Argentina, la
lucha continua....
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¿Quién soy?
Desde
los intramuros de la cárcel de mujeres de Ezeiza en Bs. As., vengo a
presentarme:
Soy Karina Dana Germano López, "La galle" me dicen los compañeros. Me encuentro
detenida desde el 1° de febrero de 2002. Caí en Sao Paulo, brasil, junto a 5
compañeros, acusados de un secuestro. Nos condenaron en primera instancia a 16
años, por la apelación por parte de la fiscalía nos aumentan la pena a 30 años
de prisión. No solo se trata de una causa llena de irregularidades técnicas
legales, sino de una farsa circense típica de los poderes judiciales, para
encarnizarse con luchadores populares, ni siquiera reconocemos como presos
políticos, que es lo que somos.
Después de cinco largos años cumpliendo el absurdo de mi condena, en el penal de
Carandiru en Brasil, logré ser trasladada a mi tierra natal, Argentina. Aquí
nací hace 46 años, mi infancia transcurrió en los años '70, tan especiales por
estos lares, mis padres militantes populares comenzaron a ser perseguidos en el
'74, donde después de detenciones y allanamientos, hasta interrogatorios
sufridos por mi hermano menor (Sanos) y yo misma con 10 años, en manos de los
paramilitares de los principios de la Triple A, pasamos a la clandestinidad.
Esta duró dos años hasta que mi padre fue secuestrado y llevado al Centro
Clandestino de Detención "E.S.M.A", donde luego de torturas impensables fue uno
de los 30.000 desaparecidos de este país. Entonces mi madre, con su coraje de
mujer, nos salva la vida exiliándonos junto a mi hermano en Suecia en el año
'76. Luego nos mudamos a la península Ibérica, donde crecí junto a vascos y
catalanes.
En el año '98 regrese a Bs. As. , a denunciar y reconstruir la militancia y
secuestro de mi padre. Perteneciendo a la Agrupación H.I.J.OS (Hijos por la
Identidad y por la Justicia contra el Olvido y el Silencio) de red
internacional, milite y escraché a cuanto milico impune me topaba.
Hoy en día, aunque se lleven a cabo juicios de Lesa Humanidad, contra los
dictadores y genocidas, las injusticias e impunidades de los poderes de siempre
continúan. Vine trasladada en noviembre de 2006, por un tratado bilateral
(Brasil-Argentina) sobre condenados. Sin antecedentes penales ni causa alguna en
este país, llegué con algo menos de un mes para obtener mi beneficio de salidas
transitorias (semi-libertad), a este derecho amparado por sus propias leyes
correspondía en diciembre de 2006. Después de largas burocracias, en diciembre
de 2007, me fue negado, gracias a la opinión de un fiscal, Osear Hermelo, con un
pasado de colaboracionista con la E.S.M.A. y el mismo grupo de tareas 33.2 que
secuestró a mi padre, falló en contra de mi derecho a las salidas. Continuando
con la burocracia judicial, me enfrento en la segunda instancia a una sala de la
Cámara de Casación Penal, donde su juez presidente, es sospechoso de firmar y
autorizar (ilegalmente) la apropiación de bebés nacidos en cautiverio,
robándoles su verdadera identidad. Por supuesto en diciembre de 2008, volvió a
negarme dicho beneficio. Prosiguiendo los pasos hacia la Corte Suprema, donde su
fiscal está de acuerdo con los argumentos del abogado defensor, sin existir
conflicto por el cual los 7 jueces deban debatir, fallan en diciembre de 2009,
tres magistrados a mi favor fundamentando igual al fiscal y cuatro en contra de
mis salidas, dándose el lujo de ni siquiera argumentar su negativa. Mis
esperanzas de poder gozar de mi derecho, quedaron sin expectativas judiciales a
nivel nacional. Pretenden que continúe encerrada por 7 años más de mi vida, por
venganza política.
Sabemos como las injusticias están a la orden del día en estas mafias jurídicas,
que defienden los intereses de los poderosos de siempre, encarcelando luchadores
sociales y a la población más desfavorecida socialmente, la exclusión social de
la pobreza de nuestras tierras.
Aunque encerrada, me considero una mujer libre, mis ideas y prácticas
cotidianas, hacen que mis fuerzas de resistencia continúen batallando con el
factor tiempo.
Trabajo y estudio la carrera de sociología en la U.B.A, soy parte del C.U.E
(Centro Universitario Ezeiza), dentro de la Unidad e intento junto a mis
compañeras que nuestros derechos se cumplan, tan atropellados a diario, por un
servicio penitenciario militarizado. Los interrogantes son muchos, la
incertidumbre abruma, la impotencia agobia, pero nuestra resistencia continúa...
LA GALLE. Ezeiza marzo 2010.