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Argentina, la lucha continua....

Edisur y el muro de la vergüenza

Mario Albera

LA DÉCIMA - PRENSA RED

El muro de Berlín dividió a Alemania durante 28 años. Fue construido para impedir la emigración masiva de la Alemania comunista a la Alemania capitalista.

 

La opinión pública internacional lo apodó el "muro de la vergüenza" por restringir la libertad de circulación y porque muchas personas murieron en el intento de superar la férrea vigilancia de la guardia fronteriza de la Alemania del Este para emigrar al oeste.

El muro que la empresa desarrollista levantó al sur de la ciudad para dividir la mega urbanización "Manantiales Ciudad Nueva" de los barrios pauperizados que la rodean (René Favaloro, Villa Aspacia, Estación Flores), también podría ser considerado como vergonzoso por la visión separatista que entraña la idea de levantar un muro.

Lo criticable además es que el paredón se ha levantado entre las vías del viejo ferrocarril a Malagueño (jurisdicción nacional, por más que el tren esté concesionado a Urquía) y del trazado de una calle pública.

La mega urbanización de Edisur es un desarrollo de varias hectáreas para la venta y comercialización de casas de un a tres dormitorios, dúplex y torres de departamentos. Se ubica entre la calle Río Negro (Molinos Minetti), avenida Cruz Roja Argentina y la avenida Circunvalación Sur.

Antes eso era un monte con fauna y flora autóctona; pero hoy es un desarrollo urbanístico con calles internas y seguridad privada.

El lugar tiene un valor extra porque allí se halla vestigios del sistema de acueductos diseñado por Cassaffousth y Bialet Massé, considerado patrimonio histórico y arquitectónico del siglo 19 por el Foro en Defensa del Patrimonio Cultura de Córdoba.

La obra de las Siete Alcantarillas del Canal Maestro Sur es la "joya" arquitectónica del lugar. También nace allí el lecho de La Cañada, el principal desagüe pluvial que tiene la ciudad.

En principio, el desarrollo sería un country, pero un convenio urbanístico firmado entre la firma y el ex intendente Giacomino permitió la excepción de hacer un loteo abierto y a cambio de esa mayor ganancia Edisur realizaría obras de infraestructura en beneficio de la ciudad.

Pero nada se sabía del muro hasta que las máquinas empezaron a levantar el paredón a lo largo de las vías férreas. De un lado, quedaron las imponentes casonas de la desarrollista; y del otro, "el pobrerío", como los criadores de chanchos que aún resisten el avance de la desarrollista.

Lucas Zárate, un joven criador de cerdos, contó que el muro "es un peligro" para los chicos que juegan en el sector ya que son paneles de hormigón armado que aunque están encastrados igual se mueven. Zárate dijo que cuando pasa el tren "es insoportable el ruido" porque retumba en la pared y el eco atronador se esparce entre la gente del barrio.

Además contó que tanto ellos como los carreros del sector ya no pueden transitar tranquilos debido a que son perseguidos y supuestamente maltratos por la guardia privada de la firma. Además de videocámaras, hay gendarmes custodiando la zona desde casillas.

El historiador y miembro del Foro en Defensa del Patrimonio Cultural, Raúl Aguilar, parangonó al muro al existente en Berlín y calificó el acto de construirlo como un "acto segregacionista, que nada tiene que ver con una ciudad y sociedad más integrada".

"Esto es ratificar que hay ciudadanos de primera y de segunda", dijo en una charla realizada con vecinos de Estación Flores, que empiezan a estar alerta por la cuestión.

Al Foro le preocupa el desinterés del Estado tanto municipal como provincial por dejar hacer a Edisur y no velar por el patrimonio. A partir de una presentación del Foro, la Defensoría del Pueblo nacional buscó conocer cuáles fueron las medidas adoptadas por Edisur para la conservación y catalogación del patrimonio existente en el lugar, pero Planeamiento Urbano municipal no brindó precisiones al respecto.

Mario Albera es periodista.

Fuente: lafogata.org