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Argentina, Santa Fe. Causa Hospital Militar: Los 4 imputados "son asesinos y ladrones" dijo Constanzo
LT14 - INFOALTERNATIVA
"A mí nadie me va a hacer callar", dijo el represor Eduardo Costanzo (Tucu), ex personal civil de Inteligencia del Ejército. Constanzo declaró este miércoles en una nueva audiencia del juicio oral y público por la causa Hospital Militar. Dijo que los cuatro imputados militares son "asesinos y ladrones". Había roto el pacto de silencio en 2007.
Es la causa en la que se investiga el robo y sustitución de identidad de bebés en Paraná durante la última dictadura cívico militar. El testigo aportó datos sobre la represión ilegal y exhortó a que se realicen ADN al hijo y al sobrino de Navone. Dijo que los cuatro imputados militares son "asesinos y ladrones" y Marino González se ocupó de todos los trámites del traslado de Raquel Negro. "Yo no miento", aseveró.
La audiencia comenzó cerca de las 10.30. Tanto la sala del Juzgado Federal de calle 25 de Mayo como el espacio habilitado para la prensa y el público en calle Urquiza estuvieron colmados, en virtud de la expectativa generada por el testimonio del represor Eduardo Costanzo. El ex agente de inteligencia del Ejército, apodado Tucu, rompió el pacto de silencio y brindó en 2007 los datos que permitieron la restitución de la identidad a Sabrina Gullino. También contó cómo fue el traslado de Raquel Negro a dar a luz en el Hospital Militar de Paraná, en marzo de 1978.
Tras la comunicación de algunas novedades por parte de la Secretaría, entre las que se destacó que el médico Jorge Rossi, uno de los propietarios del Instituto Privado de Pediatría (IPP) salió de terapia intensiva y se encuentra en sala común, con lo cual se espera que se arbitren los medios para que declare, posiblemente vía teleconferencia.
También se confirmó que se prevé para este jueves a las 9 el testimonio de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y a las 10 el del periodista Miguel Bonasso, ambos por teleconferencia. Se informó que Costanzo se hallaba presente en el Juzgado y antes se hizo lugar al pedido del imputado Jorge Fariña de ampliar su testimonio. Luego está previsto que se realicen las inspecciones judiciales en el nosocomio castrense y el IPP de Paraná.
Fariña amplió su testimonio a lo largo de una hora cuestionando la veracidad de las afirmaciones de Costanzo. Luego, el ex agente de inteligencia del Ejército ingresó a la sala y comenzó a prestar declaración indagatoria.
El testimonio de Costanzo
La Fiscalía lo interrogó sobre el traslado de Raquel Negro desde Rosario al Hospital Militar de Paraná. "Tengo conocimiento que la trasladaron como la sobrina de Galtieri y la internaron. Yo nunca vine, nunca me designaron que venga. Pero lo sé porque me lo contaron los muchachos. Que estaban en la guardia 24 horas. Ella estaba apartada y le llevaban la comida para ella y el custodio".
Al preguntarle si la vio a Negro, Costanzo respondió: "Una vez, no recuerdo bien pero estaba embarazada y la trasladaron antes del parto". Sobre los días que estuvo en Paraná, no supo precisar, pero estimó que estuvo "uno o dos meses". Y acotó: "Cuando la trasladaron a Paraná estaba cerca de la fecha de parto. Si, por eso la trasladaron".
Sobre el lugar donde estaba detenida, el testigo dijo: "Si no me equivoco en la Quinta de Funes. A ella la detienen y la chupan en enero de 1978. En esa fecha el Ejército ya estaba instalado en Funes, un centro clandestino de detención. O sea, estuvo con los 16 detenidos que los mataron a todos (minutos más tardes describió cómo mataron a los detenidos en la Quinta de Funes). Marino González se ocupó de todos los trámites para trasladarla e internarla acá. A la orden no la dio él porque era capitán pero seguro Jáuregui, Galtieri", declaró.
Consultado sobre su relación con Paul Navone, Costanzo respondió: "Nunca en mi vida lo conocí a Navone, lo conocí en 1991 en un bar de Rosario. Sé arrimó a preguntarme si yo era el Tucu. Lo vi dos o tres veces más en la vida. Y nunca más".
Luego, le preguntaron si sabía que Negro había dado a luz y contó: "Los que la cuidaron dijeron que dio a luz a mellizos un varón y una mujer e incluso dijeron que el varón había muerto. El Puma, el Barba, todos los que han hecho guardia, lo contaban a todo".
Con respecto a la nena, la melliza de Negro, el ex agente de inteligencia del Ejército dijo que "Amelong y Pagano la dejan a la chiquita tirada en un convento. Pero no sé cuál era el convento. Después se supo. Y yo estoy orgulloso de que Sabrina (Gullino) tenga su identidad gracias a mi", expresó.
