Sin lugar a dudas, los comicios realizados en Neuquén el pasado fin de semana marcan como novedad para los sectores del campo popular la elección de Alejandro López -trabajador de la fábrica recuperada Zanón- como diputado provincial por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT).

Enseguida de confirmarse los resultados de la elección planteó que asumiría su banca por un año para permitir que tengan representación legislativa el resto de las fuerzas que componen el frente y que además seguiría ganando en concepto de haberes lo mismo que percibía en la fábrica para destinar el resto de la dieta a un fondo de huelga, además de poner su banca a disposición para luchar por el trabajo genuino, los derechos de los pueblos originarios, y por vivienda, salud, educación, justicia, e igualdad de género.

El ex Secretario General del Sindicato de Obreros Ceramistas y diputado electo en representación de la Agrupación Marrón en una entrevista realizada antes del proceso electoral nos contó cuál era el significado de asumir esa candidatura para el conjunto de los trabajadores de Zanón y las razones que tuvieron para construir un frente con otras fuerzas de izquierda.

-Nosotros después de mas de una década de lucha, -el primer conflicto fue recuperar la interna en el 98, en el 2000 recuperamos el sindicato, en el 2001 tomamos la fábrica- hemos ido madurando esta definición y entendemos que la lucha sindical tiene limites; entonces también hay que darla en el terreno político que es donde se toman las decisiones. Siempre se ha acostumbrado a los trabajadores a que en este terreno no nos tenemos que meter, entonces nos parece que, la verdad, estamos dando un paso importante. Lo damos en un marco difícil porque justamente se ha logrado un frente de la izquierda a nivel nacional entre los compañeros de PO, del PTS, compañeros de Izquierda Socialista, por dos razones fundamentales: una tiene que ver con la cantidad de compañeros procesados que somos y más de 5 mil compañeros procesados por luchar a nivel nacional, y la otra razón es que hay un claro ataque a las organizaciones de izquierda y en cierta manera al movimiento obrero porque las organizaciones de izquierda tienen trabajo en las fabricas y en la organización obrera que tiene que ver con la proscripción que está sufriendo la izquierda.

Estas dos razones han tenido bastante que ver con que se haya podido lograr este Frente de Izquierda a nivel nacional y acá, en Neuquén, con la particularidad que están estas mismas organizaciones y nosotros que nos hemos sumado, que somos de la Agrupación Marrón, agrupación independiente, no militamos ene ninguna extracción partidaria pero si militamos en el sindicato, en la agrupación que históricamente dirige el Sindicato de Ceramistas, la comisión interna de las otras cuatro fábricas, que sostiene el control obrero tanto en Steffani como en Cerámica del Sur, en Zanón. La Agrupación Marrón ha decidido en su plenario dar este paso que nos parece muy importante; ahora ¿que vamos a hacer? Nosotros no apuntamos todo nuestro esfuerzo a una salida electoral, a nosotros nos parece que es un espacio importante donde tenemos que dar la pelea pero nuestro lugar sigue siendo la lucha, la calle, la movilización, la coordinación tanto a nivel nacional como a nivel provincial con el resto de los trabajadores.

-¿Cómo llevan a cabo esa coordinación?

-Nosotros somos parte del Movimiento Sindical de Base a nivel nacional junto a los compañeros ferroviarios, los compañeros de la alimentación, como Kraft Terrabusi, con los compañeros del subte, aeronáuticos, telefónicos y montón de organizaciones, así que nos parece que en esta oportunidad estamos dando un paso importante pero enfocado en una construcción de una herramienta política con un claro sentido de clase y sobre todo respondiendo a los intereses de la clase trabajadora; ahí esta la diferencia y lo nuevo, y la noticia es que los trabajadores hacemos política cuidando los intereses de nuestra clase, la clase trabajadora, y vamos a dar la pelea en un terreno difícil como es la Legislatura, en un terreno donde ahí sabemos que se votan las leyes para cuidar la propiedad privada, donde se votan las leyes para cuidarle los intereses a los grandes empresarios y los que gobiernan; entonces la pelea va a ser difícil pero nosotros decimos que en este lugar tenemos que dar la pelea, pero la pelea en realidad va a estar en la calle y en la relación de fuerzas que podamos conquistar y la construcción que podamos hacer. Así que esa es la estrategia o el planteo en el cual estamos trabajando.

