"donde hubo fuego, no solo quedan cenizas. También quedan anhelos de las luchas
del porvenir"
"Hay dos cosas que hacerlas es fácil: el pago y el gatillo"
(aforismos implicados)
"Este es el mejor gobierno de la historia de la patria". El ex presidente
habló en un acto del justicialismo en Chacabuco; aseguró que el año próximo se
hablará de candidaturas no como quieren "algunos apresurados ahora"; volvió a
vincular la situación de Grecia con la de la Argentina en 2001. El ex presidente Néstor Kirchner participó en un acto organizado por el
Partido Justicialista de Chacabuco junto al gobernador Daniel Scioli, los
ministros Florencio Randazzo y Julián Domínguez junto a otros funcionarios y
autoridades. Allí, Kirchner aseguró que el gobierno de su esposa Cristina
Fernández es "el mejor de la historia de la patria". El designado Secretario
General de la Unasur destacó que "se está haciendo una administración ejemplar
con el pilar del federalismo y la autonomía como base". Además señaló que "si
bien falta mucho y hay que corregir errores, se sigue transformando el modelo
económico y estamos logrando procesos exitosos como el canje de la deuda que nos
va a permitir salir del default". "Hay que pagar las deudas con estas reservas y
los mismo que nos dejaron sin reservas en el Banco Central, los que dejaron al
país sin reservas, con el corralito y la desocupación en las calles, son los
mismos que ahora son la máquina de impedir", subrayó el ex presidente. Sobre
Grecia. Kirchner volvió a recordar los sucesos de diciembre de 2001 en la
Argentina con lo que en la actualidad pasa en Grecia. "Lo que le pasa a la
Eurozona, fundamentalmente a Grecia, España y Portugal, me hizo acordar a la
Argentina de 2001, que nos abandonaron en helicóptero y nos dejaron solos",
dijo. Contra los medios y la oposición. En una nueva embestida contra sectores
de los medios de comunicación y la oposición, Néstor Kirchner dijo: "El país no
puede vivir más en el marco de la concentración monopólica. Es muy importante
que haya una prensa democrática y que se puedan escuchar todas las voces".
Agregó que en la Argentina "hay grupos monopólicos que quieren que la gente
vote, pero después quieren gobernar ellos". Al cuestionar otra vez a la
oposición, Kirchner señaló que "hay una máquina de impedir, que son los mismos
que quebraron la Argentina, son la máquina de impedir; Dios nos libre si esta
gente vuelve a conducir a la Patria". (Diario Clarín 12-05-10)
Alguna vez alguien dijo que el pez por la boca muere. No me queda claro si eso
incluye a otras especies, incluyendo al pingüino. Una de las mayores paradojas
del democratismo de estado de estos tiempos es que toda la oposición toda, se
empeña en potabilizar a todo el kirchnerismo todo. Y que todo el kirchnerismo
todo, se empeña en sostener un mecanismo que denominaré Síndrome del
Bicentenario. Si kirchnerismo es igual a Bicentenario, no faltará que vea a
Cornelio Saavedra parecido a Cobos y el perfil de Mariano Moreno con la grandeza
del Calafate. Dije y sostengo que el kirchnerismo es una catástrofe cultural, un
avance político y un progreso económico. Pero cuando se festeja el des
endeudamiento, la caída de los ideales libertarios es sin anestesia y sin red.
Primero: no hay endeudamiento a esta altura de los acontecimientos, por todos
los pagos realizados, y el juicio a la deuda realizado. Se podría bautizar como
rescate de los Bonos Los Mareados, porque pareciera que la deuda emborracha a
funcionarios. Total, corte mas, quebrada menos, se baja una deuda que no existe
con recursos de todos los que no pueden opinar, porque nuestro democratismo no
tiene previsto el plebiscito vinculante. Además, se busca des endeudar al
Estado, pero se solicita endeudar a los ciudadanos. Stella y Amore, consumidores
posicóticos, son los abanderados de las 50 cuotas, vaselina de largo aliento que
no impedirá el ultraje final. Desde el Síndrome del Bicentenario se puede pensar
que como De la Rua se fue en helicóptero, nos dejaron solos. Supongo que Néstor
y Cristina estuvieron en las calles, donde nadie estaba solo. Por el contrario:
la militancia renació, no de sus cenizas, sino avivando fuegos que tampoco se
apagaron. No estuvimos solos, aunque si, varias veces mal acompañados. Kostecki
y Santillán lo pagaron con su vida. Fuentealba, el Pocho Lepratti, Julio Jorge
López, también. Y tantos otros del gatillo siempre fácil. Pero ellos tampoco
están solos. Curiosa afirmación que permite pensar desde el Síndrome del
Bicentenario que la única manera de estar acompañados es con una plétora de
funcionarios y burócratas. Aunque siga siendo cierto que no es bueno que el
hombre esté solo, hay compañías que matan. Tampoco es grato pensar en esta
revival de la teoría de los dos demonios: el gorila de derecha y el gorila de
izquierda. Pero gorilas son todos y todas los que no se incluyan en un frente o
contrafrente para la victoria. Como dijo Aníbal Fernández: "a la izquierda de
Kirchner está la pared". Pues bien: seré ladrillo, y además, hueco. Pero si
alguien, sea Néstor, Cristina o quien sea, clausura el devenir de izquierda, es
lo mas parecido a un pensamiento de derecha que escuché desde el último discurso
del cabezón. A la izquierda del gobierno deberá estar la militancia, pero toda
la militancia, no solo la que ha sido bendecida por las cooperativas del
bicentenario. Otro efecto de este síndrome es señalar que los únicos monopolios
son los mediáticos. Monopolio = Clarín. De los otros oligo y monopolios, mejor
no hablar en el Bicentenario. El periodista Carlos del Frade señalo que los
subsidios a las 200 empresas de economía concentrada, triplican la cantidad de
la asignación universal por hijo. El Síndrome del Bicentenario permite alegrarse
por el logro de la leche en el mate cocido o el biscocho mojado en la taza.
