Argentina, la
lucha continua....
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La ultra derecha mediática actúa concertadamente
Alberto MaldonadoHe leído con atención las informaciones que han publicado estos días los
diarios del sistema sobre el pleito que está por definirse en Argentina respecto
de la posesión de un gran porcentaje de acciones en Papel Prensa (una empresa
que controla la venta de papel periódico) en el que tienen acciones Clarín, el
49%, La Nación, el 22.5% y el Estado Argentino, el 27.5%; producto de una
obscura transacción que se produjo cuando el país del sur estaba bajo las botas
militares, una de las dictaduras más atroces e infames que se hayan dado en país
alguno de América Latina (Solo un dato:30.000 desaparecidos(as) en 7 años de
dictadura).
De lo que aquí se difunde, vía agencias internacionales, unos dicen que la
señora Lidia Papaleo vda. de Graiver, fue amenazada por los militares ("firme o
le costará la vida de su hija y de la suya" una amenaza que en esos tiempos era
una sentencia a torturas y muerte) para que venda sus acciones precisamente a
los diarios El Clarín y La Nación, los periódicos que estuvieron muy juntos en
la "lucha contra la subversión" en Argentina. Otros dicen que la transacción
accionaría, en este caso, fue libre y voluntaria.
Al margen de quién tenga la razón, debo referirme a este suceso porque, a pesar
de que en Argentina, hasta nuestros días, están enfrentando tribunales penales
los genocidas argentinos por los crímenes que cometieron contra su población
civil, sin embargo, estos dos periódicos sipianos (de la SIP-CIA) con una
impudicia y cinismos sin nombres, han lanzando a los cuatro vientos que lo que
está haciendo la Presidenta Cristina Kirchner, es tratando de apropiarse de la
empresa (Papel Prensa) para imponer una manipulación de los medios impresos del
país, con los dos diarios incluidos.
"Coincidentalmente" en estos mismos días, la prensa sipiana continental desató
un escándalo "de una disposición contraria a la libertad de expresión", en
Venezuela, porque un organismo de derecho local ha emitido una sanción contra el
matutino "El Nacional" (de cerrada oposición al Gobierno de Hugo Chávez, desde
luego) y ha advertido que los medios de comunicación no deben difundir gráficas
de violencia, como la que publicó el referido diario, en primera página: una
foto (trucada o no pero de fecha muy anterior) de un "anfiteatro" caraqueño,
amontonado de cadáveres a la espera de su correspondiente autopsia. El objetivo
declarado del diario fue que con esa foto "quiso advertir" que en la capital
venezolana se vivía un clima de terror delincuencial pero que el Gobierno hacía
poco o nada por combatirlo. Es decir, "echarle el muerto" a Chávez de esta
tendencia criminal, ahora que están en vísperas de unas elecciones
parlamentarias previstas para fines de septiembre.
En Ecuador, desde hace rato, los medios sipianos (con El Comercio de Quito a la
cabeza) se han dedicado a maximizar todo acto delictivo que se produzca en
cualquier punto del país. Desde luego, hay una vieja historia de crímenes,
secuestros, asesinatos, escándalos y asaltos que los medios sipianos los
trataron, a su debido tiempo, con cierta prudencia (me refiero a los tintes
amarillistas de la noticia); pero, a partir del gobierno de Rafael Correa, esos
medios no escatiman espacios en dar informaciones de este tipo, cada cual más
alarmante. Con seguridad, el crimen organizado y desorganizado ha crecido en el
país (especialmente por razones sociales) pero de ahí a pintar un ambiente lleno
de peligros y de incertidumbre, por culpa del gobierno, hay una distancia; pero
la intención es clarísima
Esa "tendencia", sin embargo, no es la más significativa. Sin que se haya dado
algún hecho concreto o que algún agente gubernamental haya intimado a alguien, a
pretexto de una supuesta lucha contra la posibilidad de una "ley mordaza" tanto
las radios del sistema como los canales de televisión abiertos pasan y repasan
una "cuña-denuncia" según la cual, en el Ecuador de la "revolución ciudadana" se
respira un ambiente de "peligro para la libertad de expresión" Aseguran que, de
aprobarse el proyecto como está para segunda y definitiva votación en la
Asamblea Nacional, se habrá dado un golpe "contra la democracia y la libertad".