Seguidamente, amplió: "No sé cómo llegó la nena pero Pagano la dejó en el hall del convento y Amelong se quedó en el auto. E incluso Pagano dejó un escarbadientes en el timbre para que siguiera sonando y las monjas de arriba le preguntaron que buscaban y salieron rajando. Esto me lo contó Pagano. La conversación fue en Funes", recordó.
Al preguntarle si Fariña tiene conocimiento sobre la sustracción de los hijos mellizos de los detenidos desaparecidos Raquel Negro y Tulio Valenzuela, Costanzo respondió: "Fariña, era el jefe de operaciones especiales, cómo no va a saber".
Luego, Costanzo aclaró: "Del Frade habló conmigo, fue a mi casa a preguntarme por los bienes de un senador y sobre los bebés en cauterio. Le dije que no sabía nada que se deje de hinchar y que le preguntale a Fariña que el debe saber porque era uno de los jefes. Sabía todo como también lo sabia Amelong, Guerrieri, Marino González. Eran los cuatro de la llamada Patota. Sabían todo, hasta los últimos movimientos".
Al pedirle que explique qué era la Patota, Costanzo expresó: "Era el grupo de operaciones especiales, éramos 18 personas. Operaban, detenían y hacían los vuelos de la muerte", precisó. "Yo no miento, digo la verdad, no tengo rencor contra ellos pero tengo que decir la verdad porque estoy pagando los platos rotos. Estoy condenado a perpetua por mandato", aseveró.
Por su parte, la querella le preguntó quiénes eran sus jefes en 1978, Costanzo respondió: "El coronel Possi, jefe de destacamento; el teniente Guerrieri, segundo jefe. En operaciones especiales el jefe era Fariña y Amelong el segundo. Y el encargado de la sección calle era Marino González". En cuanto a los apodos, dijo: "Amelong era Daniel; Marino era Pepe; Guerreri era Jorge Roca y Fariña era Sebastián".
Al preguntarle sobre el destino del hermano mellizo, Costanzo expresó: "Hace un año y medio que vengo luchando para que digan quién y cómo la mataron a Raquel y quién tiene el mellizo. Les pido que le hagan le un ADN al hijo de Navone que está en España y al hijo del hermano de Navone que vive en Casilda, y ya se decía que su hijo era un hijo de desaparecido", manifestó.
Luego, el Tribunal le preguntó por qué empezó a hablar ahora sobre el caso, Costanzo respondió: "Era una cosa que me golpeaba en la cabeza el tema de Raquel Negro y sus mellizos. Yo queria que mi mujer tenga mellizos, y no tuvo, pero mi hija si. Fue una obsesión esta chica". Seguidamente, agregó: "Además, no me gustó la forma en la que actuaban, porque no eran combatientes, eran delincuentes y ladrones. Yo aporté para la justicia".
También dijo que Marino González "es un mentiroso y un cagón porque no tiene las pelotas para afrontar la situación". Y manifestó: "Que Marino González hable sobre cómo tiraba la gente al mar. Sabrina y Sebastián que están detrás mio, que lo miren a la cara porque él fue el último que tocó a su madre, él la empujó. Yo no estuve, a mi me lo contó Ariel López, un amigo que vio todo. Me contaba porque yo le preguntaba cómo hacían".
Más adelante, acusó a Guerreri de haberle robado el dinero de su sueldo mientras él se encontraba detenido. "Esta plata era mía", dijo tras explicar que debían darle el dinero a su esposa pero "todavía estamos esperando la plata", comentó el ex agente de inteligencia del Ejército.
Costanzo también declaró que en el 2004 "mientras estaba detenido Amelong me quiso asesinar para que yo hoy no esté acá, y tampoco hicieron nada". En tal sentido, relató que Guerrieri se mojó el dedo y le hizo una cruz en la frente y le dijo que le daba la bendición. "Y cuando me lo iba a hacer por segunda vez yo le agarré la mando y le dije: ladrón, hijo de puta".
Luego expresó: "Yo les voy a decir una frase: A mi nadie me va a ser callar. Si me cortan la lengua voy a escribir con la mano y si me cortan la mano voy a escribir con los pies y si me cortan los pies voy a hacer señas como el sordo Bernardo".
Interpelado sobre el destino del mellizo varón dijo que hace un año y medio que le reclama al juez Federal Marcelo Bailaque la declaración de Carlos Razzetti, quien "sabe el destino de Raquel Negro y del mellizo".
Sobre el final de su declaración, ratificó la conversación con Fariña en el Destacamento 121 y mencionó la Operación México, en la que Tulio Valenzuela denunció los crímenes que se estaban cometiendo en Argentina. El testigo continuó su declaración y respondió a las preguntas de la querella, la Fiscalía y el Tribunal.