Argentina, la
lucha continua....
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La movilización de trabajadores frente al asesinato y la cuestión de la burocracia sindical
Andrés Pissani
AnRed
Los hechos son conocidos y dolorosos. Durante la tarde del miércoles, una
manifestación de trabajadores terciarizados del Ferrocarril Roca fue reprimida
violentamente por un grupo de la Unión Ferroviaria (UF). Estos asesinaron a
Mariano Ferreyra - militante del Partido Obrero y estudiante de la Universidad
de Buenos Aires- y dejaron en estado grave a otra trabajadora de 56 años. Ella
se encuentra en el Hospital Argerich, según los últimos partes médicos, luchando
entre la vida y la muerte.
Rápidamente circuló la noticia entre los movimientos sociales, concentrándose en
Callao y Corrientes, en la Ciudad de Buenos Aires, hacia las 15:30 horas. Los
primeros fueron activistas universitarios (FUBA) y partidarios de izquierda. Los
trabajadores de Subterráneos, confirmando su papel estratégico, paralizaron las
labores entre las 17 y 18 horas. También paró el FFCC Sarmiento (no el Roca).
Desde la CTA se convocó a un paro nacional para el día de ayer, jueves 21 de
octubre. Se adhirió la CTERA, la confederación docente, un dato importante en el
contexto de las diferencias que dividen actualmente a la CTA entre el sector
Micheli (ATE), más oposicionista, y el sector docente, más proclive a un apoyo
crítico del gobierno nacional. Frente al asesinato provocado por la burocracia
de la CGT, las corrientes internas de CTA se unen en una acción solidaria.
El recurso a la violencia física por parte de una organización sindical plantea
nuevamente la cuestión de la "burocracia sindical". ¿No confirma la "Masacre de
Avellaneda" que la dirección de los sindicatos actuales se mantiene únicamente
mediante la coerción y por su "matrimonio" con las empresas y el estado? ¿O lo
que llamamos burocracia sindical es la expresión de una parte de los
trabajadores, mayoritaria, o por lo menos significativa? ¿Tiene la burocracia
sindical base entre los trabajadores?
Tradicionalmente, el marxismo ha afirmado que la burocracia sindical es una
casta parasitaria de las empresas y el estado (de "la burguesía"), que hace
mucho ha dejado de representar a la clase trabajadora. Como categoría la
burocracia no es una clase, sino un grupo de distinto carácter. (Otra cuestión
que nos desviaría, aunque importante para ser anotada al pie, es de qué manera
el marxismo más clásico, que solo analiza en términos de clase, puede explicar
esta anomalía teórica, la centralidad histórica que adquieren agrupamientos que
no son clases).
Esta teoría marxista clásica parece confirmarse hoy. Sin embargo frente a esta
tesis se ha sostenido otra que afirma que la "burocracia" es un aparato pero con
un pie fuerte en la conciencia corporativista, pro-empresaria, o particularista,
de parte de los mismos trabajadores. Para esta segunda teoría marxista, lo
burocrático es una forma de expresión de una clase que se encuentra en una
relación no antagónica, sino subordinada, con el capital y el estado. Estos
trabajadores conforman una clase porque hasta cierto punto luchan contra el
capital y el estado (esta sería la caracterización entonces del movimiento
sindical peronista).
De esta opinión participan nuevos militantes sindicales, de izquierda, y
académicos marxistas. ¿Cuál es el enfoque que mejor cuadra con la realidad?
¿Cuál tesis sirve mejor a un movimiento que lucha por el cambio social o por el
socialismo?
No se puede decir que la "burocracia" no tenga base. El viernes pasado el
titular de la CGT y Camioneros, Hugo Moyano, realizó una concentración enorme en
la cancha de River Plate. Las elecciones sindicales son un indicador más
complicado para "medirlo", ya que usualmente hay fraude o manipulación de los
resultados. El hecho de que la patota de la Unión Ferroviaria estuviese dirigida
por el hijo del titular de la dependencia estatal que regula el transporte
ferroviario nos habla de un sindicato que se reproduce como aparato por estar
enquistado en los favores de los gobiernos y de las empresas.
En nuestra perspectiva, la lucha por sindicatos en una estrategia de poder
popular se fortalece comprendiendo la amarga verdad: el aparato sindical tiene
basamento en una forma de conciencia obrera. Esta mentalidad obrera no es
antagónica al estado y el capital, pero no por ello deja de ser una forma de
conciencia colectiva real. Del mismo modo, esta conciencia está en movimiento, y
las luchas pueden ayudar a este cambio. Situaciones como las de hoy precisamente
pueden catalizar esta crisis en el seno de las conciencias.
En entrevista a CN5, un delegado de la línea de Constitución de subterráneos
expresa esta idea: cuando el periodista le pregunta si el servicio ferroviario
fue afectado en la línea Roca, el delegado responde que no, ya que "en
Constitución son mayoritarios la Unión Ferroviaria y La Fraternidad, pero aquí
somos mayoritarios la nueva agrupación del sindicato de subtes. Desde el
movimiento obrero tenemos que aprender a organizarnos en base a las diferencias,
y no reprimirlas con la muerte".
Ayer hubo paro en el sector público y algunos sectores privados. El mensaje de
fondo es que hay otro movimiento obrero por el cambio social y el poder popular.
Un movimiento que se define no solo por mejores acuerdos salariales, sino por
otra sociedad más justa y solidaria.
* Andrés Pissani es docente de historia en la Universidad Nacional de Luján.