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Entrevista con Felipe Pérez, ex ministro de Planificación del gobierno de Hugo Chávez
"Nuevo préstamo de China es perjudicial y nos pone al borde del precipicio"
Andrés Rojas Jiménez
el-nacional.com
Desquiciamiento y no crisis. De esa manera clínica describe el economista Felipe Pérez lo que está afrontando la economía venezolana. Quien fuera ministro de Planificación del presidente Hugo Chávez entre mayo de 2002 y buena parte del primer semestre de 2003, señala en sus más recientes presentaciones y escritos que el país está al borde de un abismo por el modelo económico que instauró Chávez sobre todo a partir de 2007. Advierte, sin embargo, que Nicolás Maduro ha agravado la economía por insistir en mantener el control de cambio, atacar al sector privado y aprobar la Ley Orgánica de Precios Justos.
"Los que se están llenando son los corruptos boliburgueses y la burguesía tradicional porque lo que se ha hecho es crear el régimen de la piñata petrolera y el que tiene brazos más largos agarra más. Chávez empezó a dársela a los pobres, pero ahora les llega muy poco", dijo Pérez.
-¿Cómo un país como Venezuela puede estar al borde del abismo con un precio del petróleo cercano a los 100 dólares por barril?
-Este es un país de paradojas y muy sui generis porque con el precio del petróleo tan alto estamos teniendo un déficit fiscal de más o menos 15% del producto interno bruto y si no se corrigen las cosas puede llegar a 17% del PIB y esa es una situación que no es de ahora, pero se agrava porque es insostenible. Ese déficit se ha financiado con emisión de dinero por parte del Banco Central de Venezuela.
-¿Se refiere al financiamiento del BCV a Pdvsa?
-No solo a Pdvsa sino también a las empresas quebradas de Guayana. Pdvsa utiliza todo ese dinero que recibe el Banco Central para financiar programas sociales y ese es un soporte monetario que no tiene una base real. Eso es un experimento que se ha hecho en Venezuela.
-Pareciera que el experimento no funcionó porque la inflación cerró en 56,2% el año pasado.
-Eso no funcionó y nunca ha funcionado. La evidencia empírica de todos los países que han incurrido en hiperinflación muestra un cuadro prácticamente idéntico al que estamos viviendo en Venezuela.
-¿Venezuela puede ir hacia una hiperinflación?
-Absolutamente.
-¿Cuánto podría ser la inflación en 2014?
-Este año puede terminar fácilmente en 90% si no se hacen los correctivos, porque si no se cierra la brecha fiscal de manera sólida puedes producir una hiperinflación porque el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha tratado de resolver todos los conflictos dándole a todo el mundo lo que quiere y no tiene con qué financiar todo eso.
-¿Cuáles serían las medidas de corto plazo para evitar la hiperinflación?
-La situación en Venezuela no es una cuestión de desequilibrios económicos sino de locura y de desquiciamiento. Se podría decir que hay una crisis económica, pero no es así.
-¿Un desquiciamiento no es una crisis?
-No. Aquí lo que existe es un desquiciamiento de la política económica. Sería una crisis si el país tuviera un problema en su balanza de pagos porque no tiene ingresos suficientes por una brusca caída en el precio del petróleo, pero ese no es el caso. Esto es una crisis totalmente artificial producida por el equipo económico y por el gobierno.
-¿El equipo económico del presidente Maduro o de Chávez?
-El que tuvo el presidente Chávez porque de allí vienen los problemas.
-¿Entonces sería incorrecto decir que todo este desquiciamiento es culpa del equipo económico de Maduro?
-No, porque Maduro tampoco lo ha corregido. Los asesores económicos de Chávez y ahora de Maduro son los que han producido este desquiciamiento.
-¿Mantener un tipo de cambio de 6,30 bolívares por dólar es un error o muestra de ese desquiciamiento?
-El régimen cambiario ha sido una cosa absolutamente nefasta para nuestro país porque no ha corregido la fuga de capitales que ha llegado a 160 millardos de dólares, no ha fortalecido al bolívar ni ha controlado los precios y sobre todo ha afectado al aparato productivo por la sobrevaluación.
-¿Los anuncios del ministro Rafael Ramírez corrigen esa sobrevaluación?
-No. Si se sincera el tipo de cambio, porque no es una cuestión de devaluar, se colocaría en 18 bolívares por dólar.
-Para la población eso que llama sinceración es una devaluación.
-Se puede llamar devaluación pero estrictamente hablando no lo es. Es una sinceración. Esto es técnica económica porque ya el bolívar se ha devaluado en términos reales. Por ejemplo, el ajuste que ocurrió en el tipo de cambio del mercado paralelo, que se ha dejado flotar y el gobierno no ha intervenido en ese mercado. En la práctica ya se ha devaluado y por eso digo que ahora lo que se debe hacer es sincerarlo.
-¿Las operaciones de permuta con títulos públicos para obtener divisas –que llaman Sicad II- es una sinceración del tipo de cambio?
-Va en la dirección correcta, pero es una medida muy tímida y apenas una válvula de escape, pero no es suficiente para corregir el desquiciamiento y un régimen con múltiples cambios les encanta a los corruptos porque se llenan de plata.
-¿Venezuela necesita de un préstamo o auxilio financiero para apoyar una medida de flexibilización cambiaria?
-Cuando un país está en crisis económica normalmente viene alguna institución del exterior a ayudarlo -como el Fondo Monetario Internacional- porque no tiene plata, pero ese no es el caso de Venezuela.
