Argentina, la
lucha continua....
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Un proyecto popular para una democracia soberana y equitativa
Daniel E. Benadava
En octubre del 2008 se realizó el primer Encuentro Nacional de Pensamiento
y Acción para la Unidad Popular Argentina en el cual miles de hombres y
mujeres concluyeron que era necesario construir un contra poder popular con
el cual llevar adelante las luchas necesarias para que la clase trabajadora no
pague la crisis del capitalismo y, así también, detener el hambre de los
pibes y de los viejos que son los desparecidos en democracia de los que nadie
habla.
Este encuentro tuvo su correlato en noviembre del 2009 en donde cientos de
argentinos, reafirmando lo que sus compatriotas habían sostenido el año
anterior, plantearon que resultaba imperioso construir un proyecto libertario
y emancipador para implementar un nuevo modelo productivo que desconcentre la
economía, garantice la soberanía alimentaria para erradicar definitivamente el
hambre y dinamice los conflictos sociales articulando las luchas sociales,
territoriales y sindicales.
Hoy en día continuando con el legado de los encuentros realizados años atrás la
Central de Trabajadores de la Argentina y el Movimiento Proyecto Sur
(entre otros) intentan crear una alternativa al sistema capitalista
neoliberal y, pensando que el crecimiento económico argentino de los últimos
tiempos solo benefició a los sectores mas acomodados de la sociedad ya que para
quienes nada tienen solo se crearon planes asistencialistas, plantean que es
necesario realizar un profundo debate sobre la "distribución de la
riqueza" para intentar solucionar la dramática situación en la que vive
gran parte de la población argentina de la cual el 33,1% vive en la
pobreza y el 14,3% en la indigencia.
Así mismo desde este espacio se considera imprescindible defender la
"soberanía" argentina para lo cual proponen detener el proceso de
extranjerización de los recursos naturales; considerar al medio
ambiente como un derecho comunitario y público antes que un negocio
empresarial; pensar una nación libre de bases y fuerzas militares
extranjeras; y crear políticas que les devuelva a los trabajadores
sus derechos sobre la tierra.
También estas organizaciones propician emprender una "estrategia
institucional" que favorezca la participación popular cotidiana
en la toma de las decisiones que afectan el devenir de su país. A través de este
ejercicio democrático se busca crear una nueva forma de entender lo
público, lo comunitario y lo estatal que sea superadora de la actual cultura
de la delegación en representantes que se votan cada dos años y que, muchas
veces, traicionan sus promesas electorales.
Y por último en este marco político se impulsa la elaboración de un
"proyecto popular" que, entre otras cuestiones, propicie la realización
de una auditoría sobre la deuda externa y la paralela suspensión de su pago para
que los recursos del país sean utilizados en saldar la llamada "deuda
interna" argentina dentro de la cual, por ejemplo, se encuentra el 20% de
la población menor de 18 años que no tiene acceso a ningún plan social
vigente y el 78% de los jubilados y pensionados que viven en la pobreza
por cobrar la jubilación mínima.
Por todos estos motivos, y frente al descrédito que los grandes partidos
políticos argentinos cosecharon en gran parte de la población de su país, las
organizaciones políticas y sindicales que conforman este joven espacio trabajan
arduamente para convertirse en una opción electoral en las próximas
elecciones presidenciales que se desarrollarán en el 2011 y, con tal propósito,
colocan especial énfasis la construcción de una democracia soberana y
equitativa que este sustentada en la participación popular, la libre
organización sindical, la realización de una reforma agraria que promueva la
desconcentración de la propiedad de la tierra y la eliminación de la
criminalización de la protesta social, la pobreza y los jóvenes.