Argentina, la
lucha continua....
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Argentina, Santa Cruz. Triunfó una huelga histórica: Cayó la burocracia petrolera
PRENSA OBRERA
Los petroleros han levantado la huelga de 26 días con un desenlace que tendrá enormes consecuencias.
Ciertamente, el gobierno -con la colaboración de la burocracia de la Federación Petrolera- ha impuesto un interventor. Pero el cuerpo de delegados ha impuesto el grueso de los puntos solicitados. Se han firmado actas donde se respeta la estabilidad y mandato de los delegados de base, compromete que la intervención funcionará en conjunto con una comisión provisoria designada por el cuerpo de delegados, los paritarios serán elegidos en asamblea, toda la Comisión Directiva de Segovia y Retamoso queda destituida, la Junta Electoral también será elegida en asamblea y las elecciones se realizarán en 120 días corridos, tiempo que también se fija como plazo para cerrar la discusión del convenio laboral que incluya una pauta salarial de la cual ahora sólo se toma un 10% a cuenta y la suma de 25.000 en cuotas hasta fin de año.
La sensación de victoria es muy grande entre los compañeros por el conjunto de los compromisos arrancados y por el desarrollo del movimiento, y tal vez, más que nada, por un detalle significativo: se pagaron los días caídos de 26 días de huelga.
El levantamiento
En una conferencia de prensa, el interventor Flaquier, designado por la Federación, junto al gobernador Peralta solicitaron a los petroleros que levanten los piquetes y se vuelva a trabajar.
Instantes después, los delegados salieron a los medios a decir que con ellos no se habían reunido y que no tienen copia de las actas, lo que reclamaron como condición para cualquier levantamiento. El delegado de una empresa de perforación de Las Heras rechazó la idea de un "levantamiento político" desde el gobierno, planteó que el paro se levantaría cuando lo decidan los trabajadores y denunció que "el gobernador Peralta se sube ahora al carro de la asamblea, pero ha sostenido todos estos años a Segovia".
Horas más tarde, los voceros del cuerpo de delegados informaron que levantaban a partir de las 20 horas porque lograron la firma de un acta con los puntos mencionados, aunque -un aspecto negativo- no convocaron a asambleas como las que se venían realizando.
Por su parte, la burocracia de Segovia -repudiado por las bases y abandonado por el gobierno- mantiene ocupadas las sedes sindicales de Caleta Olivia, Las Heras y Río Gallegos.
Desocupados organizados por Segovia cortan ahora los accesos a los yacimientos que están a la salida de Truncado y Las Heras, en una pulseada con el gobernador Peralta.
Programa y desenlace
En su plenario del sábado 23, los delegados habían aprobado un programa cuyos puntos salientes eran: Convenio Colectivo de Trabajo; aumento salarial; destitución de la toda la directiva; una comisión provisoria; paritarios electos; rendición de cuentas de los últimos diez años en cuentas bancarias y movimiento de fondos.
A los 25.000 pesos en cuotas iniciales se ha sumado el 10% de aumento. Es insuficiente, pero se abre la discusión con los paritarios electos. Ahora bien, el principal logro -que es la destitución de la burocracia y la convocatoria a elecciones- queda condicionado a la aceptación de un verdadero Caballo de Troya, que es el interventor.
La intervención -y todas las concesiones y maniobras que la acompañan- representa el intento final de cooptar al cuerpo de delegados por parte del poder político. Se abre una etapa de clarificación de posiciones en el propio seno de la asamblea de delegados, compuesta por unos 140 compañeros.
La caída de la burocracia es un paso gigantesco, logrado por la iniciativa de las bases. La continuidad de esta lucha se vincula a la creación de una agrupación y una lista que organice a los sectores más combativos, como fruto de la experiencia vivida.
Desoída y aplastada por designio de quienes, desde el poder, definen los rumbos de esta tierra. Talan, entregan, invaden, ocultan, desmadran, desaman, acumulan, reducen, olvidan.
Por ellos, que no saben ni podrían entender que hay esperanzas engendradas desde la ternura y el abrazo que están siendo amasadas en el fogón de los desterrados. (De Memorias del Fuego, Eduardo Galeano).