Nuestro Planeta
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Entrevista a Ger Bergkamp, del Consejo Mundial del Agua
Escasez de agua afectará a la mitad del planeta
IPS
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó que más de la mitad de la
población mundial --más de 3.000 millones de personas-- sufrirá escasez de agua
en 2025.
Si las actuales tendencias continúan, incluyendo las sequías, el aumento
poblacional, la creciente urbanización, el cambio climático, la proliferación
indiscriminada de basura y la mala administración de los recursos, el mundo se
dirige hacia una catástrofe.
Estos nuevos problemas estarán en la agenda de una importante conferencia
internacional, el Quinto Foro Mundial del Agua, que se realizará en Estambul
entre el 16 y el 22 de este mes.
Entrevistado por IPS, el director general del Consejo Mundial del Agua (CMA),
Ger Bergkamp, que organiza el encuentro en Estambul, señaló que, mientras la
población del planeta se triplicó en el siglo XX, el uso de recursos renovables
de agua creció seis veces.
"En los próximos 50 años, la población mundial crecerá 40 o 50 por ciento. Este
aumento poblacional, sumado a la industrialización y a la urbanización,
provocará una mayor demanda de agua y tendrá serias consecuencias para el
ambiente", afirmó.
IPS: La ONU alertó que más de 1.000 millones de personas todavía sufren
escasez de agua potable segura. ¿Se prevé que esta crisis se solucionará o
empeorará en la próxima década, particularmente en el contexto del cambio
climático y su impacto negativo?
GER BERGKAMP: Informes de importantes centros de investigación y organizaciones
internacionales nos dicen que si los seres humanos no cambian su comportamiento,
desde los hábitos personales hasta los procesos industriales y la administración
pública, tendremos una aun mayor crisis en nuestras manos.
Nos encontramos en una encrucijada histórica. Tenemos la capacidad de revertir
la tendencia y crear una nueva realidad. Las soluciones están a la mano, como
recolectar agua de lluvia, mejorar los sistemas de almacenamiento y
conservación, perfeccionar los métodos de irrigación a los campos y desarrollar
cultivos tolerantes a las sequías.
Éstas deben ir acompañadas de una gobernanza lo suficientemente buena como para
procurar una mejor administración de los recursos hídricos y lograr un mayor
acceso a los servicios para más personas.
Es obvio que un consumo desenfrenado de los recursos naturales, especialmente
del agua, no puede continuar. Pero tenemos que saber cómo y cuáles son las
herramientas para cambiar las cosas. Lo que necesitamos es acción. Los
gobiernos, las compañías y los grupos de la sociedad civil deben aprovechar el
momento.
IPS: ¿Debería la ONU, y en especial el Consejo de Derechos Humanos,
procurar un plan duradero para considerar el agua un derecho humano básico?
GB: El consumo mundial de agua se duplicó tan rápido como la población en el
último siglo. El incremento de la demanda de agua es constante cuando tienes un
aumento de la población, y se ha multiplicado con la rápida urbanización.
Garantizar agua segura para las personas está en el corazón de los Objetivos de
Desarrollo de la ONU para el Milenio, fijados por los 192 miembros del foro
mundial. La meta es reducir a la mitad el número de personas que carecen de
acceso a agua segura.
Hace tres años, el Cuarto Foro Mundial del Agua en México puso sobre el tapete
el derecho a este recurso. Los alcaldes, que ocupan la línea de frente política
administrativa para el agua y el saneamiento, expresaron en forma abrumadora su
apoyo al derecho al agua.
Las declaraciones en México también mostraron un gran respaldo a esa idea por
parte de parlamentarios, empresarios privados, organizaciones no
gubernamentales, grupos de mujeres, iglesias y la sociedad civil en general.
También significó la primera vez que el derecho al agua fue discutido por
ministros de diferentes países a nivel internacional.
El CMA presentó en México el Informe sobre el Derecho al Agua. Ese documento
proveyó una importante herramienta para las personas que intentan desarrollar
políticas nacionales. El informe también es una gran contribución al trabajo de
la Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
En la nueva edición del Foro, que se realizará en Estambul la semana próxima, el
derecho al agua será otra vez tema prominente en la agenda. Esperamos ver
compromisos sobre este asunto, sobre todo de líderes políticos que pueden hacer
que las cosas sucedan a nivel local.
Muchos temas necesitan ser resueltos a nivel local y nacional. Para llevar
servicios de agua y saneamiento a más personas en forma más rápida debemos
insistir en el derecho al recurso. También tenemos que redoblar esfuerzos para
encontrar soluciones sobre las cuales trabajar en cualquier lugar donde se
comparte agua entre fronteras nacionales. Se deben lanzar esfuerzos bilaterales
y multilaterales para encontrar soluciones duraderas sobre cómo compartir el
agua.
IPS: ¿Cómo se pueden resolver los problemas? ¿Qué papel puede jugar el
Foro en alertar al mundo sobre la crisis de escasez mundial?
GB: El Foro es un proceso de tres años de diálogo y reflexión que culmina en la
más importante reunión mundial sobre agua. Son más de 20.000 participantes,
incluyendo políticos, científicos, profesionales y activistas de todo el mundo.
Al trabajar con una amplia gama de actores en el Foro, el CMA puede reunir
grupos e intereses dispares para encontrar un campo en común y soluciones
prácticas. Los debates del Foro ayudan a definir el papel estratégico del agua
para el desarrollo, la calidad de la vida y la seguridad.
El Foro es organizado por el CMA en colaboración con la ciudad y el país
anfitriones, en este caso Estambul, Turquía. El encuentro es precedido por un
proceso preparatorio que involucra a lo que podríamos llamar diálogos sobre el
agua. Entre otras cosas, estos diálogos incorporan a contribuyentes regionales
para tratar desafíos específicos en diferentes partes del mundo.
El propósito del Foro es proveer una plataforma en la que se puedan construir
sociedades nacionales, regionales y mundiales, los científicos y ciudadanos
puedan ofrecer nuevas perspectivas sobre los problemas acuciantes, los políticos
y expertos puedan intercambiar ideas y desarrollar soluciones, los líderes
mundiales puedan firmar acuerdos y la cobertura periodística pueda darle al agua
la prominencia que merece en el escenario internacional.
Un gran número de funcionarios electos, incluyendo alcaldes, parlamentarios,
ministros y jefes de Estado, participan en el Foro. Esto provee una oportunidad
única para presionar para que una sabia administración del agua esté más arriba
en la agenda política. También hay una Conferencia Ministerial, en torno a la
cual el CMA colabora estrechamente con el país anfitrión y la ONU.
En medio de la vorágine de toda esta actividad, en mi punto de vista, todavía
necesitamos mantener la mirada en dos simples metas: una sabia administración de
los recursos y el acceso al agua y el saneamiento para todos.