Argentina, la
lucha continua....
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Garaventa: "hay un psicoanálisis al servicio de que las cosas sigan como están"
LA RETAGUARDIA
En una extensa entrevista en su programa Sueños Posibles, Alfredo Grande dialogó con Jorge Garaventa, psicólogo, psicoanalista y militante contra el abuso sexual infantil. Algunos de los temas abordados fueron: la actualidad del psicoanálisis en Argentina y su relación con el capitalismo, las dificultades para denunciar y juzgar los casos de abusos sexuales infantiles y la violencia, entre otras temáticas cotidianas en las que la cultura psi intenta dar respuestas.
El psicoanálisis en la Argentina de hoy
"Tiene una presencia bastante contundente si tomamos como psicoanálisis todo aquello que se desarrolla a partir del legado freudiano, el tema es qué se hace o cómo se hace. Hablando con vos, Alfredo, no se me ocurre empezar a decir qué es psicoanálisis y qué no. Cuando entramos en esas cuestiones es cuando la cultura represora nos pasa por encima y una de las herramientas más idóneas que tenemos, me refiero en el área de salud y de los fenómenos sociales que es el psicoanálisis, de pronto tiene una supervivencia en la medida en que su palabra pueda ser de alguna manera recreada, en la medida en que se tome la palabra freudiana como una palabra viva, sujeta a revisión; esta cuestión de si dejamos que el psicoanálisis se anquilose no existe, si nosotros logramos tener una mirada crítica hacia el psicoanálisis en el sentido de dotarlo de vitalidad, de ponerlo en funcionamiento en la sociedad actual teniendo en cuenta cuáles realmente son las verdaderas contradicciones que se dan hoy en la sociedad que no es consciente / inconsciente, sigue siendo, por lo menos para algunos que somos un poco antiguos en estas cosas, liberación o dependencia, y sigue siendo también la cuestión de liberar la cabeza para poder pensar con una cierta autonomía, es decir dotar al ser humano a través de las herramientas que nos brinda el psicoanálisis de un desempeño erótico en la sociedad", reflexionó Jorge Garaventa al ser consultado por Alfredo Grande, en su programa Sueños Posibles, acerca del presente y futuro del psicoanálisis en Argentina.
Al hablar de "desempeño erótico", Garaventa aclaró que se refiere a lo que suma, a lo que acaricia, a lo que está a favor de la vida: "la cuestión clásica de Eros y Tánatos puesta en todas y cada una de las categorías que encaramos a diario. Uno puedo decir ojo que lo erótico está combatido, está mal visto, tenemos la institución tanática por referencia, que por más que se ‘afrancisque’ un poco de cualquier manera sigue siendo una institución tanática, una institución represora, cómplice, como es la Iglesia, que obviamente si uno habla de lo erótico precisamente tiene que estar diciéndole ‘mire, que no estamos hablando de lo sexual propiamente dicho’, peor porque estamos hablando de esta cuestión de dotar de vida, alegría y sexualidad a la sociedad toda".
El psicoanálisis y el capitalismo
Al ser consultado acerca de esta relación y específicamente sobre si el psicoanálisis ayuda de alguna manera a la gente a vivir en el capitalismo sin cuestionarlo, Garaventa reflexionó: "efectivamente la sociedad capitalista tiene todo un trabajo de apoderamiento del psicoanálisis, por eso el psicoanálisis se ha anquilosado en la forma en que lo hizo, y en todo caso lo que existe son algunas corrientes bastante más cuestionadoras, más revolucionarias, que en realidad lo que hacen es un cuestionamiento al status quo y a todo el proceso social como está dado. Alfredo señala con absoluta claridad cuál es la herramienta principal de la que se apodera la sociedad capitalista, burguesa, como se quiera llamarla, que es la cuestión de sostener que el psicoanálisis ha de ser esencialmente neutral, en el sentido de que trabajamos con la cabeza y los conflictos del paciente, la realidad social tiene que quedar afuera, porque nosotros somos apolíticos, incluso los códigos de ética suelen decir que no tienen que entrar ni cuestiones religiosas, ni políticas al consultorio. Entonces yo creo que el capitalismo no lo logra en su totalidad, pero que hay un psicoanálisis absolutamente al servicio de las cosas sigan como están y al servicio cada vez más claro de emparchar a las personas para que puedan seguir siendo rápidamente una herramienta más de la maquinaria productiva. De eso no tengo ninguna duda".
