Argentina, la
lucha continua....
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Oposición y gobierno alrededor de la detención de Sarmiento
Ataques y defensas
Las repercusiones por la orden de detención del coronel retirado Luis Alberto
Sarmiento, ex ministro de Gobierno de Misiones durante la dictadura militar,
continuaron ayer con un nuevo cruce entre oficialistas y opositores. La titular
de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, sostuvo que la orden de captura contra el
represor –padre de María José Sarmiento, la jueza que falló en contra del
decreto que creaba el Fondo del Bicentenario– era un episodio de "extrema
gravedad institucional" y responsabilizó al secretario de Derechos Humanos,
Eduardo Luis Duhalde. Aníbal Fernández, por su parte, explicó que la causa data
de 2006 y que el militar "tiene cuarenta y dos casos puntualmente denunciados
por familiares de muertos y desaparecidos". "Nuestro objetivo es que lleguen
todos los que tengan que llegar y paguen por lo que tengan que pagar, aunque
sean abuelitos de 85 años y estén enfermos", sostuvo el funcionario.
La diputada Elisa Carrió expresó que el pedido de detención contra el militar
fue un "uso de la política de derechos humanos al servicio de la presión y la
venganza de los jueces que son independientes". La chaqueña –que el viernes se
refirió al evento como "una venganza pedida por Néstor Kirchner"– afirmó que el
episodio revistió una "extrema gravedad institucional". "Presionar de esta
manera a través de la familia, usar a una persona de 85 años y enferma de
Alzheimer es terrible", opinó Carrió, haciendo referencia a la condición sufrida
por el represor. Por último, la diputada enmarcó la orden de detención con el
proyecto del kirchnerista Alejandro Rossi de "investigar" a los jueces y
responsabilizó por el hecho a Eduardo Luis Duhalde: "El autor de esto es el
secretario de Derechos Humanos", aseguró.
Pronto se sumaron a las críticas el ex presidente Eduardo Duhalde y el jefe de
bloque de diputados del PRO, Federico Pinedo. El bonaerense sostuvo que el
Gobierno "está detrás" de la orden de detención del coronel retirado y calificó
el hecho como una "acción coordinada para intimidar a los jueces". En
declaraciones radiales, el ex mandatario afirmó que es "obvio" que se trata de
un mensaje enviado a la jueza Sarmiento y al resto de los integrantes del Poder
Judicial que fallaron en el pasado contra el oficialismo. Pinedo, por su parte,
aprovechó una respuesta a críticas del jefe de Gabinete para repudiar "los
aprietes como el de la jueza Sarmiento y las mentiras sistematizadas de Aníbal
Fernández".
Las respuestas oficiales no tardaron en llegar. En el asado con diputados y
senadores en la quinta de Olivos, Cristina Kirchner aseguró que desconocía el
hecho de que el padre de la jueza Sarmiento tuviera una causa en la Justicia por
delitos de lesa humanidad, lo cual a su entender demostraba "la buena fe" con la
que había actuado el Gobierno (ver recuadro). Por otro lado, el diputado Héctor
Recalde expresó en diálogo con Página/12 que la actuación de la jueza "es una
vergüenza, porque ella ya sabía que su padre había sido querellado por la
Secretaría de Derechos Humanos, por lo que debió haberse excusado". El
legislador explicó que en enero pasado la jueza dictó una medida cautelar contra
el uso de reservas para el pago de la deuda, "cuando el artículo 195, párrafo
tercero, del Código Procesal, Civil y Comercial de la Nación niega expresamente
esa potestad". "Por último –argumentó Recalde–, la jueza emitió la cautelar
alegando ‘extrema urgencia’, pero si había urgencia y peligro en la demora, ¿por
qué no dejó un empleado de guardia en el juzgado para recibir la apelación del
Gobierno? Prácticamente dejó en indefensión al Ejecutivo". De acuerdo con el
legislador, toda esta serie de hechos "tienen una explicación y ahora que sale a
la luz lo del padre queda claro. Ella tenía una animosidad contra el Gobierno".
Por la mañana, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, había defendido la
actuación del Gobierno al afirmar que las acciones contra los militares
represores no son actos de venganza. "Nuestro objetivo no es venganza sino
justicia", subrayó el ministro, que detalló que el fin último de las
investigaciones por violaciones a los derechos humanos "no es ‘dos condenas más
y a olvidarse del tema’ sino que paguen todos los que tengan que pagar, aunque
sean abuelitos de 85 años y estén enfermos".
En declaraciones radiales, Fernández detalló que "la causa (del militar) tiene
cuarenta y dos casos puntualmente denunciados por familiares de muertos y
desaparecidos y de las propias víctimas de privación ilegítima de libertad y
torturas". Su hija, la jueza Sarmiento, había intentado vincular la orden
impartida por la Justicia de Misiones con el fallo emitido contra el decreto
oficial que creaba el Fondo del Bicentenario para el uso de reservas del Banco
Central. Fernández respondió que esa acusación era "una mentira atroz" y negó
que la orden constituya "presión" alguna para la jueza. "Sarmiento le mintió a
todo el pueblo argentino diciendo que no sabía de qué se trataba cuando la causa
databa de 2006", argumentó el ministro.
La orden de arresto del coronel retirado Luis Sarmiento fue emitida este viernes
por el juez Ramón Chávez, quien horas después dio marcha atrás con la medida
luego de que un informe médico oficial indicara que el octogenario imputado
padece un grave estado de salud. En aquel momento, María José Sarmiento aseguró
que se trataba de "una presión" y que a veces sentía "miedo".