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El Herbicida para Soja de Monsanto podría representar
Riesgos para la Salud
Un estudio realizado en Argentina pone al Glifosato bajo la lupa
Argentina ha visto una explosiòn en su produccion de soja genéticamente
modificada (GM) con exportaciones de soja llegando a los 16.5 mil millones de
dólares en el 2008. La fértil nación sudamericana es actualmente el 3er mayor
productor de soja, detrás de EE.UU. y Brasil. Sin embargo, esta forma de cultivo
industrial lucrativo se ha puesto en la mira de los grupos ambientalistas,
residentes locales y granjeros tradicionales informando que la soja GM amenaza
la biodiversidad, la capacidad del país para auto-abastecerse de alimentos y la
salud de comunidades rurales.
La crítica al modelo de producción de soja se intensificó recientemente cuando
un informe emitido por la más importante Facultad de Medicina demostró que un
producto químico líder usado en el cultivo de soja puede ser dañino para la
salud humana. El estudio ha alarmado a los que crean las políticas en la nación
sudamericana.
Un estudio dado a conocer por un cientifico argentino a principios de año
informa que el grifosato patentado por Monsanto bajo el nombre de "Round Up"
provoca defectos de nacimiento cuando se aplica en dosis muy inferiores a las
que comúnmente se usan en los campos de soja.
El estudio fue dirigido por un importante embriólogo, el Dr. Andrés Carrasco,
profesor e investigador de la Universidad de Buenos Aires. En su oficina de la
más importante universidad del país el Dr. Carrasco me muestra los resultados
del estudio, exhibiendo fotos de defectos de nacimiento en los embriones de
ranas anfibias expuestas al glifosato. Los embriones de rana cultivados en
càpsulas de Petri se veían en las fotos como algo sacado de una película de
horror, criaturas con defectos visibles—con un ojo del tamaño de su cabeza,
deformaciones en la espina dorsal y riñones no totalmente desarrollados.
"Inyectamos a las células del embrión anfibio con glifosato diluido en una
concentración 1.500 veces la que se usa comercialmente y dejamos desarrollarse a
los anfibios en condiciones estrictamente controladas." El Dr. Carrasco informa
que los embriones sobrevivieron del estado de huevo fertilizado hasta la etapa
de renacuajo, pero desarrollaron defectos obvios que comprometerían su capacidad
de vivir en sus habitats normales.
Señalando las fotos a color extendidas sobre su escritorio, el Dr. Carrasco
dice: "Sobre el lado en que la célula contaminada fue inyectada, Ud. puede ver
defectos en los ojos y defectos en el cartílago."
Durante los últimos 15 meses, el equipo de investigación del Dr. Carrasco
documentó reacciones de embriones al glifosato. El estudio embriológico está
basado en la premisa de que todos los animales invertebrados comparten un diseño
común durante las etapas de desarrollo. Esta aceptada premisa científica
significa que las células embrionarias humanas expuestas al glifosato, aún en
bajas dosis, también sufrirían de defectos.
"Cuando un campo es fumigado por un avión, es dificil medir cuánto glifosato
permanece en el cuerpo", dice el Dr. Carrasco. "Cuando uno inyecta la célula
embrionaria con glifosato uno sabe exactamente cuánto glifosato uno está
poniendo dentro de una célula y uno tiene un estricto control."
El glifosato es el herbicida más vendido en el mundo y es ampliamente usado en
el cultivo de soja en Argentina. El monocultivo de soja está en más de 42
millones de acres en campos en Argentina y es rociado con más de 44 millones de
galones de glilfosato anualmente. Es parte de un paquete tecnológico vendido por
Monsanto que incluye semillas GM Round Up Ready para tolerar el herbicida
glifosato. Esto permite a los cultivadores fumigar directamente sobre las
semillas de soja GM, matando a las hierbas cercanas sin afectar la cosecha. En
invierno, las cosechas son fumigadas para matar las hierbas y luego se plantan
las semillas sin tener que arar el suelo, un proceso al que comúnmente se lo
llama "agricultura sin labranza". Cerca del 95 porciento de los 47 millones de
toneladas de soja cosechadas en Argentina en 2007 fueron genéticamente
modificada, adoptando la tecnología Round Up Ready comercializada por Monsanto.
El estudio sobre el agroquímico de alta venta ha alarmado a los que crean
políticas, tanto así que el Dr. Carrasco ha recibido amenazas anónimas y líderes
de la industria demandaron acceso a su laboratorio inmediatamente luego de
conocido el estudio. El líder de la industria Monsanto se negó a conversr con
Americas Program para este artículo, pero en un comunicado de prensa en su sitio
en la red, la compañía dice que el "grifosato es seguro".
Muchos en el sector de negocios del agro argumentan que el estudio del Dr.
Carrasco tiene poca base científica. Guillermo Cal es el director ejecutivo de
CASAFE, asociación argentina de compañías agroquímicas, que cuenta entre sus
miembros a Monsanto, Dow-Agrociencias, Dupont y Bayer Ciencias de Cultivos.
