Argentina, la
lucha continua....
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Destructivismo minero vs agua
Las voces de los pueblos y las medidas del régimen actual
por R. Gómez Mederos
"Los ríos son la sangre que nutre la tierra, y están
hechas de agua las células que nos piensan, las lágrimas que nos lloran y la
memoria que nos recuerda…"
Eduardo Galeano
El avance de una brutal reforma del Estado, la cual contempla miles de
despidos, una fuerte continuidad de un ajuste en distintos ámbitos de la
economía y los organismos estratégicos del Estado, la regeneración del círculo
de dependencia generado a través de una reestructuración de los créditos con los
organismos internacionales, un esquema presupuestario que desampara aún más a
los sectores de la salud y la educación, pero además una fuerte apuesta a la
continuidad de las principales leyes y políticas estratégicas con respecto a
mantener como base la primarizacion y la exportación de commodities al
exterior.
El marco regional de dichas políticas es la derechización de gran parte de los
espacios políticos y sociales que los sectores progresistas en el Cono Sur
habían mantenido indemnes hasta ahora, los cuales tenían fuertes
contradicciones, sobre todo con respecto a la aplicación de un esquema de
desarrollo extractivista en cada uno de los territorios.
La estructuración de una matriz extractiva en Argentina coincide con las
políticas aplicadas en la mayor parte del continente, y sus referencias legales
y prácticas tienen las mismas dinámicas; sus consecuencias ambientales
desastrosas se dan de igual manera en todo el continente. Brasil tuvo su boom
minero en el siglo XVIII con la explosión de la extracción del oro. En la
actualidad es el productor del 20 % del total mundial de hierro, del 92 % de
Niobio, el cual es utilizado en la industria metalúrgica, pero además en la
fabricación de pilas nucleares; el crecimiento de las industrias extractivas en
Brasil comienza a principios de este siglo con casi un aumento del 9 %, lo que
ha traído, como en Argentina, grandes impactos medioambientales. De hecho lo
ocurrido en Brasil como el mayor desastre ecológico de la historia de este país,
al producirse el accidente minero en Mina Gerais, con la rotura de un dique de
contención de la minera Samarco, dejó 11 muertos, 12 desaparecidos y miles de
afectados en el municipio de Mariana. El lodo tóxico y escombros minerales
compuestos además por gran cantidad de metales pesados como arsénico, cadmio,
plomo, cromo, níquel, cobre y mercurio llegaron a la playa de Regencia, a 650
kilómetros del lugar del accidente, en el estado de Espírito Santo, una
importante área de corales. El dique de contención roto a finales de 2015,
almacenaba 62 millones de litros de aguas contaminadas con un coctel tóxico, que
dejó a 250 mil personas sin agua, además de afectar y producir un cementerio
biológico de una cuenca que baña 83 mil kilómetros cuadrados, casi la superficie
de la Provincia de Corrientes (1), al unísono, a poco de dos meses atrás,
el 12 de setiembre se producía también, pero en Argentina, el peor desastre
ambiental que en el país se recuerde, sobre la cuenca del Rio Jáchal, y dando
por tierra a la tan mentada "responsabilidad social empresaria" de una de
las mayores y cuestionadas multinacionales auríferas del mundo, la Barrick Gold
Corporation.
La incidencia sobre la diversidad biológica de todo el espacio afectado por este
suceso, es de una magnitud que sobrepasa los límites admisibles para toda
actividad humana, la contaminación producida por el derrame de 1 millón de
litros de agua cianurada, dejó afectados cinco ríos, el Potrerillos, Jáchal,
Blanco, Palca y Las Taguas, violando la Ley de Residuos Peligrosos 24051, lo que
derivó en una causa abierta en el juzgado del Juez Sebastián Casanello, el cual
encargó la investigación al fiscal Ramiro González, a cargo de la Unidad Fiscal
de Investigaciones en Materia Ambiental (Ufima), contando además con un informe
hecho por la División Operaciones del Departamento de Delitos Ambientales de la
Policía Federal Argentina (PFA), que constató la contaminación de dichos ríos e
indicó que las muestras analizadas, ya sean líquidas o sólidas, evidenciaron
presencia de cianuro total.
