Argentina, la
lucha continua....
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Del ejército israelí a la Metropolitana
Alejandro Mellincovsky, el vocero de la flamante policia porteña
El hombre que Eugenio Burzaco designó como portavoz de la fuerza que conduce
fue jefe de prensa del ejército de Israel para los medios de habla hispana. Su
postura ante el conflicto de Medio Oriente y sus críticas a los gobiernos de
Venezuela y Bolivia.
Eugenio Burzaco designó como vocero de la Metropolitana al ex portavoz del
ejército israelí.
Por Gustavo Veiga
La Policía Metropolitana que acaba de salir a la calle tiene su pregonero. No es
su hacedor, Mauricio Macri, ni tampoco su jefe, Eugenio Burzaco. Se trata de un
especialista, Alejandro Mellincovsky, ex jefe de prensa del ejército israelí
para los medios de habla hispana, un joven licenciado en Comunicación e Historia
que parece el hombre hecho a medida para difundir desde su estreno el accionar
de la nueva fuerza. Vivió, cursó estudios universitarios y se graduó en Tel
Aviv, donde refinó sus conocimientos en seguridad, integró la juventud sionista
–o Hanoar Hatzioni– y fundó un periódico. También ha escrito varios artículos
sobre la libertad de prensa y el conflicto de Medio Oriente, con una visión
crítica sobre gobiernos como los de Venezuela y hasta Bolivia. Su último trabajo
conocido lo desempeñó como corresponsal del multimedio mexicano Televisa en la
Argentina. Hoy, en cambio, informa sobre el empleo de autos no identificables
que comenzarán a patrullar Buenos Aires con fines de Inteligencia. La principal
herencia que dejó el comisario Jorge "El Fino" Palacios.
Mellincovsky se radicó en Israel en 1999 después de pasar una infancia y
adolescencia bien porteñas. Es hincha de Atlanta y nostálgico de las calesitas
(armó una página web con familiares sobre el tema). Esta parte de su vida puede
rastrearse en la entrevista que le realizó la revista Piedra Libre en 2005, un
medio de la comunidad latinoamericana en aquel país, donde se incorporó al
ejército.
"Para mí, seguir sintiéndome cercano a Argentina es algo que atribuyo más que
nada a las pequeñas cosas, a la vida de todos los días, las costumbres, la
comida", decía en aquella nota. En el mismo reportaje, su autora, Jana Beris,
informa: "Ahora sirve en Tzáhal, el ejército israelí, como encargado de Análisis
Estratégico de Comunicaciones, en contacto con la prensa internacional en la
unidad del Portavoz del Ejército (Dover Tzáhal)..."
En ese rol, el flamante vocero de la Metropolitana fue el hombre de consulta
para los medios hispanoparlantes sobre todo lo que ocurriera en Israel en
materia de defensa. Hay artículos que lo citan, tanto en El País de España como
en La Nación. Una crónica del 18 de agosto de 2005, escrita por el periodista
Ferrán Sales en el primer diario, a propósito del desalojo de colonos israelíes
en la Franja de Gaza, señala: "La contundencia y la sorpresa con que se está
desarrollando la operación militar son las dos claves que permiten explicar este
éxito, según aseguraba ayer Alejandro Mellincovsky, director del Departamento de
Análisis y Estrategia del Ministerio de Defensa, quien en las últimas horas
había seguido la operación sobre el terreno en el asentamiento de Neve Dekalim".
El colaborador que designó Burzaco para tratar de superar la mala imagen con que
se instaló la Policía porteña, no puede ser cuestionado por carecer de
pensamiento propio. En un artículo de su autoría que publicó la agencia de
noticias Impulso Baires, discurre sobre cómo los periodistas cubrieron la
información durante la Operación Plomo Fundido, la ofensiva israelí sobre la
Franja de Gaza que provocó, entre muertos y heridos, miles de víctimas
palestinas entre diciembre de 2008 y enero de 2009.
"No podemos remitirnos exclusivamente a números o impresionarnos con las
estadísticas. Los hechos publicados son de notorio conocimiento, nosotros
tenemos la obligación de ver, no sólo de dónde salió la bala, también tenemos
que preguntarnos por qué. Mueren civiles. Es un hecho, no importa cuántos de
cada lado, son muertos, seres humanos. Mientras Hamas apunta sus cohetes y
misiles deliberadamente a centros urbanos para asesinar a la población civil,
Israel intenta neutralizar la fuente de los lanzamientos donde lamentablemente,
a veces, se producen daños colaterales."
Más adelante, Mellincovsky profundiza su opinión con datos que sólo puede
conocer un especialista que se desempeñó en el Tzáhal: "Antes de atacar, Israel
le avisa a la población civil palestina, por panfletos y por vía telefónica.
Entonces, ¿por qué no se van? Hay dos posibilidades, o no salen de la zona a ser
atacada porque los terroristas de Hamas se escudan en ellos y los tienen como
rehenes, o deciden quedarse motu proprio para colaborar con el Hamas; en ese
caso, civil deja de ser sinónimo de inocente."
Por último, sugiere: "Para esos periodistas, que su trabajo es también su
vocación, anhelamos que el tema no baje del orden del día sin que tengan la
oportunidad de ver y transmitir las distintas perspectivas de un caso, que por
ser complejo, no tiene por qué transformarse, ni en simple, ni en complicado".
Sus inquietudes por la libertad de prensa se trasladan desde Irán a Venezuela y
también sobrevuelan Bolivia. En un extenso artículo de siete páginas que publicó
El Argentino.com, le atribuye al presidente Hugo Chávez sufrir una influencia
notable de su colega iraní Mahmud Ahmadinejad en la política interna de su país:
"... no sólo se le dio por influir en las naciones de la región, sino que además
se dio el lujo de importar una ideología, la del chiísmo iraní, que no se
conforma con un proyecto hegemónico en el Cercano Oriente...".
Mellincovsky recorre la conflictiva relación del líder venezolano con los
grandes medios y hasta menciona un dato curioso sobre Bolivia, confirmado en
agosto pasado: la creación en ese país de un canal de televisión iraní. De ahí
que establece en tono paródico una comparación entre dos actitudes supuestamente
contradictorias que le atribuye a Evo Morales: "¿Qué tienen que ver los
movimientos sociales bolivianos con el chiísmo radical de un país en el que la
libertad de prensa es utópica? Aparentemente, nada. Sin embargo, luego de
haberse independizado de la colonización española, hay un medio Evo que afirma
ser quien liberó al Estado Plurinacional de Bolivia del yugo de los Estados
Unidos, pero hay otro medio Evo que no tiene inconvenientes en traicionar los
principios de sus seguidores, eliminando la identidad de los grupos originarios
en pos de la propagación de la versión chiíta del Islam, conduciendo a Bolivia
al Medioevo, cuando religión y Estado eran una entidad inseparable".
La Policía Metropolitana ya tiene quién le escriba y divulgue su razón de ser.
Un civil que pasó por el ejército, pero de otro país. No deja de ser un hecho
infrecuente en un gobierno que sumó un tropiezo tras otro desde que creó su
propia fuerza. Esa que el vocero Mellincovsky, como periodista de oficio, sabe
que recibió más críticas que elogios desde que se volcó al espionaje antes que a
cumplir la función que le asignaron por la Ley 2.894 de Seguridad Pública.