Está claro que el objetivo que persigue la comunicación sipiana (a través de
unos cuantos asambleistas pelucones, que para eso están) es que la ley no sea
ley. Ellos quieren que en este país andino, la SIP-CIA logre imponer uno de sus
mandatos: "que en comunicación no hay mejor ley que la que no se dicta" y de
paso consolidar lo que ha venido siendo "el catálogo del periodismo libre": que
los medios comerciales son impolutos por si mismos, que ellos son los dueños de
la "libertad de expresión", que nadie debería enjuiciarlos peor censurarlos y
otras lindezas de este estilo.
Hace un par de semanas (jueves 12 de agosto/2010) El Comercio de Quito publicó
una reseña informativa bajo este titular: "La libertad de prensa afronta un
deterioro en los países andinos" La "redacción política" del diario se refería a
un estudio que han hecho sobre la situación de la libertad de "prensa" (no de
expresión) cuatro organismos: El Centro sobre Derecho y Sociedad (¿) el
Consorcio Desarrollo y Justicia (¿), el Instituto de Defensa Legal (¿) y, cuando
no, Freedom House, ese organismo yanqui que "hace estudios" respecto de nuestras
realidades y presenta informes que nadie le ha pedido*.
Los relatores –como gustan llamarse estos diligentes "estudiosos"- dicen que han
analizado la situación de "la libertad de expresión y de prensa" en Venezuela,
Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia y que han encontrado que, de "países de prensa
libre" (en el 2000) hemos pasado a "parcialmente libres" a consecuencia de
políticas cambiantes. Exceptúan a Colombia de la crítica, a pretexto de que en
el 2000 ese país estaba afectado "por la violencia civil" pero no dicen ni media
palabra sobre que en Colombia no es que se respetaron a los periodistas y medios
de oposición sino que los pocos que quedaron vivos, lograron ponerse a buen
recaudo, a tiempo.
Por el Ecuador, ha intervenido el señor César Ricaurte, fundador, dueño,
director y mensajero de FUNDAMEDIOS* un organismo no tan fantasma que pocos
saben quién lo financia y que trabaja para denunciar exactamente a Correa y sus
"atentados" contra la prensa libre. Este sujeto –que tan siquiera es un
periodista en ejercicio- se ha tomado la molestia de contar las veces (cerca de
100) que Correa "ha insultado a la prensa y a los periodistas" y eso lo presenta
como "riesgos" contra la libertad de expresión. En cambio, ignora en sus cuentas
las veces que los medios sipianos y sus periodistas estrella han dicho "samba
canuta" del Jefe de Estado. Lo uno, para estos relatores sipianos es "ejercicio
de la libertad de expresión, que está en peligro"; y lo otro "una agresión
contra esa libertad" ¡Qué tal!
Lo anecdótico de esta información, es que los sabios relatores dicen que "Esa
situación (de amenaza) también pudiera generar que la prensa se autocensure"
como que si los medios sipianos nunca hubiesen usado la autocensura y la censura
directa en la diaria información.
Todo el mundo sabe que los medios impresos y los medios audiovisuales del
sistema, siempre han tenido "amigos de la casa" (los preferidos para
entrevistas, para consultas, etc) y "enemigos de la empresa" para tipificar a
todos aquellos que, por cualquier razón, generalmente ideológica, han pasado a
formar parte del index que cada medio ha elaborado a su querer. Así que la
censura y la autocensura han existido, existen y existirán siempre mientras
exista el sistema que lo proteja.
En estos tiempos, el panorama descrito a través de unos pocos casos, lo que nos
rebela es que los medios comerciales coinciden sin rubor en posiciones
antagónicas frente a procesos políticos, económicos y sociales de cambios, que
se vienen dando en nuestros países. Desde hace rato, se observa una manipulación
informativa generalizada en contra de todo proceso de cambios o de
transformaciones, por más mínimos que sean. El sistema imperante, (a través de
sus medios comunicacionales) no quiere correr riesgos frente a la posibilidad de
que las masas hambrientas y marginadas de nuestras sociedades, en procesos
violentos o no, empiecen a minar los intereses del gran imperio y de las
burguesías criollas. No hay que olvidar que la gran prensa sipiana depende en
altísimo porcentaje, de las "generosas fuentes de financiamiento" que tienen el
título de "marketing" o de publicidad pagada. Y está claro que los sectores
sociales en proceso de transformaciones y demandas, no tienen ni para su diario
sustento; peor para pagar espacios de publicidad en tales medios. Y se da la
incongruencia, en nuestros países, que la publicidad estatal, sigue alimentando
con millones de dólares a sus verdugos.
Alberto Maldonado es periodista ecuatoriano.