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Tucumán: Después de 35 años, despidieron a sus familiares desaparecidos en la última dictadura
PRIMERA FUENTE
Los restos de Miguel, Hugo y Avelino Alarcón, identificados recientemente, descansarán a partir de hoy en el cementerio del Norte.
"Por pensar diferente fueron víctimas de atrocidades", expresó Juan Roldan, familiar de las víctimas. "Esta familia la ejecutaron sin juicio previo. Juicio, condena y cárcel común para los culpables", sentenció Virginia Sosa, presidenta de Fadetuc (Familiares de Desaparecidos de Tucumán), quien junto a miembros de otras agrupaciones de Derechos Humanos, acompañaron el proceso velatorio durante la jornada de ayer.
La familia Alarcón fue raptada de una vivienda en el Corte en Yerba Buena, donde Avelino y su esposa Argentina Adelaida Sosa trabajaban como veladores, el 26 de febrero de 1977. Junto a ellos, Hugo Marcelo Alarcón, su esposa, Virginia Rosa Olivera de Alarcón, su hija, Mónica Silvia Alarcón (de un año), Arcelia del Carmen Alarcón, Miguel Avelino Alarcón y Argentina Alarcón, también desaparecieron esa noche.
Según el relato de Juan Roldan, esposo de Nelly Alarcón (familiar directo de las víctimas), "Todos ellos fueron llevados con los ojos vendados y de forma violenta".
Ese día, también secuestraron a otros cinco niños de la casa. Todos, a excepción de Mónica Silvia Alarcón, fueron entregados a la familia por personal policial, una semana después del hecho. Los restos de Avelino, Miguel y Hugo Alarcón fueron identificados hace dos semanas. Aún restan identificar los restos de 5 familiares de Nelly.
Según creen los investigadores, los restos de Adelina Sosa, y de sus hijas Arcelia y Argentina Alarcón, Virginia Olivera, y Mónica, también se encontrarían entre los cuerpos hallados en la fosa común del Ex Arsenal Miguel Azcuénaga.
A fines de marzo de 2011 se había detectado la primera remoción de tierra, y en esa ocasión se descubrieron restos, algunos de ellos parcialmente quemados. Junto con esos huesos, se hallaron proyectiles de armas de fuego, restos de ropa y de calzados. Según detalló el informe forense algunos de los esqueletos tenían las manos atadas y que había neumáticos que se habrían utilizado para iniciar el fuego.
La hipótesis preliminar, indica que primero se produjo la quema de cuerpos, después la remoción de la fosa mediante el uso de la máquina y, finalmente, el relleno. Los trabajos en el predio están a cargo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), con la colaboración del Grupo Interdisciplinario de Arqueología y Antropología de Tucumán.