, en
Av. De Mayo 1158. Es a la gorra. Los tiempos actuales me han llevado a hacer una
evaluación muy cuidadosa del tema y terminé decidiendo eso. El espectáculo se
llama "Y a mí, ¿qué me parece?", un stand up psicoanalítico, donde hago una
crítica irónica al dinero, al amor, al sexo, al poder, a la política y al propio
psicoanálisis.
Creo que tiene buena llegada, los públicos son siempre buenos, el tema es que no
siempre resuenan con lo mismo. La situación política sigue siendo muy erizable,
es difícil el humor político hoy en Argentina. En la época del kirchnerismo
también lo era. Se ha perdido la agudeza de tomar como crítica, recordemos lo
que pasó con Casero, por ejemplo. Estamos en un nivel de Lanata o Víctor Hugo.
En ese clima, trato de hacer chistes para los dos lados, cosa que ya había
padecido cuando hice "Así no es la vida", hace 3 años. Es un género que me
interesa. Cuando hice "Sueños posibles" que le dio nombre a mi programa de
radio, acuñé el aforismo "continuación de la terapia por otros medios", una
mezcla de Freud y Clausewitz.
Y creo que son importantes los otros medios para lo psicoanalítico, que es una
forma de pensar, una propuesta cultural y política. La política del deseo y la
propuesta cultural en el sentido de pensarla como represora. El libro que te
traje hoy tiene que ver con esto. Es algo que vengo trabajando desde el primer
artículo que escribí en mi vida. Creo que pensar el psicoanálisis implicado,
sobre el que publiqué 3 libros, 2 en Topía y uno en Editorial Subversiones, es
pensar al analizador fundante de la cultura, que es un fundante represor.
Justamente, el analizador lleva lo fundante a la superficie. Hay muchos ejemplos
de esto. Y en el unipersonal también, el humor es una de las formas en que te
podes enfrentar con lo represor y quedar bien parado. Al represor lo hacés
entrar en ridículo, lo ponés en contradicciones, lo mostrás en su propia
complejidad. Le tirás una cascara de banana para que tropiece, el humor es eso,
la gambeta, no es ir al choque como en el sumo porque te aplasta. El humor es
precisamente eso, la ironía. Me gusta que la gente cuando me escucha se ría,
sonría o suelte una carcajada.
Dentro del espectro del humor, que es muy amplio, la ironía es lo que más me
interesa, es el recurso del débil para molestar al poderoso, al menos hacerle
cosquillas haciéndolo entrar en ridículo. Monseñor Aguer la semana pasada nos
regaló mucho material. Las referencias a la sexualidad, a lo sacramental, al
origen del dinero, que muchas veces está más oculto que el origen de los niños.
Pasa con los pacientes, hay muchos psicoanalistas que no les preguntan a sus
pacientes cuánto ganan, recuerdo que alguna vez una psicoanalista me dijo que no
era ético preguntarlo. Lo que no es ético es de dónde viene el dinero, mezclar
ética con dinero muestra la hilacha.
Con todo eso armo un espectáculo que dura entre una hora y diez y una hora y
cuarto. Es un espectáculo que pre estrené tres veces, dos en Buenos Aires y una
en Mar del Plata. Junto con Sebastián Raffa que hace el asesoramiento actoral,
reformulamos toda la propuesta. Creo que es un lindo producto, tengo
expectativas de llevarlo a distintos lugares. Son las últimas funciones en La
Clac, que para el nivel de difusión que puedo sostener es bastante tiempo.
Además, porque hay algo que está pasando, que es que los ánimos no son los
mejores, hemos tenido mal clima, lluvia, frío, partidos de la selección, fines
de semana largo, todas las pestes. Desde mayo suspendí una sola función porque
había poca gente y al ser un unipersonal necesitás el público sí o sí. El teatro
necesita público. Cuando hay un guión y un elenco puede haber poco público, pero
acá realmente la reacción del público, los comentarios que hace la gente, suman.
Para eso es necesario lograr un clima, que no se produce si hay poca gente.
En cuanto a "Cultura represora. De la queja al combate" que es mi tercer libro
con Pelota de Trapo, apunta a diferenciar estos tres espacios, la queja
individual, la protesta que es la queja colectiva y el combate que es la disputa
por el poder. Lamentablemente hemos quedado entrampados en la idea de que la
disputa del poder pasa por las armas.
