Argentina, la
lucha continua....
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Un viaje hacia las utopías revolucionarias (LXXI): "Yo tuve un hermano…"
Manuel Justo Gaggero
"... que iba por los montes mientras yo dormía. Lo quise a mi modo. Le tomé su voz libre como el agua…".
En este poema, escrito en aquel año 1967 por Julio Cortazar, se resumía todo lo que sentíamos los latinoamericanos que recibíamos informaciones, cada vez mas desesperantes, sobre el duro y desigual combate que libraba en la selva boliviana el Che y los revolucionarios que lo acompañaban.
A la caída en combate de Tamara Burke -Tania-, nuestra compatriota, en aquellos días de finales de agosto, se sumó la de otros compañeros cubanos, al mismo tiempo que los diarios del sistema anunciaban alborozados que el Comandante se encontraba rodeado y que su captura era cuestión de tiempo.
En el mismo momento que se libraban estas batallas en el país del altiplano, en otro continente en el que también había combatido nuestro compatriota -Africa- surgían los movimientos de liberación en las colonias portuguesas que tomaban su nombre como bandera de lucha; el Movimiento Popular de Liberación de Angola, liderado por Agostinho Neto y el Frente de Liberación de Mozambique, dirigido por Samora Machel.
Por su lado se extendía la lucha contra el colonialismo norteamericano en toda la península indochina -Vietnam, Laos y Cambodia- y surgían movimientos solidarios con los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional dirigido por nuestro connacional en Bolivia, que se extendían en Europa y en el propio corazón del Imperio en los Estados Unidos.
En nuestro pequeño reducto -Paraná- lográbamos una pequeña victoria del sindicalismo combativo al obtener la libertad de Mario Broin -el Secretario General del nuevo agrupamiento de trabajadores de la construcción surgido en el obrador del Túnel Subfluvial Paraná-Santa Fe-.
La misma fue ordenada por el Juez Federal que rechazó, a nuestro pedido, las falsas imputaciones realizadas en contra del compañero, al que acusaban de "espía al servicio de la Unión Soviética".
La sanción de la "ley anticomunista"-17.401- a finales de agosto de ese año, había exacerbado la campaña macartista no sólo de la Dictadura, sino también de la dirigencia política y sindical burocrática de nuestro Movimiento.
El 21 de setiembre, acompañando los festejos del día del estudiante, colocamos algunas cajas lanza volantes en el centro de la ciudad.
En los mismos reproducíamos párrafos del Mensaje a la Tricontinental del Che y criticábamos la política económica del régimen castrense.
A principios de ese trágico año se había hecho cargo del Ministerio de Economía Adalbert Krieger Vasena directo descendiente de los propietarios de los Talleres Vasena donde se produjo una violenta represión, en 1919, conocida como la "Semana Trágica".
Consecuente con esa tradición familiar dio a conocer un plan económico rumbosamente denominado "de Estabilidad y Desarrollo", que por las pautas concretas que proponía tendía a favorecer a la gran burguesía aliada al capital financiero internacional y a los sectores mas concentrados dedicados a los agronegocios.
Apuntaba a profundizar la penetración del capital extranjero y a desnacionalizar la economía; todo a expensas del pueblo trabajador y de las capas medias.
La devaluación del dólar, la "concertación" de precios, la prohibición de discutir los convenios colectivos de trabajo, el congelamiento de los salarios, formaban parte de este "modelo".
La supuesta "Revolución Argentina", saludada por parte de la dirigencia burocrática del movimiento obrero que encabezaban José Alonso y Augusto Timoteo Vandor, en los hechos concretos facilitaba la superexplotación de los trabajadores, al mismo tiempo que favorecía a inversionistas yanquis que compraban, por "monedas", paquetes accionarios de diversas empresas -incluidos bancos- al borde de la quiebra.
Al mismo tiempo que crecía la oposición en el movimiento obrero la designación de Bernardo Alberte como Delegado de Perón en la conducción del Movimiento, daba un vuelco de 180 grados; colocando a este en franca oposición a la Dictadura.
El "yorma" -como le llamábamos cariñosamente a este mayor del Ejército perseguido por la contrarrevolución-, tomó contacto con Alicia Eguren y John William Cooke.
Tuve el privilegio de conocerlo y de apreciar sus condiciones personales y su firme y sólida postura de un "nacionalista revolucionario", absolutamente leal al General.
En ese escenario de luchas y de actitudes complacientes con la Dictadura desarrollábamos nuestra actividad, cuándo una noticia, que era como la "crónica de un final anunciado", nos sacudió profundamente.
Ernesto -el Che- Guevara había caído en combate en el Vado del Yeso -en la Quebrada del Yuro- aquél trágico 8 de octubre y había sido asesinado, por los mercenarios bolivianos que cumplían órdenes de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense -la siniestra CIA-.
Que nos paso en aquel momento, como afectó al conjunto del movimiento revolucionario del Tercer Mundo este trágico "triste y solitario final", será el tema de nuestra próxima nota.
Manuel Justo Gaggero es abogado, ex director del diario "El Mundo" y de las revistas "Nuevo Hombre" y "Diciembre 20".