Cal rechazó el reciente estudio conducido en la Universidad de Buenos Aires. En
una entrevista exclusiva con Americas Program, Cal refutó el estudio del Dr.
Carrasco, declarando: "Hay miles de artículos sobre el impacto del glifosato en
anfibios y ninguno de esos artículos ha mostrado los efectos desastrosos que
el", Dr. Carrasco está mencionando. Tengo la sospecha que estos son titulares y
probablemente (este estudio sea) un artículo con motivación política.
En investigación posterior, resultó que los estudios que Guillermo Cal citaba en
la entrevista fueron todos financiados y conducidos por las compañías que
comercian el glifosato. Cuando se le preguntó sobre eso, Cal respondió: "Las
compañias en desarrollo son las que tienen que financiar estos estudios porque
necesitamos tener pruebas del carácter inocuo del producto antes que éste sea
lanzado".
Fotos de defectos de nacimiento en los embriones de ranas anfibias expuestas al
glifosato. Foto: Marie Trigona.
Desde el auge sojero en Argentina a fines de los 90, se han conducido
estudios clínicos en comunidades que mostraban porcentajes sospechosamente altos
de cáncer, defectos de nacimiento y mortalidad en recién nacidos. Sin embargo,
el líder de la industria también refuta estos estudios clínicos, diciendo que
son anecdóticos y que tienen poca base científica.
En una comunidad científica controlada por las corporaciones es notoriamente
difícil para los estudios clínicos "probar" el vínculo entre contaminación
ambiental y resultados en la salud, ya que la vida no es un "medio abiente
controlado".
En un pequeño pueblo lindero con granjas sojeras en la provincia de Córdoba, el
grupo Madres de Ituzaingó se formó en respuesta a los súbitos aumentos en el
porcentaje local de cáncer. Ituzaingó tiene 5000 habitantes—en el 2001
reportaron tener 200 casos de cáncer y para el 2009 esa cifra ha aumentado a
300. Esto es 41 veces el promedio nacional. (Yo realilcé este cálculo: el
promedio nacional es 0.145 de la población es diagnosticada con cáncer—en este
pueblo 5% de la población tiene cáncer). Han luchado por reglamentaciones contra
la fumigación de plantaciones de soja en áreas residenciales y por la
prohibición de agroquímicos. Sofía Gatica es una activista de las Madres de
Ituzaingó. Sofía se unió al grupo de base luego de sufrir la muerte de su bebé
recién nacido, su hija nació muerta con una malformación de riñón. Su hija de 14
años está actualmente en tratamiento por intoxicación en la sangre. La toxina
fue identificada como endosulfan, un insecticida usado en los campos de soja.
Gatica describe los muchos defectos de nacimiento que han ocurrido localmente.
"Hemos tenido niños nacidos con sólo dos pulgares y ningún otro dedo, riñones
mal formados, niños con seis dedos. Hemos tenido niños nacidos sin ano, o con
malformaciones intestinales".
Luego de años de documentar las tragedias, las Madres de Ituzaingó decidieron
llevar sus casos a las cortes. En 2006, ganaron su juicio ante la Corte Sukprema
provincial. Basada en sus hallazgos, la Corte falló prohibiendo el uso de
agroquímicos dentro de los 1.000 metros de zonas residenciales. La decisión se
aplica a la provincia de Córdoba, mientras en el resto del país los agricultores
pueden continuar fumigando sin regulación alguna.
El caso de Ituzaingó no es un caso aislado. Por casi una década otras
comunidades han reportado problemas de salud por fumigación aérea y terrestre
con el arsenal de pesticidas y herbicidas usado en el cultivo industrial de
soja. Y por casi una década han sido ignoradas. "Las comunidades son
liteeralmente fumigadas con aviones o con fumigaciones terrestres repelentes de
mosquitos" (similar a los camiones DEEI usados para fumigar vecindarios en EE.UU.
en la década del 50).
"Los casos de problemas sanitarios, abortos, defectos de nacimiento y porcentaje
de cáncer se han multiplicado a un ritmo alarmante en comunidades que rodean los
campos sojeros", dice Carlos A. Vicente, titular de Información para Latino
América en GRAIN.
El Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE), un movimiento de base
popular compuesto por granjeros tradicionales y grupos indígenas ha presentado
más de 100 acusaciones por envenenamiento con agroquímicos ante la corte en
Santiago del Estero. El único otro caso en que un juez dictaminó contra el uso
de herbicidas ocurrió en la norteña provincia de Formosa y la jueza, Silvia
Amanda Sevilla, fue posteriormente destituida. Ningún otro juez en el país ha
fallado a favor de prohibir las fumigaciones usando glifosato u otros herbicidas
y pesticidas. Los juzgados han, o bien desestimado o bien fallado en contra de
cada uno de los reclamos presentados por los peticionantes.
Darío Aranda, un periodista del diario nacional Página 12 ha informado
sobre numerosas comunidades, en regiones productoras de soja en el país que han
presentado severos problemas de salud, incluyendo residentes de las provincias
de Buenos Aires, Entre Ríos, Chaco, Santa Fe y Formosa.