Hubo una derrota política, una derrota cultural y una derrota militar
M.H.: En el programa anterior, casualmente, entrevistaba a Renán Vega Cantor,
en torno a los acuerdos FARC-Gobierno colombiano.
A.G.: Hemos quedado tatuados por la guerrilla, la lucha armada y el
arrepentimiento de eso; esa especie de culpa por haber hecho "lo que no se debió
hacer". Yo creo que se hizo lo que se debió. Diferencio además entre derrota y
fracaso. Recuerdo una hermosa charla con el "Negro" Soares, sobre cómo uno puede
ser derrotado y no fracasar. Hubo una derrota política, una derrota cultural y
una derrota militar; eso seguro, no necesariamente un fracaso. Sin embargo, todo
el discurso anti guerrilla, anti lucha armada, terminó transformando una derrota
digna en un fracaso y del fracaso no se vuelve.
Y esa no vuelta del fracaso tiene hoy el efecto de la diáspora de la izquierda,
que sigue creando agrupaciones, se apela a la unidad pero no se lucha por la
unión. Yo en el espectáculo hago la diferenciación, porque la unidad siempre
termina siendo reaccionaria, hegemónica, conservadora; la unión es otra cosa,
tolera la diversidad, la necesita. La unidad termina aplastando la diversidad.
Entonces no hay unión de las izquierdas, ni programática, ni electoral, no hay
unión conceptual, y sigue siendo cierto que cada uno sigue intentando marcarse
más por izquierda y donde es más importante mostrarle al compañero que uno es
más de izquierda que enfrentar a la derecha. Y cuando digo enfrentar a la
derecha hablo de enfrentar al macrismo, al massismo, al sciolismo y a lo que
quedó del kirchnerismo que actualmente propone una especie de mesianismo con
Cristina que es culturalmente peligroso.
M.H.: Hoy lo escuchaba a Mariotto que comentaba precisamente esto que estás
diciendo vos. La han puesto en un lugar en el que pareciera que de alguna manera
nos va a traer el maná en algún momento.
A.G.: Luis D’elía dijo hace un par de meses algo terrible: "la única jefa", y
referirse de esta manera "el o la única" es siempre reaccionario. "El primer
trabajador" también, porque nadie es primero, ni segundo, ni tercero. Supongamos
que un General sea trabajador, podemos admitir eso, pero que sea el primero, es
mucho. Esa desmesura se da también con Cristina Fernández de Kirchner, que tal
vez fue una excelente presidenta, pero que si es colocada en el lugar de único
jefe del movimiento, primero hay que dar cuenta de por qué se armaron las listas
que se armaron.
M.H.: Que fue una responsabilidad exclusiva de ella.
A.G.: Sin el fracaso de Aníbal Fernández en la Provincia de Buenos Aires, otro
gallo cantaría. Sin Córdoba también y ni hablar de lo que fue la Capital con
Recalde, cuando entre Lousteau y Larreta llama a votar en blanco y después se
enoja cuando alguna gente de izquierda votó en blanco entre Macri y Scioli. Pero
ya lo había dicho Recalde, que había hecho un voto pro Pro. Entonces, asumir que
todo esto se arregla volviendo al "cristinismo", porque ya ni siquiera es
kirchnerismo, termina siendo una secta.
Estoy muy preocupado por la Marcha Federal, porque va a convocar a muchos
compañeros y compañeras absolutamente valiosos y necesarios y no sé hacia dónde
se los lleva, si a una confrontación directa con el Poder Ejecutivo, una especie
de destituyente colectivo. Creo que es una apuesta muy fuerte que están
haciendo. Macri está trabajando muy activamente para desacreditarse. Y esto
tiene mucho que ver con el unipersonal que hago, porque el ánimo se palpa y no
es de ir a pasarla bien, sino de sufrir en soledad.
