Parece que hay que contarlo y aclararlo una y otra vez. Y eso que fue uno de los casos que se utilizó para condenar a las Juntas genocidas en 1985. Y eso que fue uno de los casos que permitió se condenara a los asesinos y torturadores del centro clandestino de detención El Atlético en el juicio donde yo misma fui testigo en febrero de 2010. Sin embargo, una y otra vez somos los familiares los que tenemos que volver a contar la historia. Así sucede año tras año, en cada acto electoral: ir a la mesa donde Teresa tendría que votar y pedir al presidente de mesa que coloque al lado de su nombre que no puede venir a cumplir ese derecho porque se le cercenaron todos sus derechos.

Y entonces, muchas veces, la discusión con la autoridad de mesa de turno. "Que no se puede hacer eso", me dijeron en ocasión de las últimas elecciones en la Ciudad de Buenos Aires. "¿Qué importa si se puede o no?", le dije. "Se debe", y no me moví hasta que lo escribió en los padrones.

¡Pero si se aprobó una ley que dice que debe figurar así en los padrones!. Ah, pero para eso hay que iniciar un juicio por ausencia por desaparición forzada. Una y otra vez volver a empezar, una y otra vez teniendo que demostrar por qué Teresa no está. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo!!!!!? No te preocupes querida Teresa, yo les voy a explicar nuevamente hoy, 14 de agosto, nuevamente el 23 de octubre, nuevamente, una y otra vez, tantas veces como sea necesario. ¡Hasta que tus sueños sean una realidad!