Lo que es peor, la investigación muestra que las comunidades mayoritariamente
rurales que sufren los efectos sanitarios negativos de las fumigaciones no se
han visto beneficiadas por la explosión sojera. De acuerdo a un censo agrícola
del 2002, en 4 años más de 200.000 familias fueron expulsadas de sus granjas
tradicionales y la mayoría de estas familias se reubicaron en cinturones de
clase trabajadora en las afueras de ciudades importantes.
Las autoridades y los representantes de la industria sostienen que los estudios
clínicos y quejas de ciudadanos deben estar respaldados por "estudios serios"
para que ellos actúen. Gatica dice que la semilla AG y las compañías de
agroquímicos han convertido a Argentina en un campo experimental para probar la
toxicidad de sus herbicidas y pesticidas, principalmente el glofosato y el
endosulfan.
"Podemos probar esto con estudios y con lo que queda de nuestros hijos", dice
Gatica. El enojo en su voz refleja el dolor y la furia que ella ha canalizado a
través de esta batalla de David contra Goliat.
La expansión de la soja significa el uso aumentado y la concentración de
glifosato. "Al pasar el tiempo, el herbicida Round Up pierde su batalla
tecnológica con la evolución y nuevas hierbas se van produciendo más resistentes
al herbicida," explica Javier Souza Casadinho, Profesor de la Universidad de
Buenos Aires y Coordinador General de la Red de Acción Latinoamericana para
Pesticidas Alternativos. "Los productores deben usar más aplicaciones y en dosis
más altas con mayor toxicidad—la aplicación se ha ido aumentando de 3 litros en
1999 a la dosis actual de 12 litros por hectárea" dice Souza.
¡PELIGRO! Soja Transgenica. Foto: Marie Trigona.
La soja GM fue rápidamente aprobada paa su cultivo en Argentina en 1996, bajo
el ex Secretario de Agricultura Felipe Solá. Un informe de archivo de 180
páginas, preparado por el gigante Monsanto GM, en inglés, sin traducción al
español, fue el único documento evaluado antes de que Solá aprobara la soja GM
tras un período de 81 de revisión. El ex Secretario e inversor en la industria
sojera obtuvo una banca en la legislatura en las elecciones de junio 2009,
montado en su oposición a la decisión de la Presidente Cristina de Kirchner de
aumentar el impuesto a la exportación de soja. El actual Secretario de
Agricultura de Argentina, Carlos Cheppi rehusó el pedido formal de entrevista de
Americas Program. Su secretario de prensa dijo que Ricardo Gouna "no desea
hablar sobre el uso y reglamentación de agroquímicos en la industria sojera de
Argentina."
El estudio realizado en Argentina no es la única investigación que ha llegado a
la conclusión que el herbicida de mayor venta puede ser dañino para la salud
humana. Gilles-Eric Seralini, profesor de la Universidad de caen y especialista
en Biología Molecular condujo un estudio que llegó a la conclusión que los
herbicidas incluídos en el paquete Round Up causan la muerte de células en
embriones humanos.
"Aún en dosis diluidas mil veces, el herbicida podría causar malformación,
abortos, problemas hormonales, problemas reproductivos y diferentes tipos de
cáncer", dijo el Dr. Seralini en una entrevista con Darío Aranda, publicada en
el diario Página 12. Actualmente Round Up Ready se comercializa en más de
120 naciones. Los países latinoamericanos Brasil, Uruguay y Paraguay son los
mercados de más rápido aumento de la región.
Como el estudio de Carrasco fue dado a conocer en abril, la ONG Asociación de
Abogados Ambientalistas (Aadeaa) peticionó ante la Suprema Corte que se prohiba
el uso de glifosato y endosulfan. Los que hacen las políticas están actualmente
considerando la petición.
El Comité Nacional de Ciencia Etica también ha recomendado que el Ministerio de
Agricultura cree una comisión investigadora para evaluar urgentemente los
efectos del herbicida número uno en venta en Argentina. El Dr. Carrasco dice que
su estudio y estudios previos deberían servir como una luz roja de advertencia
para los que crean políticas encargados de evaluar las reglamentaciones sobre el
glifosato. El herbicida está actualmente categorizado como toxina nivel 4—el
nivel más bajo posible para agroquímicos. "En ciencia y medicina, cuando se
sospecha que algo peligroso está ocurriendo, se necesita implementar el
principio precautorio, que dictamina: ' Necesito tomar precauciones, no puedo
ignorar el problema, no puedo esperar hasta que haya muchas muertes para
intervenir'". Infortunadamente, las cortes argentinas y los gobiernos a nivel
federal, provincial y local no parecen estar de acuerdo. Dadas las apuestas
económicas enormes, la precaución puede llegar demasiado tarde, ya que la soja
ha invadido la mayor parte de la tierra altamente fértil de Argentina, llevando
a consecuencias sociales, sanitarias y ambientales irreversible.
Marie Trigona es una periodista con asiento en Argentina y escribe
regularmente para el Lamericas Program (