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Campaña presiona al gobierno para que entregue propiedad Marinakue a familias campesinas
Adital
Paraguay, así como varios países de América Latina, está en deuda con su población rural, y el motivo es que haya permitido, desde hace varios años, la acumulación de la mayor parte de sus tierras productivas en manos de una reducida cantidad de propietarios. A causa de ello, Oxfam, la Articulación por Curuguaty y jóvenes campesinos lanzaron la campaña "Jóvenes sin tierra = jóvenes sin futuro". El objetivo principal es lograr que el presidente Horacio Cartes entregue la propiedad pública Marinakue a los jóvenes campesinos afectados por la masacre de Curuguaty.
El episodio, que fue conocido como Masacre de Curuguaty, ocurrió en las primeras horas del 15 de junio de 2012. Más de 300 policías cercaron a 70 campesinos que reclamaban la posesión de la propiedad Marinakue. Los momentos posteriores al cerco se caracterizaron por la violencia y los abusos; el conflicto terminó con la vida de 11 campesinos y seis policías. Además, decenas de trabajadores rurales fueron detenidos por el simple hecho de estar en la propiedad.
El conflicto repercutió internacionalmente y hasta sirvió como alegato para quitar al presidente Fernando Lugo del poder. Sin embargo, la situación de los campesinos y de la propiedad continúa sin atención y sin la debida actuación de la justicia. En ese sentido, la campaña busca presionar al presidente Cartes para que repare parte de los daños y entregue Marinakue a los jóvenes y familias campesinas de Curuguaty, que después del conflicto, se quedaron sin lugar para vivir y cultivar. Para apoyar la campaña es suficiente con ingresar en el sitio web de Oxfam y firmar la petición online.
Marinakue es reivindicada por familias campesinas desde el año 2004, cuando se inició el trámite administrativo previsto por el Estado para otorgar propiedades públicas disponibles a familias rurales sin tierra. A pesar de la confirmación de que la tierra es propiedad estatal, una empresa productora de soja reclama su posesión e incluso la registró ilegalmente a su nombre, después de un proceso judicial irregular.
Después de la confirmación, por parte del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra, de que Marinakue es pública, los campesinos piden que la Corte Suprema de Justicia ratifique la declaración para que la propiedad pueda así ser entregada.
"Conceder Marinakue a las familias y jóvenes sin tierra de Curuguaty honraría su demanda histórica por el derecho a la tierra y haría también que los campesinos incriminados pudieran quedar exentos de la acusación de invasión de inmueble ajeno; debilitando el argumento de la acusación presentada en su contra en la fiscalía", evalúa Oscar López, director de Oxfam en Paraguay.
El próximo jueves 26 de junio las personas involucradas en la masacre –todas campesinas– serán juzgadas.
Hasta el momento, el proceso judicial fue considerado por organizaciones sociales como totalmente irregular, ya que el Estado paraguayo no viene garantizando el derecho de los campesinos a un juicio justo.
Acumulación de tierras
En Paraguay, el 85% de las tierras están concentradas en las manos del 2% de la población. El país es el cuarto exportador de soja del mundo y utiliza el 92% de sus tierras productivas a ese monocultivo. Pero el problema no es exclusivo de Paraguay, ya que se repite en varios países de América Latina y del Caribe. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para Agricultura y Alimentación (FAO, por su sigla en inglés), Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay presentan un grado elevado de monopolio de tierras.
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com
Fuente: lafogata.org