M.H.: Creo que parte de lo que estás señalando se manifestó de alguna manera
en la Marcha de la Resistencia, que no tuvo la convocatoria que esperaban los
organizadores. Creo que la Marcha Federal va a canalizar un sentimiento que de
alguna manera está presente. Nosotros nos encontramos en la calle en oportunidad
del último paro de estatales, recién estaba pasando audios de la marcha de
Ademys del miércoles pasado, que llamativamente logró nuclear una cantidad muy
importante de docentes, siendo un sindicato pequeño, venimos asistiendo a
marchas y expresiones que creo se van a canalizar en esta Marcha Federal que
también va a dar la oportunidad de mostrarse y manifestarse a la gente del
interior del país, donde están pasando cosas gravísimas. Además del
encarcelamiento de Milagro Sala, la exoneración hace pocos días del secretario
general del gremio docente de Tierra del Fuego, la represión brutal que
sufrieron los compañeros de la CTD Aníbal Verón cuando se estaban retirando de
la autopista, aunque después quisieron hacerlos aparecer como unos violentos,
etc. Podríamos agregar otra cantidad de situaciones.
La impresión que tengo sobre la Marcha Federal es que va a ser una expresión
más, tal vez menos fraccionada en relación a lo que hemos vivido hasta ahora, de
lo que es el rechazo de un sector importante de la población a las políticas de
este gobierno y que ha tenido para mí, su máxima expresión en lo que ha sido la
lucha contra el tarifazo. Allí se produce un hecho que el mismo ex secretario de
energía de De la Rúa y actual titular de Enarsa, Jorge Lapeña, señala como
inédito en la historia nacional, que un gobierno aplique un aumento de tarifa en
febrero-marzo y no pueda llevarlo adelante pasados 6 meses. Lo mismo dice The
Economist en su editorial de hace un par de semanas refiriéndose a la Argentina
y exigiéndole al macrismo la aplicación del tarifazo como prueba de que la
Argentina es un país jurídicamente confiable. Entonces, me parece que estamos
transitando este tipo de situación y creo que le están haciendo un gran favor
las conducciones sindicales que se han unificado. "Los dirigentes sabios y
prudentes" de los que supo hablar el General Perón el 1º de mayo de 1974. Y
dicho sea de paso, parece que la piensan juzgar a Isabel a raíz de la resolución
del juicio de La Perla, que contempla hechos represivos anteriores a 1976. Esta
es mi visión, sobre algo que te iba a preguntar, pero que me respondiste sin que
lo haga, que es cómo ves el panorama tras ocho meses de macrismo.
El tarifazo es terrorismo de Estado
A.G.: Yo escribí apenas asumió el macrismo un trabajo que se llama "Macrismo,
etapa superior del kirchnerismo". Creo que es un análisis bastante acertado,
porque si la salida es por derecha, aunque sea una derecha apoderada o popular,
el peronismo siempre ha dicho que no es revolucionario, que ni siquiera es
progresista, eso lo dijo Cristina. Yo creo que la suerte de Macri es el nivel
brutal de corrupción del kirchnerismo, que le quita bastante legitimación ética
y política. Y la suerte del kirchnerismo es que Macri está haciendo todo como
para ser destituido de la manera más violenta, porque los tarifazos son
violentos. Para mí el tarifazo es terrorismo de Estado, no sé porqué nadie lo
dijo de esa manera.
Pero lo es, porque es el Estado el que emplea una política que aterroriza. No
pensando al terrorismo de Estado como secuestro, desaparición y tortura de
personas, pero el terrorismo tiene muchas maneras de expresarse. Hasta te podés
reír del terror, como en algunas películas. Pero esto es terrorismo de Estado,
la desocupación, la inflación, la recesión también lo es. Y hay que ponerse de
acuerdo, ¿es jefe de Estado o no es? Porque cuando todo va mal el Estado no
tiene nada que ver, y cuando anda todo bien se debe a las políticas públicas del
Estado.
Yo nunca creí demasiado en la inclusión kirchnerista, porque fue muy trucha, con
las cooperativas del Estado y años y años de estatales con contratos basura.
