Sumario: 1.- De comicoimeros, cabocarteristas y fichurtos. 2.- Más gatillos. 3.- Los Asuntos Internos de la policía. 4.- Fusilamientos en Haití. 5.- Policías en acción: salela Metropolitana. 6.- BarcelonAntirrepresiva: "La Metropolitana sabrá cuando torturar y
cuando no".
DE COMICOIMEROS, CABOCARTERISTAS Y FICHURTOS
Podrían titular libros de cuentos, al estilo de viejas misceláneas porteñas,
rincones literarios y otras yerbas. Pero no. Pese a que diariamente, y a lo
largo y ancho de toda la geografía del país, ocurren estos hechos, todavía nadie
se inspiró lo suficiente como para acuñar esta terminología y publicar en la
tapa de los grandes medios escritos o en los zócalos de los canales
informativos. Ninguno de ellos considera oportuno publicar que es una
constante en la institución policial la práctica de delitos que en otros
casos disparan la imaginación de los creativos y se instalan fuertemente en el
imaginario colectivo.
Comicoimero: Un jefe policial de La Plata, Ricardo Bernardo Palacios, de
48 años de edad, fue encontrado culpable de haber cometido el delito de
exacciones ilegales (coima, según su acepción vulgar) cuando en agosto de 2003
fue sorprendido recibiendo 200 pesos como condición para devolver un vehículo
secuestrado después de un choque. Después de 7 años, le impusieron una condena
de dos años de prisión. En suspenso, claro.
Cabocarteristas: Dos suboficiales de la policía rionegrina fueron
separados de la fuerza por intentar robarse una cartera en un boliche nocturno
de Viedma, la capital provincial. Por ahora sólo existen actuaciones
administrativas y los inicios de una causa correccional.
Fichurtos: Dos policías rosarinos fueron detenidos por hurto, y varios
más sumariados por encubrirlos, porque robaron bienes en la mudanza de una
dependencia oficial del gobierno santafesino. Entre los faltantes hay más de 80
varillas de bronce que sostenían las alfombras de las escaleras. (Se trata de
policías que ejercían la custodia de la dependencia administrativa, por eso
elegimos el mote de "fiches", comúnmente usado en la vieja lunfardía a propósito
de los policías que realizaban el fichaje antropométrico de un individuo).
Todos estos casos - que son dados a conocer para habilitar el concepto de "autodepuración"
y el de la existencia de policías "buenos y malos"- revelan varios denominadores
comunes: se extienden a lo largo de todo el país, no diferencian escalafones, se
ejecutan gozando del franco o del horario en funciones, ninguno queda
detenido, se juzgan a largo plazo y, si hay condenas, son irrelevantes. Es
decir, sistematicidad, frecuencia, habitualidad, impunidad.
En la esencia misma del control social efectuado por desclasados al servicio de
la clase dominante está la razón de estos hechos, en las prebendas que
obtienen con la complicidad necesaria de quienes no sólo no se escandalizan,
sino que además cierran los ojos frente a los otros delitos como la tortura
seguida de muerte o el homicidio agravado que estos mismos oficiales y
suboficiales ejecutan con la misma frecuencia, habitualidad, sistematicidad e
impunidad.
DE COMICOIMEROS, CABOCARTERISTAS Y FICHURTOS. Admitimos que también
podría titularse ES TODA LA INSTITUCION.
MÁS GATILLOS
La modalidad del gatillo fácil en los barrios y pueblos pobres sigue en aumento.
En nuestro Archivo de Casos, al día de salida de este boletín registramos
2891 personas asesinadas por el estado desde 1983.
Siempre decimos que cuando la noticia se redacta con frases tales como "confuso
episodio" para referirse a un hecho donde un agente de las fuerzas represivas
disparó a una persona, siempre hablando de un trabajador o un joven como
"sospechoso", está cantado que se trató de un caso de fusilamiento en el que la
víctima estaba desarmada.
Luego se le plantará un "perro", consistente en algún revolver que no sirva para
disparar (las armas que sirven las guardan para alquilar), total los jueces,
como buenos integrantes del estado, darán por suficiente la "sola amenaza"
declarada por el homicida y todo el cuerpo policial.
