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Argentina, la lucha continua....

"Menores", estadísticas y control social

CORREPI

Según estadísticas de la Procuración de la Suprema Corte bonaerense, se incrementó en un porcentaje importante la cantidad de causas penales contra chicos de menos de 18 años en La Plata. Sin embargo, el mismo organismo oficial explica que, en realidad, no se trata de un crecimiento exponencial de delitos cometidos por menores de edad, sino de una falacia del sistema de estadísticas. Dicen desde la procuración que, a partir de que la Corte provincial confirmó el fallo del juez Arias que recordó a la policía que sólo puede detener pibes en la hipótesis de comisión de delitos, la enorme cifra "negra" de detenciones de menores bajo la excusa de la averiguación de antecedentes, el código de faltas o el procedimiento policial de "entrega del menor", ha pasado a "blanquearse".

Para decirlo más clarito: no es que más menores de edad delincan, sino que, como se restringió formalmente la posibilidad de manejar las detenciones policiales arbitrarias con las herramientas de costumbre, ahora a todos se les imputan delitos que la propia Procuración define como "de ninguna trascendencia". Lo mismo que demostró la realidad en la ciudad de Buenos Aires, en el muy breve lapso entre que se derogaron los edictos policiales y se dictó el código contravencional: la cantidad de detenciones arbitrarias no disminuyó, sino que, como reconoció entonces un jefe policial, "a los que no podamos detener por edictos, los detendremos por otra cosa"…

Así lo explicaba, hace unos días, el diario platense HOY: "Los especialistas del fuero señalan que La Plata "se encuentra al tope de las estadísticas de delitos cometidos por menores porque el juez (Luis) Arias prohibió detener chicos por averiguación de identidad o contravenciones. Así, toda detención representa una causa judicial por un delito".

Por otra parte, y usando de justificativo esas estadísticas que sus propios autores señalan como inexactas, desde el ministerio de justicia y seguridad se está implementando un sistema de "patrullas juveniles", que no son otra cosa que móviles repintados en los que circulan policías junto a un integrante del área de minoridad.

Un ejemplo claro de la falacia del "sistema penal juvenil", cuyos defensores se llenan la boca con invocaciones a la "protección de los niños, niñas y adolescentes". Cambian las formulaciones, hacen propaganda con uno u otro fallo "progresista", mientras la única realidad es que, en La Plata, como en todo el país, los pibes pobres siguen siendo el blanco favorito de las detenciones arbitrarias, ese conjunto de mecanismos que permite a cualquier policía detener a cualquiera, en cualquier momento, porque sí.

Fuente: lafogata.org