El juez federal de San Martín, Juan Yalj, y el EAAF localizaron los restos del campo de concentración y exterminio de la dictadura que funcionó en la guarnición militar de Campo de Mayo, por donde pasaron alrededor de dos mil detenidos desaparecidos. El edificio había sido demolido por el Ejército y, en su lugar, sólo había tierra arada, pero se pudieron rescatar los cimientos del centro clandestino de detención y las cámaras sépticas.

El terreno, ubicado en el centro de Campo de Mayo, cerca de la pista aérea y donde funcionaban quinchos y piletas de natación, así como instalaciones de la sección perros, ha quedado señalizado y alambrado. A partir de la semana próxima, los especialistas del EAAF proseguirán con las excavaciones en otras áreas de Campo de Mayo en busca de los restos del jefe guerrillero Mario Roberto Santucho, del Ejército Revolucionario del Pueblo, que el 1 julio de 1976 se enfrentó con una unidad del Ejército en un departamento de Villa Martelli.

Según el testimonio del suboficial retirado Víctor Ibáñez, Santucho murió en Campo de Mayo y luego fue embalsamado y expuesto por el general Domingo Bussi como "trofeo de guerra" en la inauguración, en 1979, del llamado "Museo de la Subversión", que funcionó en Campo de Mayo hasta 1996.

Un segundo testigo de identidad reservada afirmó haber visto el cuerpo de Santucho en la morgue de Campo de Mayo, mientras que un tercer testimonio afirmó que los restos del líder del ERP fueron enterrados en "El Leprosario", dentro de la zona del Campo de Tiro.

En 2007, la presidenta Cristina Fernández instruyó a la ministra de Defensa, Nilda Garré, que ordene al Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y a los Estados Mayores de cada una de ellas que colaboren con la búsqueda de los cadáveres de Santucho y su compañero Benito Urteaga.