Alguien dijo que el Estado era el mayor dador de trabajo, lo cual ya de por sí
es una barbaridad, porque el Estado no produce bienes, produce más Estado y no
sé si tiene mucho valor de comercialización. Entonces, decir que el Estado es el
mayor generador de trabajo, es un suicidio a corto plazo, no hay bienes
tangibles ni intangibles, hay un Estado que produce más Estado. ¿Cuánto Estado
la sociedad podía financiar? Por eso dar asignaciones y planes es una cosa en un
salvataje como el del 2001, o cuando empezó Alfonsín y dio las cajas Pan y otra
es que sean políticas de Estado, con dos o tres generaciones que no trabajan, la
famosa "cultura del trabajo" que en realidad es una mentira porque no deja de
ser cultura del trabajo explotado, ahora es cultura del trabajo precarizado.
¿Cuáles son las recetas contra el terrorismo de Estado, el progresismo, la
socialdemocracia, el cristianismo, el mismo kirchnerismo? No. Porque el ciclo
siempre se completó con dictaduras, dictablandas, democracias corruptas; ese
cuento ya pasó varias veces. Hablabas de Isabel, ella encabezó el terrorismo de
Estado, se llamó Alianza Anticomunista Argentina, cuando el General creía que a
"Lopecito" (López Rega) lo iba a controlar. Y fue necesaria una pueblada para
echarlo después del Rodrigazo. Ahora están diciendo que esto es peor que el
Rodrigazo.
M.H.: Desde el punto de vista de las tarifas ninguna duda.
El populismo ha vaciado de clasismo a la política
A.G.: Del Rodrigazo nos habíamos olvidado todos. La pesificación asimétrica fue
una devaluación brutal. El mismo Kicillof en 2014 devaluó. Entonces, si cerramos
en "a quién querés más, a Mauricio o a Cristina" estamos fritos como proyecto
libertario, de justicia, equidad, dignidad, etc. Por eso yo estoy apostando
mucho a la militancia social, a los colectivos sociales, sigo con una fuerte
pertenencia en Pelota de Trapo. Y creo que en los partidos políticos lo que
menos hay es política, solo encontrás consignas, chicanas, enfrentamientos
estériles, frentes "pret a porter". No hay política, porque el populismo ha
vaciado de clasismo a la política, con lo cual la política pasa a ser
necesariamente gerenciamiento. Los ceos de Macri son demasiado groseros, pero
son todos pequeños ceos, son todos pequeños feudos que van armando.
M.H.: Y que cuando no tienen la billetera, parece ser que muchas ideas no
tienen. Mariotto es un ejemplo de esto.
A.G.: Yo fui 20 años docente de la Facultad de Ciencias Sociales de Lomas de
Zamora, siempre me trataron muy bien, ahora estoy desvinculado porque me llegó
la jubilación. Mariotto era el Decano, y una cosa que me hubiera gustado
discutir es una afirmación que hizo que me parece insólita, "los peronistas no
somos librepensadores". Me pareció ofensiva, porque primero que pensadores
seguro que son, porque el General pensó bastante; si después nadie puede pensar
es otro tema. Por eso en uno de mis primeros trabajos, que se llamó "Crítica de
la razón K", que fueron tres artículos de mi primer libro "Psicoanálisis de
trapo", yo decía que el kirchnerismo era una catástrofe cultural, porque
realmente decir que no son librepensadores es negar a Cooke, a Hernández
Arregui, al mismo Jauretche, a Horacio González, a Foster, ¿cómo que no son
librepensadores? Además, el libre pensamiento es característico del humano, el
humano piensa libremente, sino no es libre pensamiento, es dogma.
M.H.: Coincido con vos en que se está haciendo todo lo necesario para que
esto termine de una forma violenta. No quiero opinar sobre cómo creo que
terminará este gobierno, ni de cómo terminará Mauricio Macri, porque es mucha la
violencia, no solamente en los hechos que has señalado, sino también hay una
violencia verbal. Prat Gay ayer diciendo que "los nuevos desocupados les van a
agradecer" o decir que la inflación ya se superó, que no es un problema, o la
Vicepresidenta afirmando que vivíamos en una irrealidad, que no es posible que
compremos electrodomésticos, celulares, zapatillas Nike, etc., que "eso no es
para ustedes", entonces, le faltó decir "eso es para nosotros".
A.G.: Ese es el tema de la clase media, que hace muy difícil gobernar desde una
derecha rancia.
M.H.: Lo estamos viendo ahora en Brasil, porque la clase media ha sido clave
como fuerza movilizada en todo el proceso de desplazamiento del PT del gobierno.