-¿Piensa que el apoyo de la comunidad hacia la lucha por la expropiación se puede trasladar al terreno electoral?

-Vamos a ver, lo que vamos a hacer es ser consecuentes con nuestra práctica y con nuestra lucha, todo lo que nosotros hemos venido luchando a lo largo de estos diez años, porque no solamente hemos luchado por la fuente de trabajo nuestro, nosotros hemos tomado la defensa de la salud pública, la defensa de la educación pública, la defensa de la vivienda, que todos tengamos una vivienda digna, porque acá por ejemplo en Neuquén hay mas de 70 tomas, hay mas de 50 mil familias que no tienen vivienda, entonces son demandas que nosotros permanentemente hemos planteado: los recursos naturales, el petróleo, nosotros acá consideramos que se debe tener otra política con el tema de los recursos naturales y está todo el dinero como para subsanar todas las necesidades que tiene el pueblo y sobre todo la demanda de los trabajadores, ya sea salario, precarización laboral; ese es nuestro programa, es lo que venimos reclamando a lo largo de esta década: los derechos de la mujer trabajadora, juntar a la juventud y sobre todo hacer un trabajo de forma conjunta con la sociedad que es la que siempre nos ha sostenido, así que la verdad es que es una etapa nueva, una etapa que vamos a dar todos pero sabiendo y siendo concientes que lo que no tenemos que abandonar es la lucha en la calle.

-¿Cómo analizan los trabajadores ceramistas esa definición de participar en el terreno electoral?

-En principio en las cuatro fábricas, cuando se planteó en las asambleas para que los compañeros se sumen a esta construcción no hubo inconveniente porque también todos de alguna u otra manera hemos hecho la experiencia de que no debemos confiar en los patrones, de que no debemos confiar en los que nos gobiernan sino que debemos confiar en nuestra propia fuerza, ni siquiera dejarnos la responsabilidad a los que hemos tomado la decisión de tomar este paso, porque esto tiene que ser una construcción colectiva y la tenemos que dar todos. Lo del frente ha generado mucha expectativa y sobre todo las candidaturas obreras, que tiene que ver con el trabajo durante años y con ser consecuentes con la práctica.

-¿Que análisis se puede realizar en relación a la izquierda partidaria que se une después de lo que denominan la ley proscriptiva de los K? ¿Por qué no hubo instancias anteriores para forjar una unidad?

-Hay un montón de razones, acá estamos hablando de la unidad de la izquierda consecuente, porque hace no mucho tiempo atrás la izquierda o todos los sectores que se hacen llamar de izquierda tuvieron que posicionarse acerca de, por ejemplo, uno de los temas que atravesó la política a nivel nacional, que fue el tema del campo y ahí se dividieron las aguas. Justamente yo creo que en muchas oportunidades no se ha unificado porque hay distintos programas, porque no todos responden con un sentido de clase o de lucha de clase hasta el final, porque hay organizaciones que se llaman de izquierda pero en realidad creen en la conciliación de clases, y ahí hay diferencias que son insalvables. Pero creo que en esta oportunidad se ha dado un paso que ahora va a requerir un esfuerzo de todos para poderlo sostener y sobre todo que este paso nos sirva para marcar una perspectiva hacia adelante y que podamos los trabajadores empezar a digitar nuestro futuro y a hacer una construcción propia de la clase trabajadora, en eso nosotros vamos a dar el máximo de los esfuerzos, junto a los compañeros de las organizaciones de izquierda con quienes se ha logrado este frente que es digno de respetar mas allá de las diferencias que podamos tener, pero son compañeros que dejan la vida militando; entonces se merecen el mayor de los respetos, pero la idea es que toda la clase trabajadora pueda avanzar en forma conjunta y que los compañeros que militan en las organizaciones de izquierda ayuden, colaboren a la maduración política de los trabajadores porque, si no lo hacemos, los Moyano lo hacen. Ellos están pidiendo un espacio de poder pero el espacio de poder que están pidiendo es para mantener sus intereses particulares y no los de la clase trabajadora; en la CTA vemos que hay una fractura enorme y, como tienen influencia, la patota sindical con la muerte de Mariano Ferreyra vemos que el gobierno nacional y los gobiernos provinciales tienen una clara política de judicialización y no de respuesta a la necesidad de los trabajadores; así que, la verdad es que el desafío es grande y la responsabilidad es grande y como tal tenemos que dar una respuesta a la altura de las circunstancias.