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La participación pública será menor del 30% en Italia
Una ley obliga a la privatización del agua
Guido Lutrario
Diagonal
Una decisión inédita obligará a los municipios italianos a poner en manos privadas al menos el 70% de sus recursos hídricos.
En noviembre, el Parlamento italiano aprobó una
ley que obliga a los municipios a poner en el mercado sus redes hídricas en
2010. La cuota pública de participación deberá bajar hasta el 30% y los
Ayuntamientos deberán vender todos los servicios relacionados con el agua y
garantizar su transformación en sociedad anónima. "En ninguna otro lugar de
Europa –dijo Emilio Molinari presidente del Contrato Mundial para el Agua– se
impide al sector público mantener la mayoría de acciones. El riesgo es que todo
termine en las manos de las sociedades anónimas y de las multinacionales. Y si
el servicio no funciona tendrás que dirigirte a un centro de llamadas". Esto va
a afectar a 64 Ámbitos Hídricos Territoriales (ATO), de los 90 que hay en Italia
en función de una ley de 2002. En estos ámbitos los municipios han conservado la
mayoría de las acciones, a pesar de la entrada de bancos y multinacionales. De
los 26 ATO que ya han sido completamente privatizados, han surgido cuatro
colosos: Acea de Roma, que ha comprado el agua de Toscana; Amga de Génova y Smat
de Turín, que formaron Iride; Hera, de Bolonia, que ha ocupado el territorio de
Padania; y A2A, que nació por la unión de Aem de Milán y Asm de Brescia. En
estas corporaciones hay una fuerte presencia de multinacionales como Veolia y
Suez, de bancos y empresas.
Para estas "cuatro hermanas" se abre una nueva campaña de conquista. Desde 2007
la Comisión Antimonopolio consignó a estos grupos como los pilares de un
oligopolio. Las cuatro están formados por un mismo enlace financiero y están
bien relacionados con los partidos políticos. Desde hace años, derecha e
izquierda votan por unanimidad sobre el asunto y lo mismo hicieron en agosto,
cuando el decreto llegó al Parlamento. Cuando los comités por el agua pública de
todo el país recogieron 400.000 firmas bajo una propuesta de "ley de iniciativa
popular", en julio de 2007, no se encontró un solo diputado que fuera capaz de
representar la voluntad ciudadana. La izquierda votó en contra sólo a finales de
noviembre.
Referéndum popular
Cologno Monzese es uno de los 144 municipios de
los alrededores de Milán que se oponen desde 2006 al proyecto de ley de
Lombardía para la privatización. En estos días los consejos municipales han
decidido promover un referéndum popular regional. En los bares de Cologno han
puesto una etiqueta al agua del grifo, ya que los análisis han demostrado que
está a la altura de las mejores aguas minerales. La llaman "el agua del alcalde"
y la gente la reclama como derecho. "Vamos al combate, no queda otra", explica a
DIAGONAL Giovanni Cocciro, asesor del Ayuntamiento. En toda la región han nacido
"casas del agua" y en el cercano Piamonte se distribuye gratis el agua en
jardines arbolados.
Hace 20 años que no hay inversiones públicas en el sector hídrico en Italia y
esto produce problemas en los alcantarillados, la contaminación de los recursos
hídricos subterráneos y de superficie, y el pésimo estado de los acueductos, con
fugas y filtraciones de entre el 30% y el 40% del agua canalizada en muchas
regiones. Un italiano de cada tres no tiene acceso a una cantidad suficiente de
agua potable en regiones meridionales como Calabria, y en muchas zonas del Sur
el agua está garantizada sólo unos días por semana y a veces unas horas. En
lugares como Cerdeña son sólo seis horas al día.
Según los cálculos del Contrato Mundial para el Agua, las obras de modernización
ascienden a 62.000 millones de euros. La entrada de las empresas privadas
debería permitir reducir las tarifas, pero hasta hoy, allí donde han entrado las
grandes sociedades, las tarifas han subido mucho, los problemas de la red
hídrica han sido los mismos y lo único que han descendido son los controles de
calidad. En Aprilia, una ciudad del Lazio, hubo subidas del 300% en las tarifas,
y como consecuencia, una huelga de recibos en contra de la sociedad Acqualatina.
En Florencia la situación se ha vuelto paradójica: el municipio impulsó una
campaña para ahorrar agua y un año después, frente a la rebaja de los gastos, la
sociedad Publiacqua envió a los usuarios una carta donde explicaba que, por el
menor suministro, se veía obligada a subir las tarifas para ajustar cuentas.