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Medio Oriente - Asia - Africa

S�lo los refugiados palestinos pueden renunciar a su derecho de retorno

Ghada Karmi
Guardian.co.uk
Traducido para Rebeli�n por J. M. y revisado por Caty R.
Negotiators cannot legally speak for Palestinian refugees

Mientras los �papeles de Palestina� revelan nuevas propuestas para hacer frente al problema de los refugiados, vale la pena recordar las restricciones legales.

Ning�n asunto ha sido tan espinoso y tan fundamental para el proceso de paz entre israel�es y palestinos como el derecho de retorno de los palestinos. Aunque durante mucho tiempo estuvo postergada porque, sin justificaci�n, Israel la considera una amenaza a su existencia y en consecuencia tambi�n la marginaron los dirigentes occidentales, la cuesti�n de los refugiados se ha negado a desaparecer y vuelve c�clicamente. Para los refugiados, por el contrario, tiene un car�cter casi sagrado.

Los refugiados son las personas que huyeron o fueron expulsadas por el ej�rcito israel� para lograr el establecimiento del Estado de Israel en 1948. En aquel momento eran alrededor de 750.000 personas, las tres cuartas partes de la poblaci�n �rabe de Palestina, pero en la actualidad son muchos m�s. En 2007 ellos y sus descendientes fueron estimados por el Centro de Recursos Badil para la Residencia y Derechos de los Refugiados en 7,6 millones, de los cuales 4,6 millones son refugiados registrados por las Naciones Unidas.

El derecho de retorno palestino est� consagrado en el derecho internacional y existen precedentes hist�ricos confirmados en repetidas ocasiones por las Naciones Unidas. La resoluci�n 194 fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1948 haciendo un llamamiento a Israel para repatriar a los �desplazados por el conflicto reciente� con una compensaci�n por sus p�rdidas. La Declaraci�n Universal de los Derechos Humanos del a�o 1948 afirma que aqu�llos que dejan sus hogares por la raz�n que sea tienen todo el derecho a volver a ellos. Este precepto se ha aplicado a menudo, recientemente con los kosovares desplazados.

Sin embargo nadie ha logrado que ese derecho se cumpla en el caso de los palestinos, aunque se trata, seguramente, del problema de refugiados m�s antiguo del mundo. Esto se debe por completo a la negativa de Israel a repatriar a los refugiados bas�ndose en que esto destruir�a el car�cter jud�o del Estado, y la aceptaci�n impl�cita de Occidente de este argumento. En consecuencia, desde finales de 1990, Israel y los pa�ses occidentales han presentado una serie de propuestas �indemnizaciones individuales o colectivas, asentamientos en sociedades de acogida, traslado fuera de las fronteras de Israel- destinadas a eludir el derecho de retorno de los refugiados palestinos a Israel.

Una propuesta de EE.UU. dada a conocer a mediados de 2010 propon�a la instalaci�n de algunos refugiados en zonas especiales en la frontera entre Libia y Egipto y en Irak, e integrar al resto en pa�ses �rabes de acogida, con financiaci�n de los pa�ses �rabes. Que semejantes ideas tan poco realistas circulen cada vez m�s, es un poderoso reconocimiento indirecto del derecho de retorno, incluso despu�s de 62 a�os.

A�n as� no puede sobrevivir por mucho tiempo. El proceso de paz que pretende una soluci�n de dos Estados puede acabar sacrificando a los refugiados. En un intento desesperado por arrancar concesiones a los israel�es, los negociadores palestinos a�n pueden jugar su �ltima carta con la renuncia al derecho de retorno.

El plan de paz �rabe del a�o 2002 se refiere a una soluci�n justa para los refugiados que malviven bajo presi�n en el L�bano. Debajo de la ret�rica subyace silenciosamente la aceptaci�n de que el retorno de los refugiados a Israel es imposible y que hay que elaborar otros planes. Muchos ya se han convencido de esta idea. Pero esto ignora la ilegalidad de tales estrategias. El derecho de retorno es un derecho individual y nadie, excepto los propios refugiados, puede negociar su situaci�n.

En cualquier caso los negociadores palestinos actuales no fueron elegidos ni son representativos de los refugiados, de manera que, jur�dicamente, no pueden hablar por ellos. Si lo hacen, y esto puede llegar a ocurrir, s�lo se agravar�a la injusticia cometida en 1948 y se perpetuar�a el conflicto en las pr�ximas d�cadas.

Ghada Karmi es codirectora del Centro Europeo de Estudios Palestinos de la Universidad de Exeter

Fuente: http://www.guardian.co.uk/world/2011/jan/24/palestinian-refugees-right-return

Fuente: lafogata.org

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