Así lo demuestran los últimos casos de esta semana:
En la localidad cordobesa de La Laguna, de poco más de tres mil habitantes,
Héctor Clemente Gómez, peón de estancia, fue fusilado pasada la medianoche del
martes 2 de febrero por un suboficial a bordo de la patrulla de la zona, cuando
lo consideraron sospechoso tras verlo transitar en su F100 camino a su casa en
la localidad cercana. En eso consistió el "confuso episodio".
Un día después, en el límite de los barrios de Tablada y Las Heras, Rosario, un
suboficial franco de servicio, disparó por la espalda a Ricardo Villareal (18).
En su propia versión, trató de repeler un intento de robo armado. Para
complementarlo, sus compañeros de fuerza "encontraron" un revolver lechucero con
balas que no eran ninguna del calibre del "perro".
LOS ASUNTOS INTERNOS DE LA POLICÍA
A cada rato escuchamos a los conductores políticos de la fuerza defendiendo sus
organismos de control interno, que, nos aseguran "investigan hasta las
últimas consecuencias" y "aplican sanciones ejemplares".
Sin embargo, en los casos concretos que nos toca conocer, brilla por su ausencia
esa proclamada intención. Un par de ejemplos son más útiles que una larga
enumeración.
El policía Juan Sebastián Álvarez fusiló a Miguel Da Silva (14), en Moreno en
2005. El postergado juicio oral comenzará el próximo 1º de julio, en Mercedes.
Álvarez puede ser condenado a prisión perpetua, según el planteo de la querella,
o de 8 a 25 años según lo que sostiene la fiscalía. Desde luego, como es
policía, no está preso.
En su sumario administrativo, los "encargados de separar a los malos
funcionarios", como le gusta decir al ministro Stornelli, muchos de ellos
civiles contratados para "garantizar la transparencia", resolvieron que,
cuando fusiló a Miguelito, Álvarez violó varios incisos del art. 120 del decreto
reglamentario de la Ley de Policía, porque cometió un acto que implica la "afectación
de la dignidad humana… que viola Derechos Humanos… Incumplió el "Código de
Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley " de la ONU …"
y un montón más de palabras lindas.
Un ingenuo podría pensar "¡La depuración funciona!" e imaginarse que lo
echaron. Pero no. ¿Saben qué sanción le impusieron? Sesenta días de suspensión.
Otro caso, esta vez de la federal, es el del policía Segovia, asesino de Mauro
Vega, el murguero de Chacarita. Después del intento del juez Daffis Niklison de
cerrar la causa, logramos que se lo procesara. Pero acabamos de enterarnos,
oficialmente, que el policía que le puso un tiro en la nuca a Mauro esa noche de
carnaval, sigue en servicio activo, asignado a la comisaría 33ª, en pleno barrio
de Belgrano (Mendoza 2263). Si le toca hacer algún trámite ahí, no lo ponga
nervioso…
FUSILAMIENTOS EN HAITÍ
La naturaleza represiva de las fuerzas de seguridad se devela más allá de las
fronteras. El pueblo haitiano vive una situación desesperante, y pelea el hambre
y la miseria con saqueos para conseguir alimento y agua.
La política represiva se descarga contra los pobres, al servicio del orden
impuesto. Esta vez, dejaron trascender dos casos de fusilamientos a manos de la
policía haitiana. El de la adolescente Fabienne Cherisma, de 15 años, que
asesinaron a quemarropa de tres disparos en la cabeza, y el de un hombre que
fue fusilado cuando la policía de Haití disparaba contra un grupo de personas en
un mercado en Puerto Príncipe. Tal como hicieran en Argentina en diciembre de
2001, es la política que implementan para contener la desesperación y el hambre
del pueblo.
Como dijéramos en el Boletín nº 543, los refuerzos enviados para la supuesta
"ayuda humanitaria" no son más que aparato represivo puesto para defender la
propiedad y la dominación.
POLICÍAS EN ACCIÓN: SALE LA METROPOLITANA El debut de la Metropolitana, la tan deseada fuerza policial propia del
gobierno de la ciudad, llega con demora, después de la remoción anticipada de
sus dos primeros jefes (uno de ellos preso), y una seguidilla de escándalos,
algunos de más trascendencia, como el del espionaje telefónico de Ciro James, y
otros más reservados, como la designación del pastor alemán –Daniel
Pastor, el abogado que elaboró la defensa del gobierno argentino en la causa
Bulacio ante la Corte IDH- como director del instituto de formación.
Desde el viernes 5 de febrero, los pitucos uniformes (aparentemente
comprados a Kanoore Edul, implicado en la masacre de la AMIA) serán vistos en
algunos barrios de la ciudad, y se irán extendiendo hasta llegar, a mitad de
año, a 2.000 efectivos en la calle.
Medio centenar de modernos (y caros) patrulleros, marca Chevrolet Meriva, 15
motos Honda Deauville 700, pistolas Beretta 9 mm y efectivas tonfas constituyen
el "ajuar" de los nuevos policías. Para la unidad "antidisturbios", además de lo
clásico (bastones, escudos, cascos, pecheras), la ya famosa pistola-picana Taser,
que inmoviliza al "sospechoso" con una descarga de 50.000 voltios. Las calles de la ciudad serán, desde ahora, predio compartido por cuatro
fuerzas: la federal, con sus 53 comisarías y delegaciones ferroviarias, su
sistema de patrullaje y consignas permanentes; la metropolitana, que irá
avanzando hasta cubrir todos los barrios, con sus propios "precintos" y
cuadrícula; la prefectura, con control del corredor portuario (que cubre tanto
la villa 31 como Puerto Madero) y otros objetivos puntuales, y gendarmería, con
sus retenes y zonas asignadas. No tardarán en hacerse visibles los choques y
conflictos por el control territorial, el manejo de los distintos negocios
criminales de unos y otros y otras situaciones que siempre "resuelven" a tiro
limpio y armando "operaciones".
"Todo el personal que sale a la calle cuenta con experiencia previa, ya
que fueron policías de la Federal, Gendarmes, Prefectos o miembros de las
policías del interior del país", dice el informe que acompaña el debut. Y,
por si no se entendiera, aclara: "Esto es fundamental, porque la Policía
Metropolitana no podía arrancar con personal que no estuviera formado desde la
experiencia".
También el pueblo trabajador cuenta con experiencia previa con esas fuerzas,
responsables, desde diciembre de 1983, de casi 3.000 fusilamientos y muertes en
la tortura en todo el país.
BARCELONANTIRREPRESIVA: MACRI DEFIENDE LA COMPRA DE PISTOLAS PARALIZANTES PROHIBIDAS POR EL COMITÉ
CONTRA LA TORTURA DE LA ONU: "La Metropolitana sabrá cuando torturar y cuando
no".
El jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, disparó
violentas descargas contra quienes criticaron la compra de pistolas paralizantes
para equipar a la policía Metropolitana. El titular del ejecutivo porteño
minimizó la prohibición que pesa sobre esas armas por parte de la comisión de
Torturas de la ONU, y prometió que "los policías de la ciudad estarán lo
suficientemente preparados como para ser criteriosos en la aplicación de
tormentos, y como para ocuparse de no quedar pegados si cometen algún exceso".
Macri negó que las pistolas en cuestión sean, en la práctica, picanas
portátiles, y aclaró que "sólo se trata de armas diseñadas para aplicar
descargas eléctricas no mortales, pero capaces de ocasionar dolores agudos y
quemaduras permanentes".
Los sábados a las 18:00, escuche la columna de opinión de María del Carmen
Verdú en el programa Leña al Fuego, del periodista H. Schiller, por Radio
Porteña, AM 1110. www.radiodelaciudad.gov.ar, tel.
5371-4600, Sarmiento 1551, 9° piso. Entrada libre y gratuita. Visitá nuestros espacios de difusión: http://correpidifusion.blogspot.com
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