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Argentina, la lucha continua....

Los reclamos y la puja por el ingreso serán más duros en 2012

Irina Santesteban
LA ARENA

El distanciamiento del jefe de la CGT, Hugo Moyano, con el gobierno nacional, permite augurar un próximo año conflictivo, a la luz de los reclamos que no son atendidos por los empresarios ni por el gobierno.

Aunque las campañas electorales en el país y las provincias se llevaron casi toda la atención en el año que está terminando, los conflictos gremiales y reclamos sectoriales tuvieron lo suyo.

En el sur, los trabajadores petroleros y docentes bloquearon las entradas de las plantas de Repsol y de otras firmas, por varios días, en el primer caso en un duro conflicto que "se llevó puesta" a la dirección del sindicato. No obstante, luego los petroleros volvieron a la carga, porque las contratistas no cumplieron con el pago de los salarios que habían acordado durante las negociaciones. Los docentes también protagonizaron un largo reclamo, que costó muchos días de clase, mientras el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni protestó porque Argentina es el país de la región latinoamericana con más paros en el área educativa. Aunque el funcionario reconoció que "los reclamos son justos", acorde a la línea que baja desde la Casa Rosada, abogó porque los conflictos se diriman de otra manera.

Larga marcha

Entre abril y julio, los integrantes del Frente Nacional Campesino realizaron una caminata que salió desde Salta y llegó a Plaza de Mayo, luego de recorrer 1.700 kilómetros.

El sentido de esta larga marcha fue denunciar la difícil situación que viven los campesinos pobres y pequeños productores rurales, por el uso y la tenencia de tierras en la Argentina y los desalojos que sufren los poseedores ancestrales en varias provincias. También pidieron que se dote de mayor estructura y presupuesto a la Subsecretaria de Agricultura Familiar, para agilizar los diagnósticos, la elaboración de proyectos y la ejecución de emprendimientos sustentables.

En ese marco, aunque muy insuficiente, la Ley de Tierras que aprobó la semana pasada el Congreso Nacional, podría ser un punto inicial para comenzar a dar soluciones a este postergado sector.

Los campesinos se quejaron de que "el campo" esté representado por la Mesa de Enlace que, según expresan, pertenece "al viejo modelo de país agroexportador, de concentración de la tierra en pocas manos, de acumulación de la riqueza en manos de grandes empresas, y de pobreza, desalojo y destrucción para pequeños y medianos productores".

Y denunciaron que esos sectores se están quedando con todas las tierras del país y exigieron que se construya otro modelo agrario que beneficie a todos los productores y a todos los argentinos.

Ganancias

Un reclamo que atravesó a varios gremios fue el de pedir la derogación de la categoría cuarta para el pago del impuesto a las Ganancias, que se aplica sobre los salarios que superan el mínimo no imponible establecido por la ley.

Como el gobierno nacional no actualiza este monto al mismo ritmo que los incrementos salariales y tampoco ha renovado las escalas que se aplican desde la última reforma que hizo el entonces ministro José Luis Machinea en el año 2000, durante el gobierno de Fernando de la Rúa, cada día son más los trabajadores de ingresos medios y altos que deben tributar este impuesto.

Bancarios, lucifuercistas, camioneros, judiciales o petroleros son algunos de los gremios que reclaman al gobierno, sin respuesta, para que se derogue el impuesto a las Ganancias sobre los salarios o, al menos, se aumente considerablemente el monto del mínimo no imponible.

Esa fue una de las demandas de Hugo Moyano, en su duro discurso del pasado 15 de diciembre, cuando se animó a enfrentar al gobierno de la presidenta Cristina Fernández, que cinco días antes había asumido su segundo mandato, luego de su contundente triunfo en las urnas, con un 54 por ciento de votos.

Otro reclamo

El otro reclamo del camionero, que ya ha sido archivado por la presidenta, es el de la ley de Reparto de las Ganancias de las empresas, proyecto que el diputado cegetista Héctor Recalde había presentado en el Congreso Nacional en abril de 2010. La presidenta, en la 17º Conferencia de la Unión Industrial Argentina dijo claramente que el reparto de ganancias debía ser acordado en paritarias y no impuesto por ley, con lo cual desautorizó el reclamo de la CGT. Su discurso fue música celestial para los empresarios, que no quieren ni en broma que los sindicatos les husmeen sus balances, para comprobar a cuánto ascienden sus ganancias netas.

Beneficios

Es que, aún con los conflictos sintéticamente enumerados en esta nota, las empresas, sobre todo las multinacionales, no dejan de ganar buena plata en nuestra Argentina, país generoso.

Según una información publicada en el la edición digital de Clarín, del 26 de julio, Repsol registró en el segundo trimestre del año un beneficio neto de 579 millones de euros, en baja principalmente por los conflictos sociales en Argentina y la guerra civil de Libia que le obligó a suspender la producción en este país.

Aún con esos dos problemas, en el conjunto del semestre enero-junio, las ganancias netas de Repsol totalizaron 1.344 millones de euros, con un ligero aumento de 0,4 por ciento respecto al mismo periodo de 2010.

Repsol reconoció que, a pesar de la merma de sus resultados por los dos factores referidos, los mismos fueron compensados por la "mejora de los precios internacionales del crudo, la recuperación del negocio químico de Repsol y los excelentes resultados de su división de GNL (gas natural licuado)".

Participación

Para hablar en criollo, ¡ni haciéndoles huelga pierden plata estos monopolios! Y después se quejan cuando los trabajadores pretenden que se cumpla el precepto constitucional que reza: "Participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y participación en la dirección".

Ni una cosa ni la otra, para los grandes empresarios, si hay pérdidas o crisis económica, como en 2008, los trabajadores tienen que bancarse suspensiones y despidos. Pero si hay ganancias, son todas para los dueños, y no hay que pedir mucho aumento salarial, porque si no "producen inflación".

Hasta ahora, Moyano había sido casi un aliado de los empresarios, cuando negociaba las paritarias, fijando un "techo" al reclamo del resto de los gremios. Pero despechado por los pocos lugares obtenidos en el reparto de candidaturas oficiales, y desairado en sus dos reclamos principales, el líder de la CGT puede ser un dolor de cabeza para el gobierno y para los propios empresarios.

Más reclamos

Independientemente de ese "factor Moyano", lo más importante de apreciar es que el 2012 será de menor crecimiento económico (la ley de presupuesto prevé algo más del 5 por ciento de aumento del PBI, inferior al casi 8 por ciento de este año). Habrá recortes al salario vía inflación y menos subsidios, aumento de servicios y, en una medida que no se puede estimar bien aún, coletazos de la crisis internacional. Esta perspectiva para el mundo del trabajo lo hará reclamar en forma más airada que en 2011, tanto al sector público cuanto al privado.

Fuente: lafogata.org