LUIS MATTINI
|
Errar es humano, recordar es muy difícil
Por eso se inventa la memoria! (Parte II)
Por Luis Mattini
La Fogata
Completando lo expresado en mi nota anterior titulada "Errar es Humano, …." , empiezo destacando que mi referencia a la Bastilla no fue casual, porque hay que reconocer que los franceses son maestros de la Memoria, se la impusieron al mundo y no con monumentos sino contando la historia desde su punto de vista.
Por eso ellos no necesitaron ni monumentos, ni guardapolvos blancos en las escuelas, ni himnos nacionales recitados por pequeños muertos de frio en el patio del establecimiento, ni banderas, ni muchos de nuestros gastados símbolos supuestamente patrióticos, para sustentar la fragilidad de la memoria. Y eso fue así, no porque los franceses sean una cultura o una raza superior, sino porque la Revolución Francesa fue la mas radical y autentica y sobre todo perenne (valga la licencia poética para esta contradicción semántica) de las revoluciones. Así, podemos recordar cómo nos contaba el profe en la secundaria que la destrucción de la Bastilla no fue la decisión administrativa de un gobierno, sino la acción de un pueblo enardecido!!!! Cosa que no ocurrió aquí porque aquí no hubo una revolución sino una contrarrevolución.
Y mi intención en esta nota es decirle a los amigos que, yo creo que la polémica no pasa por si hay que destruir o no los monumentos al terror….si hay que demoler o no la ESMA ….
No, esa no es mi discusión, no me preocupan los edificios…sino poner en la mesa del debate, el desagradable hecho de que parte de resultado indirecto de la contrarrevolución es la apropiación de la historia por parte de sectores sociales que fueron pasivos, o bien algunos descendientes biológicos de aquellos activos, que aprovecharon el espacio abierto por la derrota que sufrimos los que le pusimos el cuerpo a la revolución. Lugares que quedaron vacíos por muertos, desaparecidos y también por los que estábamos intentando recuperar la iniciativa perdida a partir del 24 de marzo para evitar la contrarrevolución. O sea, mal o bien, haciendo la historia.
Con todo dolor debemos admitir que fracasamos…. Y que fracasamos en toda línea. Debemos tener claro que no hubo medias tintas; nuestra derrota fue el triunfo de la contrarrevolución. Esto es lo que sí quisiera poner en el debate. Recordar que aquí no solo no hubo una revolución sino, peor aún, hubo una contrarrevolución triunfante.
Y de ese fracaso se agarraron aquellos que no fueron protagonistas, testigos (las mas de las veces en la cocina de sus casas), escritores costumbristas que hoy hacen una reivindicación del pasado pero en aquellos momentos fueron muy críticos del "extremismo" de Santucho.
Los años pasaron inexorablemente. El poder venció en toda regla, de eso no cabe la menor duda. No hubo revolución como en Francia; por eso no hubo destrucción de la Bastilla Argentina. El sistema de gobierno actual es consecuencia del triunfo de la contrarrevolución. No nos olvidemos que los militares se retiraron cuando la subversión estaba aniquilada y fueron ellos los que llamaron a elecciones. Alfonsín y todos los gobiernos siguientes existen gracias al triunfo de los militares!!!!!. O sea …el país volvió a ser el que era antes El sistema actual no difiere de Frondizi, Illia o Isabel Perón! Y ni siquiera es como el Estado de Bienestar de los dos primeros gobiernos peronistas…
Nosotros fracasamos, pero no perdimos los sueños y desde entonces estamos intentando volver a empezar.
Mal de muchos no es consuelo, claro está, pero con el tiempo aprendimos que, nos guste o no, la única revolución que no retrocedió en la historia, fue la Francesa. Fue la revolución de la burguesía, se hizo en el nombre del pueblo pero fue de la burguesía. Y, en consecuencia, no necesitó de monumentos artificiales para mantener la eterna memoria. Es tal su fuerza que sigue siendo el modelo de revolución.
Pero el caso de Argentina es realmente patético. La sociedad actual, incluso el modelo productivo, es el triunfo total de los militares, quienes no fueron "demonios" que se enloquecieron para atacar a unos jóvenes también "endemoniados" que se largaron a una infantil locura. Los militares aplicaron el terrorismo de Estado porque esa era la única manera de derrotar a la "subversión", las Organizaciones revolucionarias que por primera y única vez en la Argentina, pusieron en peligro al Poder. El terrorismo de Estado fue, entonces, una estrategia para derrotar la revolución. Y la ESMA, en ese sentido, es un símbolo de la derrota de la revolución. Es el más sólido monumento a la contrarrevolución triunfante. Por eso está en pie.
Dije que el asado era solo consecuencia de la banalización de la lucha de los setentas. Ahora voy más a fondo: La utilización de esos espacios- donde nuestros compañeros dejaron a jirones la vida – para festejar la consolidación del país, del modelo socio económico cultural contra el cual luchamos, es más de lo que el dolor puede soportar. Es una burla. Es directamente celebrar la existencia de instrumentos eficaces para derrotar aquellos sueños. Esa es para muchos de nosotros la peor expresión de la derrota.
Por eso no me interesa discutir los destinos de la ESMA y su utilización…ni me preocupa que haya entidades que, como ocurre en momento de escribir esto, publican solicitadas de sobrevivientes que apoyan esas iniciativas, respaldando la torpeza del Ministro Alak; cada uno tiene derecho a cambiar sus ideas y propiciar la sociedad que aspira ahora. Pero mientras haya un solo sólo sobreviviente que se oponga al horror de festejar de ese modo la derrota de los sueños…yo estaré de su lado.
Fuente: lafogata.org