A su vez, Garaventa señaló: "los riesgos con los que uno se enfrenta con la sociedad capitalista es que toma nuestras herramientas, les saca el filo, les lija la punta y pareciera que estamos trabajando con esas herramientas pero resulta que no, estamos laburando para la cultura represora, para adaptar individuos, esta cosa de estamos bien sin joder demasiado. El otro día Alfredo, respecto a esta cuestión del capitalismo con derechos humanos, decía con una contundencia absoluta que si hay capitalismo no hay derechos humanos porque están en las antinomias, porque ya pasamos la cuestión del capitalismo humanizado allá por los ’50 que terminó justamente en más explotación, más represión, terminó en esas cuestiones modernas de la ocupación a destajo".
Afuera y dentro de Tribunales
En 2007, se realizó en Mar del Plata, el Tribunal de Pensamiento Contra Delitos de Lesa Sexualidad, del que Alfredo Grande y Jorge Garaventa formaron parte. Respecto a esa experiencia, Garaventa manifestó que para él significó un antes y después: "creo que es algo que hay que seguir difundiendo porque fue un movimiento realmente conmovedor. Estamos hablando de todo lo que se hizo desde el seminario marplatense de Psicoanálisis Implicado alrededor del juicio e impunidad de (Fernando) Melo Pacheco, un profesor de educación física que abusó de 39 chicos, que testimoniaron, los peritos afirmaron que había habido abuso, y que los jueces consideraron que en realidad había sido el delirio de una madre que había contagiado al resto y que a partir de ahí todos los chicos fueron influenciados. Este proceso nos horrorizó de tal manera que desde el seminario, conducido por Alfredo, se decidió hacer lo que era un tribunal ético que fue una cosa maravillosa, primero porque estuvimos en un teatro colmado de gente que se bancó toda una tarde donde hubo testigos, fiscales y hubo un tribunal que finalmente decidió declarar culpable a la Iglesia Católica por los delitos de abuso sexual infantil. Esto fue en el corazón de Mar del Plata y marcó un hito. Obviamente es cierto que produjo anticuerpos, y entonces el resto de la sociedad después no continuó el trabajo, pero creo que un poco señaló cuál es el camino a seguir en este tipo de casos. No alcanza solamente con la denuncia, con ir a los diarios, sino que hay que hacer una movilización donde se vayan sumando sectores populares. Se critica mucho la militancia contra el abuso sexual infantil, pero es necesaria en la medida en que después, cuando uno está en función pericial o terapéutica, entienda cuál es la diferencia, que no es la des-implicación. La des-implicación es justamente cortar la punta al cuchillo para que no pinche, cumplir la función específica es tratar de, con las herramientas para las que estamos habilitados a trabajar, demostrar que lo que estamos denunciando existió, pero denunciarlo adentro y afuera de tribunales, sino no hay salida posible".
Garaventa mencionó otros dos hechos que para él también marcaron, al igual que el tribunal en Mar del Plata, un antes y un después: "el último fue la masacre de Cromañón, y el otro fue la movida santiagueña, un movimiento que hicimos en Santiago del Estero para tratar de que se condenara a un abusador que era funcionario del gobierno de Juárez y que había abusado de su hija, hicimos todo un movimiento que se llamó la ‘movida santiagueña’, fue un trabajo de una semana que finalmente dio resultado positivos".
Violencia social
Finalmente, en el programa Sueños Posibles se le pidió a Jorge Garaventa una reflexión acerca de los casos de violencia en las escuelas y entre adolescentes, de los que los medios dan cuenta en forma permanente: "yo vengo planteando la vigencia de la educación golpeadora, que antes era abierta y a la luz del sol, y ahora es vergonzante y encubierta pero sigue existiendo. Yo todavía sigo sin entender cómo habiendo treinta mil desaparecidos, nos podemos sorprender de que los niños ejerzan violencia entre sí en la escuela, y por otro lado que estando en una sociedad que sufre y ejerce la violencia, qué van a hacer los niños. Lo más horroroso de esta cuestión es haber inventado una palabra como bullying y pretender suponer que hay niños que son responsables de agredir a los otros sin, de alguna manera, hacer un análisis un poco más profundo en relación a que esto que está pasando es lo que pasa en la sociedad, no existe la violencia en la escuela, existe la violencia que se refleja en la escuela, pero es violencia social".
Como todas las entrevistas con Jorge Garaventa, sus reflexiones acerca de cualquier temática a la que haga referencia no pasa desapercibida y deja pensando, a la espera de una nueva charla con él.