Para la hidróloga Virginia Carpio, "los derrames ácidos mineros generan
nuevos modelos de calidad hídrica cuya distorsión continúa por décadas incluso
después del cierre formal de la mina. Esto es particularmente grave en ambientes
semiáridos donde la disponibilidad de agua es escasa como en San Juan… (2)
pero el impacto sobre las nacientes del Río Jáchal es permanente, por la
incidencia que hacen en este las partículas de polvo producido por la minera, y
las cuales, como en el caso del desastre de Fukushima, viajan a miles de
kilómetros de distancia empujados por los vientos, además del impacto en las
cumbres níveas que destruyen ambientes glaciares y peri glaciares que son
fundamentales para la alimentación de altas cuencas hídricas y para el
mantenimiento de "reservas de agua sólida" que amortiguan el impacto de
estaciones o años muy secos. Sus actividades también destruyen cubetas de
recepción de nieve y agua, facilitando los procesos de derretimiento por la
dispersión de partículas que acumuladas sobre la superficie del hielo reducen su
albedo (a) (capacidad de solidificarse), e incrementan por lo tanto el
derretimiento estival. (3)
El daño es irreparable y su impacto sobre las economías locales es
incalculable, porque afecta directamente los causes de los ríos que alimentan lo
poco que queda de agricultura en la zona. Pero la impunidad con que el Estado ha
protegido todo este tiempo a las transnacionales mineras se ve reflejada en la
quita de retenciones al sector, además de afirmar todos los
beneficios que ya le otorga la legislación vigente. A través del decreto
presidencial 349/2016 se les quita entre el 5 y 10 % para la exportación de
productos del sector, lo que significa 220 millones de dólares menos al Estado
nacional; para el actual gobierno las retenciones generaban "una situación de
pérdida de competitividad frente a las restantes naciones con actividad minera",
en "que los mencionados derechos de exportación inciden sobre los márgenes de
utilidad" y "generan un mayor costo operativo", en "la reciente caída en el
precio internacional de los metales y demás productos minerales" y en que "la
incidencia negativa de los derechos de exportación sobre las operaciones mineras
en marcha excede considerablemente los beneficios que se generan para el
erario". Sobre el 2012 el sector facturó 5500 millones de dólares, generando
superutilidades y contradiciendo la postura del gobierno nacional.
Pero la persistencia de los pueblos también tiene sus pequeños triunfos, y con
respecto de ello, el fallo de la Corte Suprema de la Nación a favor de la
Asamblea de Andalgalá aprobando el amparo presentado por ella contra la
instalación de la mina Agua Rica, recordemos que este se presentó hace seis años
para frenar el proyecto minero de Agua Rica de la Yamana Gold y
que los jueces provinciales congelaron.
El fallo de la Corte Suprema consta de 14 páginas, y lleva la rúbrica de los
jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, el
Tribunal hizo lugar al amparo de la Asamblea y resolvió que la Justicia
catamarqueña no podía rechazar el recurso sin tener en cuenta los estudios de la
Universidad Nacional de Tucumán que describían precisamente el riesgo ambiental
de la extracción mega minera. En la sentencia está especificado que dicho
proyecto puede producir "avalanchas, derrumbes o deslizamientos que pueden
afectar la ciudad de Andalgalá", que "no están dadas las condiciones de
seguridad suficientes", por lo que "existe riesgo de contaminación de las aguas
subterráneas" (4).
La continuidad de un proceso de saqueo de nuestros bienes naturales en
Argentina es claramente actual, e igualmente depende también, de la unidad y
lucha de las poblaciones afectadas con el conjunto de la sociedad y sus
organizaciones políticas y sociales. El agua es la sangre de la tierra, y
es esta tierra, nuestro único hogar, la que hay que defender. O ellos o
nosotros.
Notas:
1-