Argentina, la
lucha continua....
|
Matrimonios y algo más…
Agustin Calcagno
La Cámara de Diputados de la Argentina dio media sanción a la ley de matrimonio
entre personas del mismo sexo. En el siguiente artículo analizamos cómo han
influido los nuevos medios en la construcción de la moral contemporánea.
Los medios masivos han sido tradicionalmente tanto forjadores como expositores
del status quo. Su propia sustancia atrapatodo los obliga a generar paraguas que
identifiquen a grandes proporciones de audiencia, y para ello eligen un discurso
que suponen el máximo de sentido común posible, y como sabemos, ese sentido
común suele ser bastante conservador. En contrapartida, la emergencia de nuevas
formas de comunicación y la proliferación de medios, genera que por la misma
competencia deban incorporar temáticas y personajes impensados. Empujados por la
búsqueda de primicias y de diferenciación en el mercado, las pantallas se van
poblando cada día de personajes y programas que desafían la moral que en teoría
prima en la mayor parte de la sociedad. El modo en el que incorporan estos
nuevos contenidos puede ser altamente discutible, e incluso suscitar ensayos,
papers y todo tipo de estudios, pero siguiendo la máxima churchilliana: "No
importa si hablan bien o mal, lo importante es que hablen", por lo menos para
este análisis.
La televisión alemana, después de cierto horario en la noche se convierte en un
desfile de mujeres desnudas de todas las edades promocionando productos o
presentando juegos de azar, los Naked News (noticieros con mujeres y hombres
desnudos) pueden verse ya en casi todas las lenguas, y aquí en el sur los
programas de televisión "bizarros juegan constantemente a buscar los límites de
las sexualidades alternativas superando lo absurdo. Es que uno de los efectos
más evidentes e irrefrenables de la globalización es el surgimiento de una nueva
moral, que de la mano de las nuevas tecnologías de la información ha permitido
que quien tenga una conexión nunca más pueda sentirse sólo en sus preferencias,
sus elecciones y sus gustos. Las minorías, en este y otros aspectos, son ahora
nuevas mayorías.
El cibersexo ha sido y es una de las principales herramientas de expansión del
intercambio entre personas. Esto es así porque lo virtual permite explorar los
placeres del cuerpo y de la mente prácticamente sin riesgos. Sin embargo, lo
real y lo virtual no tienen una frontera claramente identificable y los cruces
entre un mundo y otro aparecen frecuentemente. El masturbador virtual japonés
que se sincroniza con pornografía online para brindar una "sensación casi real"
sería un grotesco ejemplo, pero no es necesaria la parafernalia tecnológica para
percibir que los territorios de aceptación moral empiezan a ampliarse, y esto se
debe en buena medida al auge de lo que García Canclini llama "proceso de
reconocimiento". Señala que las sociedades del conocimiento, son también del
"reconocimiento" ya que fomentan el intercambio de experiencias e ideas entre
personas. Esto daría como resultante nuevas formas de empatía y comprensión
mutua. Podríamos agregarle a esta idea, que no es necesario tener un acceso
directo a los medios tecnológicos para formar parte de una sociedad de
reconocimiento. Como bien marca una publicidad argentina en la que un señor
entrado en años le dice a su nieto "en Internet son todos pervertidos", vemos
que téngase o no una conexión a la red, la sola posibilidad de acceder a un
universo de "perversiones" y estar rodeado de estímulos novedosos, va cambiando
el paradigma moral. En este sentido, los medios masivos tradicionales pueden
encontrase en la retaguardia por distintos motivos que van desde lo legal, hasta
su propia concepción de público. Pero por ello son interesantes espacios para
medir lo que resulta o no aceptable, por lo menos mientras que sigan siendo la
principal fuente de información.
La mirada positiva (o en todo caso no condenatoria) que se tuvo de la media
sanción del matrimonio entre personas del mismo sexo en la Argentina, es un buen
ejemplo de esta transformación en los grados de tolerancia desde el punto de
vista de moral. Tal vez lo más evidente es que los puritanos y los guardianes de
la moral católica ya no pueden sentirse horrorizados al ver a dos hombres
besándose en pantalla, hombres buscando convivir libremente en igualdad de
condiciones, cuando es la propia televisión la que a las cinco de la tarde da
espacio para que una mujer describa con lujo de detalles las características
morfológicas del feto que expulsó dentro del inodoro durante un aborto
espontáneo. Del mismo modo, aquellos que han puesto el cuerpo durante
décadas para reivindicar su identidad sexual y buscar la igualdad, también
pueden sentirse con todo el derecho a ser los primeros en obtener un
reconocimiento frente a la nueva moral que parece surgir. Quedará en lo
sucesivo, buscar nuevos límites para correr, nuevos terrenos que explorar y
reivindicar.
Blog del autor: