VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Argentina, la lucha continua....

Los muertos que vos mat�is

Por Eduardo Aliverti
P�gina 12

No quiero escribir desde el resentimiento, aunque siento que, en realidad, el verdadero rencor es el de aquellos a cuyo cinismo apuntar�. Algunas cosas hay que sacarlas bien de adentro bajo pena de traicionarse a s� mismo si acaso, por razones de �elegancia? period�stica, de ser modesto con los conceptos en horas de dolor y de respeto, se las guarda. Supongo, adem�s, que varios de los conceptos a verter ser�n parecidos y hasta id�nticos a muchos de los que acompa�an las opiniones de esta edici�n. Mejor. Uno se sentir� reforzado con la gente, los colegas de este diario, y otros, que piensan igual o muy parecido y habr�n escrito en consecuencia. En momentos como �stos, lo que justamente hace falta es juntarse m�s que nunca con la gente que piensa y dice y pregona como uno. Ayer, a muy poco de conocerse la noticia, me toc� encabezar la transmisi�n especial de AM 750. Muchos testimonios, mucho oyente, mucho correo, muchas sensaciones. Uno tiene en esto demasiados a�os de entrenamiento auditivo, de saber reconocer las entrel�neas de las declaraciones, de descubrir qu� hay detr�s de los tonos de voz y hasta de cada inflexi�n. Y entonces percibe, registra enseguida, no se le escapan ni las respiraciones. Percat� en consecuencia la angustia aut�ntica de la gente com�n que llamaba a la radio; la que conforma lo definible desde hace un tiempo como la "minor�a intensa" de la sociedad, contra la presunta mayor�a invertebrada que est� festejando la muerte de Kirchner. Sin embargo, a la par llam� la atenci�n de quien firma la cantidad de llamados del tipo "no soy peronista, no soy kirchnerista, no quiero a este gobierno, pero...". Ese pero. Ay, ese pero. Cu�nto que hay en ese pero de "me parece que me di cuenta ahora, con la muerte, de que no hay nada real mejor que esto, por m�s que no me guste".

Sea as� o m�s o menos as�, esa gente, esos peros, se sintieron leg�timos, audaces, compungidos. Atenci�n con esa tomada de nota de que ahora se corre peligro de retroceder, tanto que lo putearon. No tengo c�mo justificar la elevaci�n de los llamados a una radio a la categor�a de sondeo representativo... salvo por eso del o�do entrenado, de la medici�n autom�tica de percepciones. Y tambi�n como quiera que sea, en cualquier caso es mucha gente con una honestidad intelectual, o sentimental, infinitamente mayores que las disfrazadas por los temporarios acomodaticios de las condolencias. Cobos, traidor, capaz de decir que se nos fue un gran l�der. Andate Cobos, por favor. Andate. Pero no del Gobierno del que form�s parte a la vez de denostarlo. Andate a tu casa, directamente. Por un instante de tu vida ten� m�nima conciencia del rid�culo. S�lo eso, Cobos. S�lo eso. Vos y todos los dem�s que ahora descubrieron en Kirchner al tipo que llevaba la pol�tica en la sangre, al militante tiempo completo, al apasionado que deja un vac�o enorme, al hombre de convicciones. Vos y todos los dem�s que hasta las 10 de la ma�ana de ayer defin�an esos flamantes m�ritos del muerto como la expresi�n del crispado que violent� a este pa�s, del autoritario que nos volvi� a las catacumbas de los �70, del enajenado que nos lleva al caos institucional. Y vos, Van der Kooy, que a los veinte minutos de la muerte ya ten�as subida tu columna gozosamente mal disimulada. Y vos, Fraga, Rosendo Fraga, asesor de Viola, del general Viola, del asesino Viola, que te permitiste elevar, con el muerto fresco, las condiciones a las que debe sumirse Cristina ahora que puede ejercer el Poder. Vos, Fraga, ven�s a cerrar el circuito que inaugur� Jos� Claudio Escribano, el mandam�s de La Naci�n, cuando apenas asumido Kirchner en 2003 le puso en tapa el pliego de bajezas a que deb�a rendirse si quer�a completar el primer a�o de mandato: reacomodar las relaciones con el FMI, amnistiar a los milicos, romper con Cuba. Con Kirchner inaugurado, primer pliego. Con Kirchner muerto, tambi�n enseguida, el segundo: que Cristina se saque de encima a Moyano, a Moreno y a quien haga falta para demostrar que no es igual que el marido. Hasta un tipo de derechas como Federico Pinedo, pero con sensibilidad perceptiva �digamos que un caballero� le dijo al aire al suscripto "y, s�, es un poco apresurado el an�lisis".

Pero no, no es apresurado. Son sus instintos m�s bajos, m�s pornogr�ficos, de intereses de clase. Cabe reconocerles su impudicia expl�cita. E incluso prodigarles el reconocimiento de que adem�s de ser as� son inh�biles para solaparlo. Dejan todo m�s claro. Ese es, quiz�s y no importa si por convencimiento o por lectura especulativa de la realidad al cabo de 2001/2002, el legado m�s interesante y efectivo que deja Kirchner. Por las razones �ntimas que fueran, parti� aguas. Oblig� a ponerse de un lado o de otro, cuando ya parec�a imposible que la pasi�n pol�tica se reinstalara en la Argentina devastada de la rata. M�s aun, por estas horas tambi�n se desnudan como de cocodrilo feroz las l�grimas y lamentos de quienes se allanaron a hacerle el juego a la derecha con chamuyo de izquierda cinematogr�fico-nacionalista. �Y por qu� eso tambi�n es s�mbolo? Porque esa partida de aguas que signific� y significa esta rara pero apasionante experiencia tambi�n compeli� a que cada quien mostrara su vocaci�n de poder. Algunos de la derecha expl�cita sacaron los tanques medi�ticos, pero otros de la izquierda piripip� copiaron a Carri�, compararon a Kirchner con Menem y hace unas horas se manifiestan condolidos �de qu�? �No es que eran iguales?

Por unas semanas como much�simo, si es que se aguantan, el establishment m�s concentrado, el gorilaje recalcitrante y sus funcionales nac&pop se llamar�n a silencio de expectaci�n. Concluido el duelo de las buenas formas, medir�n cu�nto tiempo se requiere para que seguir atacando no se les vuelva boomerang. Tensar�n que Cristina puede usufructuar, o que le servir�a, la imagen de mujer enhiesta en medio de un drama de todo tipo, sola contra todos. Y encima, en medio de ese karma que los sigue regenteando: sus candidatos son horribles, no se les cae una idea alternativa convincente y est�n a a�os luz de potenciar a alg�n referente que demuestre capacidad de mando.

Si lo piensa bien, la derecha atraviesa un problema con la muerte de Kirchner: �l ven�a a ser una suerte de reaseguro para continuar insistiendo contra el "aplastamiento de las instituciones", el "clima de confrontaci�n", la "divisi�n de la sociedad" y todo el resto de pelotudeces tras cuyo parche se oculta, p�simamente, que no aguantan la afectaci�n de emblemas con que sintieron tocados su alma y su culo. Y la de ciertos privilegios que manotearon sus bolsillos.

Ayer a la noche, el clima de congoja ced�a lugar a una efervescencia, tan contenida como callejera, que detr�s del dolor avisaba lo siguiente: si hay lugar de retrocesos en lo recuperado para los intereses populares, no les va a resultar f�cil. La potencia pol�tica de Kirchner ya no estar�, Cristina es candidata �nica y habr� que comprobar si su estoicismo aguanta la presi�n. Pero es irrebatible que queda una fuerza muy considerable que, cualesquiera sean los avatares electorales, no permitir� as� nom�s que se vuelva para atr�s en ciertas conquistas que a la vuelta de la esquina eran extrav�os ut�picos.

En s�ntesis, eleven neo-pliegos de condiciones, festejen, gorileen, viven a las coronarias de Kirchner como antes a sus car�tidas y al c�ncer de Eva, supongan que se acabaron la ley de medios y que la yegua no deber�a soportar semejante tensi�n. Pero, por las dudas, uno les aconsejar�a que adviertan la ya masa de gente joven politizada y movilizada y el n�mero de los que se plantean lo que hay enfrente de lo que putean.

Fuente: lafogata.org

������