Argentina, la
lucha continua....
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La sequía y el calentamiento climático empiezan a matar de hambre a América Central
por Marie-Pia Rieublanc
Basta!
Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.
La sequía que ataca a la región desde hace más de un año afecta a más de
tres millones de personas, sobre todo a las familias de pequeños agricultores,
en Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. La sequía ha destruido entre el
75 % y 100% de las cosechas de maíz y de frijoles. Es una de las consecuencias
del cambio climático a las que se enfrenta América Central. A ello se añaden las
inundaciones, la multiplicación de mosquitos portadores de enfermedades graves,
como el virus Zika que provoca enfermedades congénitas, y huracanes... Reportaje
en Guatemala sobre las familias afectadas por la sequía.
Blanca y Floridalma acarician tristemente las hojas de sus plantas de sorgo que
se han vuelto negras. Es la primera vez que la «mancha de asfalto» hace su
aparición en Chiltote, una pequeña comunidad rural de la ciudad de Concagua
dominada por las montañas que separan Guatemala de El Salvador. Esta compleja
mezcla de hongos carcome perniciosamente las plantas y las deja sin fuerzas para
producir las bolitas amarillas que tanto esperaban estas dos hermanas que están
en la cuarentena.
El maicillo, nombre con el que se conoce el sorgo en castellano debido a
su parecido al maíz, era su única esperanza de salir de la crisis económica y
alimentaria en la que las había sumido la sequía, que afectó duramente a una
parte de América Central durante los inviernos de 2014 y 2015, y reemplazó a las
estaciones de lluvias, que se suponía iban a caer desde junio a finales de
octubre. En estos dos últimos años la ausencia de precipitaciones ha privado a
millones de personas de maíz y de frijoles. También ha favorecido la propagación
en los cultivos de muchas enfermedades provocadas por hongos.
«No sé qué vamos a hacer»
Para cubrirse las espaldas, además del maíz habitual ambas madres de familia
plantaron en agosto un campo de maicillo, emparentado con el cereal
favorito de los centroamericanos y conocido por su resistencia a los fuertes
calores. Pero está acabando noviembre y ya saben que «no saldrá nada».
«No sé qué vamos a hacer», se preocupa Blanca. «Vamos a tener que
buscar trabajo en los campos de café. Como todo el mundo está en el mismo caso y
además la roya a atacado a muchas plantaciones, hay pocas posibilidades de
encontrar trabajo». La roya es otro hongo que pulula desde hace tres años en
los cafetales de América Central y se ha extendido enormemente este año.
Una tortilla y un mango al día
«Antes de la sequía nuestra familia cosechaba entre una y dos toneladas de
maíz, y 276 kilos de frijoles. Consumíamos una parte y vendíamos otra»,
recuerda Floridalma, que vive con su marido, sus cuatro hijos y la familia de su
hermana. «En 2014 se secaron nuestro cultivos, apenas tuvimos qué comer y no
pudimos vender nada. Este año es peor: lo que sembramos en mayo no ha dado
absolutamente nada y lo que plantamos en junio nos ha dado justo para comer un
poco y pagar la tasa al propietario del terreno», añade Blanca.
Después del invierno de 2014 tanto estas familia como otras miles de familias de
la zona se beneficiaron de programas alimentarios procedentes de los gobiernos
locales, instituciones internacionales y ONG. Esta ayuda está a punto de
terminar. El hambre vuelve a acecharles. En 2014 «hubo días en los que solo
comimos una tortilla (torta de maíz) y un mango cada uno», cuenta Floridalma.
«Varias veces no hemos comido en todo el día y hemos dado a los niños un poco
de yuca que hemos comprado al vecino».
Una de sus hijas, Berlin Marina, de 8 años, lo pasó muy mal en este periodo.
Desde entonces padece violentos dolores de estómago que le impiden ir al
colegio. Sus padres no tiene medios de pagarle las pruebas que le tendrían que
hacer en el hospital y no mejora con las infusiones de menta que le preparan.
Tres millones de personas afectadas
Según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de
los Asuntos Humanitarios en América Latina y el Caribe (OCHA-ROLAC, por sus
siglas en inglés) publicado en octubre[