Nuestro Planeta
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"¿Tú comerías insecticida?"
Marie-Monique Robin, periodista especializada en agroalimentación
Víctor-M. Amela
La Vanguardia
Tengo 48 años. Nací en Gourgé, pueblecito cerca de Poitiers (Francia), en una
familia campesina. Soy periodista. Estoy casada y tengo tres hijas (11, 14 y 17
años). ¿Política? No me caso con nadie, mi compromiso es con la gente: por eso
pongo mi pluma en la llaga. Soy agnóstica
¿Qué es Monsanto?
El gigante de la industria Q agroquímica que domina el mercado mundial de la
alimentación.
¿Cómo logra dominar la alimentación mundial?
Domina el mercado mundial de semillas: dominar las semillas es dominar los
estómagos, la población mundial.
¿Y cómo se logra dominar las semillas? Modificándolas genéticamente y
patentándolas. Antes de 1992 no podían patentarse semillas, y Monsanto logró que
Estados Unidos lo permitiese. Hoy tienen mil patentes.
¿Es algo que debería preocuparme?
Si te preocupa qué comen tus hijos, sí. Preocúpate por las 80.000 hectáreas
cultivadas con maíz transgénico en Catalunya y Aragón: ¿por qué España es el
único país de Europa que acepta cultivos transgénicos?
¿No sucede en otros países europeos? Está prohibido. Con razón: carecemos
de estudios sobre los efectos en la salud humana y en el medio ambiente de los
organismos genéticamente modificados (OGM).
¿Y por qué España no los veta?
En el Gobierno de España hay ahora cuatro personas relacionadas con Monsanto.
¿Quiénes?
Estoy contrastando los datos y pronto publicaré sus nombres.
¿Ese maíz es un OGM de Monsanto?
Sí, se le llama maíz Bt, iniciales de Bacillus thurigiensis:esa bacteria está en
el suelo de forma natural y es insecticida. Si se usa en preparados pulverizados
es eficaz, y el sol la degrada pronto: resulta inocua para el medio ambiente.
Pero los de Monsanto tomaron de la bacteria el gen que produce la toxina, y lo
insertaron en el genoma del maíz.
Brillante idea: de este modo, ese maíz queda blindado contra los insectos,
¿no? Sí, pero a un coste peligroso: la toxina intoxica no sólo al piral -
insecto perjudicial para el maíz-,sino también a los insectos predadores del
piral (como la crisopa), y a mariposas, mariquitas, microorganismos del suelo,
pájaros insectívoros...
¿Y a mí?
¿Tú comerías insecticida? Pues ese maíz insecticida pasa a harinas, chips,
tacos, cereales, sopas, tortas... ¿Por qué cada día hay más alergias? ¡Son
sobrerreacciones de nuestro organismo ante algo que no reconoce!
Con no comer ese maíz, ¡salvado!
No: ese maíz poliniza cultivos de maíz ordinario, contaminándolos,
convirtiéndolos también en transgénicos. ¡Extinguirá el maíz natural! Y aunque
no ingirieses ese maíz directamente..., se lo dan como forraje a animales que
luego tú sí comerás.
¿Debo alarmarme, pues?
Mis padres eran campesinos, líderes sindicales agrarios en Francia: adoptar
abonos, pesticidas convencidos de que hacían progresar la agricultura. Hoy están
arrepentidos: la biodiversidad de variedades hortofrutícolas ha decrecido
drásticamente..., y la mayor proporción de cánceres se da entre agricultores.
Entonces sí podemos alarmarnos...
El herbicida más vendido del mundo se llama Roundup, de Monsanto. Extermina toda
la maleza..., pero no es biodegradable, y es promotor de cánceres y perturbador
endocrino. ¿Cómo no vamos a padecer cada día más cánceres, diabetes, parkinson y
alzheimer? ¡Mis hijas y yo ya no comemos vegetales que no provengan de cultivo
biológico!
¿Herbicidas y pesticidas dan cáncer?
¡Nacen bebés con residuos de dioxinas en sus células! Las dioxinas son derivados
de síntesis químicas de laboratorio. Llegan a los bebés por lo que comen las
madres.
Esto ya escalofría.
Estamos intoxicándonos. Mire el pan.
¿Qué le pasa?
Para que la espiga de trigo produzca más grano, ha sido genéticamente modificada
y protegida con ocho pesticidas y varias hormonas... cuyos restos te comes en el
pan. ¡Claro que hay cánceres de mama y próstata, y el esperma pierde fertilidad!
Siete amigas de mi edad tienen cánceres. Ninguna amiga de mi madre lo tuvo a
esta edad.
¿Y por qué no reaccionamos?
Porque priorizamos la cantidad, la producción, la viabilidad económica, el
negocio, los precios... Pero este sistema acabará también con los pequeños
agricultores.
¿Por qué?
Compran semillas genéticamente preparadas para ser fumigadas con Roundup, se
obligan a comprar remesas nuevas cada año, y son caras. Perdemos miles de
variedades tradicionales, y los campesinos acaban en manos de Monsanto,
arruinándose muchos.
¿Qué pasará si se mantiene esta tónica? Que Monsanto producirá todas las
semillas... y todos los productos fitosanitarios sin los que esas semillas
genéticamente modificadas no fructifican (como el Roundup, que le reporta el 30%
de sus ingresos): ¡negocio redondo para Monsanto! Si se confirma que algún
producto es peligroso, lo retirarán, dándoles tiempo para fabricar otro... hasta
que vuelva a demostrarse que es cancerígeno o perturbador hormonal. Y así hasta
que acabemos todos estériles y enfermos.
Esto es tan tremendo... Cuesta creerle. Tenemos ya el precedente del
agente naranja. Empleado como herbicida durante decenios, su uso en la guerra de
Vietnam ratificó su toxicidad cancerígena. Así que ha sido retirado. Lo
fabricaba Monsanto. ¿Y qué le ha pasado a Monsanto pese a los millones de
damnificados? Nada.
http://www.lavanguardia.es/free/edicionimpresa/20090220/53644408928.html