Bienvenida la asignación ante la imposibilidad histórica y política de
redistribuir la riqueza y seguir distribuyendo la pobreza. Pero ningún Estado
puede sentirse orgulloso de sostener el pasaje de indigencia a pobreza, después
de 6 años de gestión y mas de 25 de democracia. La serena humildad es
preferible, salvo estados de excitación maníaca, cuando estamos apenas
sosteniendo una resignación a la "pobreza light". Otro efecto del Síndrome del
Bicentenario que insistir con mostrar a Grecia, España y Portugal como el "eje
del mal". No sean gorilas, o vean lo que nos (les) va a pasar. Grecia se ha
constituído en el cuco del Bicentenario. El 2001 es puesto como un mal ejemplo,
algo que no debería suceder. El grito paradojal, y por eso mismo,
revolucionario, "que se vayan todos", ha sido más olvidado que las estrofas
libertarias y combatientes de nuestro himno nacional. Las denuncias de la
máquina de impedir, no avanzan sobre la denuncias de las máquinas de pedir, o
sea, las malditas tragamonedas de Cristóbal López, otro de los hombres del
Bicentenario. ¿Qué tiene ver el capitalismo serio con el capitalismo joda de los
casinos, bingo, lotería, raspaditas, empomaditas y otras pestes? Pero donde el
Síndrome del Bicentenario hace estragos es cuando el actual secretario general
de la Unasur, afirma que "el gobierno de mi esposa es el mejor de la historia de
la patria". Faltaba agregar: "¿no es cierto, querida? Primero: no es posible
saberlo, porque la historia continuará. Aunque la afirmación de Néstor choca con
mi certeza de que el gobierno de Juan Domingo Perón (del 45 al 51) es el
paradigma del Estado de Bienestar. Pero Néstor, sobreactuando varios roles (ex
presidente, marido, presidente del PeJota, secretario Unasur,) decreta con
necesidad y cierta urgencia que es "el mejor de la historia" a pesar que este
gobierno aún no entró en ella, es decir, en la historia. Ya basta: denostamos
durante décadas el culto a la personalidad. No es lo mismo un ideal que una
idealización. Pero la tentación bicentenaria de construir pensamiento único, es
también un ejercicio monopólico. Y no son pocos los recursos que tiene el Estado
Unitario que negocia votos por coparticipación. ¿Entraremos en la bipolaridad
"TN / 678"? Dos únicos pensamientos es una variante encubridora de otro
pensamiento único. La valiente tradición de las izquierdas queda obturada, quizá
por errores del presente, pero seguramente por aciertos del pasado.
Donde el Síndrome del Bicentenario quedará cristalizado es en la letra del Himno
Nacional Argentina. La valiente letra de Vicente López y Planes quedó castrada
por imperio de la madrastra patria. Ya nadie canta: "pero sierras y muros se
sienten, retumbar con horrible fragor: todo el país se conturba con gritos, de
venganza, de guerra y furor. En los fieros tiranos la envidia, escupió su
pestífera hiel, su estandarte sangriento levantan, provocando a la lid mas
cruel". Los gauchos la cantaban llorando y bailando, y templaban su espíritu
revolucionario. Llegamos al Bicentenario sin Fondo Monetario ni Frente
Proletario. Pero al menos, una convicción late. La derecha fascista no volverá a
conducir a la Patria, como teme Néstor Kirchner. Pero en modo alguno porque Dios
así lo quiera, sino porque los nadies estarán para impedirlo.