-¿No es eso lo que se está buscando con los préstamos que el ministro Ramírez fue a tramitar en China y Rusia?
-Exactamente equivalente, pero con la diferencia de que lo da China y no se corrige nada. Ese préstamo de China es perjudicial porque lo que hace es correr la arruga, no permite ver la realidad, esconde el tremendo desquiciamiento de la política económica y nos pone al borde del precipicio.
-¿Ese préstamo no se necesita?
- Aquí no hace falta más dinero. Lo tenemos porque nosotros solitos podemos y debemos corregir esta crisis cambiando la política económica.
-¿Cuando habla de cambiar la política económica es tanto como decir que lo que hizo el presidente Chávez fue incorrecto?
-Absolutamente.
-Eso es atentar contra la memoria de Chávez.
-No. El presidente Chávez tuvo muchos aciertos en lo social y lo político, pero en lo económico fue un desastre. Estuvo mal asesorado, él no sabía de eso. Chávez era un tipo super inteligente, pero no era Dios. El debió haber sido un director de orquesta en vez de un hombre orquesta. El se metía en todo y lo decidía todo. Uno de sus errores económicos fue tener un equipo que le decía sí a todo.
-¿Cree que esa forma de decidir cambió con el presidente Maduro y escucha consejos de lo que se puede hacer?
-Maduro en eso tiene un estilo mejor al de Chávez porque no sabe tanto y por eso se asesora y busca opiniones, pero en economía no hay nadie que le diga que está totalmente equivocada su política. Ahora lo mejor que ha pasado es que existe un conflicto interno entre el equipo económico y un teje maneje entre el ideólogo de todo este desquiciamiento que es Jorge Giordani y Ramírez.
-¿Ramírez es más pragmático?
-Sí, a pesar de que él no sabe de economía, se ha asesorado con economistas, es más gerente y no es un testarudo que no reconozca la realidad.
-¿Giordani es un testarudo al margen de la realidad?
-Voy a aprovechar esta entrevista para decir que en días pasados en una entrevista de radio lo llamé ignorante. Quiero disculparme públicamente porque aquí lo que hay que atacar es al mensajero y no al mensaje. La política económica ha reflejado unos errores tremendos y un desconocimiento de la realidad, pero a las personas no se les puede estar atacando y por eso me disculpo. Aprovecho esta entrevista para decirle al presidente Maduro: "La política económica que ha tenido es totalmente errónea y es la que ha producido la inflación y el acaparamiento. Usted tiene en sus manos el corregir esto de manera muy sencilla".
-¿Qué debería hacerse en lo cambiario?
-Liberar el tipo de cambio con una flotación limpia y con bandas.
-¿Eso implica acabar con Cadivi, Cencoex y Sicad?
-Totalmente.
-¿Eso se puede hacer de un día para otro?
-Hay que hacerlo de un solo trancazo, pero dentro de todo un programa.
-¿En lo fiscal?
-La modificación cambiaria va a producir ingresos fiscales por 40 millardos de dólares, con lo que se recupera lo que se ha dado a los corruptos que han sobrefacturado. Eso es 10,8% del PIB y con eso se cierra la mayor parte del déficit. La otra parte, tiene que ver con una mayor recaudación de impuestos y con un aumento en el precio de la gasolina.
-¿Qué se debe hacer en lo monetario y productivo para que este año la inflación no llegue a 90%?
-En este momento una reforma fiscal completa terminaría de descalabrar al sector privado más de lo que está, porque no se trata de hacer un ajuste neoliberal sino de una salida del desquiciamiento y que la economía comience a ser cuerda. Con el ajuste del que estamos hablando se resuelve el problema del déficit.
-¿Y el de la inflación?
-Absolutamente. Porque se cierra el déficit sin necesidad de recortar el gasto público. Si se elimina la sobrevaluación, las empresas productoras nacionales van a competir con las importaciones.
-¿A cuánto se puede bajar la inflación?
-Se puede bajar a menos de 10% de una vez, pero eso también pasa por establecer reglas claras para el sector privado, que se le diga que no se le va a expropiar arbitrariamente o acusándolo de cosas que son culpa del gobierno.
-¿Eso no es romper con los postulados del socialismo del siglo XXI?
-En cierto sentido sí. Lo que pasa también es que no existe claridad sobre lo que es el socialismo del siglo XXI, porque algunos creen que eso es expropiar a todas las empresas privadas y que todo lo produzca el Estado. Con esa idea hay que romper y eso viene de Chávez, pero lo que sí se puede lograr es que las empresas socialistas, como cooperativas y empresas de producción social, sean eficientes sin reducir al sector privado.
-¿Sus propuestas son compartidas por personas del chavismo?
-Pocos, pero sí los hay.
-¿Han sido escuchadas por alguien del gobierno como el ministro Ramírez o cercano a Maduro?
-Creo que las han leído, pero no me consta. Se las hemos mandado y un amigo de Nicolás Maduro se las entregó en sus manos.
Al final de la entrevista, para evitar que se le acuse de desvincularse de la simpatía que tuvo con el presidente Chávez, aclaró: "Yo soy revolucionario, no ando con la oposición, no he saltado la talanquera y soy de ideología comunista, el que llaman comunismo utópico. Yo fui un fraile carmelita descalzo".
Fuente: http://www.el-nacional.com/economia/Nuevo-prestamo-China-perjudicial-precipicio_0_368363370.html
Fuente: lafogata.org