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Entrevista al brasileño Horacio Martins asesor del MST
Todo es tan inflamable
Radio Mundo Real
La actualidad de los agrocombustibles de última generación en el mundo
Aunque su profesión es agrónomo, el brasileño Horacio Martins se ha
especializado en trabajar sobre la realidad de los movimientos sociales
vinculados al campesinado en su país, en especial al Movimiento de los
Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), al que asesora.
En diálogo con Radio Mundo Real en su lengua original, Martins explica cómo los
modelos productivistas adoptados por varios gobiernos del sur global y en
especial en América latina, ha derivado en la expansión de monocultivos con
destino a agrocombustibles, los cuales a su juicio no están compitiendo aún por
el recurso tierra con la producción alimentaria, aunque ello sí se ha impuesto
en los Estados Unidos, primer productor mundial de etanol a partir de maíz.
En el caso de Brasil, donde la producción de caña de azúcar para etanol ocupa
ocho millones de hectáreas, la ocupación de área agrícola no se vuelve un tema
significativo, pero sí en los Estados Unidos, donde además el proceso va
acompañado de fuertes subsidios.
Martins adjudica no tanto a la expansión de agrocombustibles el encarecimiento
de los alimentos registrado a escala mundial, sino a la "oligopolización" del
proceso de producción de estos alimentos a través de las corporaciones del
agronegocio. "Los economistas que han estudiado estos aspectos en Brasil han
concluido que los costos de producción de los alimentos ya no tienen nada que
ver con el precio final de los mismos", el cual está influido por fuertes
procesos de especulación en los denominados "mercados de futuro".
El desarrollo de encimas transgénicas ha dado paso a una nueva generación de
agrocombustibles, derivados de rastrojos vegetales, celulosa y desechos
forestales, por ejemplo. Estas encimas, "propiedad" de trasnacionales del
agronegocio representan un nuevo factor de dependencia de los países periféricos
respecto a los centrales, explicó Martins. "Con cualquier materia seca se puede
crear un caldo que, a partir de estas encimas se convierte en alcohol carburante
y que a su vez se puede trocar en biodiesel", señaló.
De todo ello, se concluye que la producción de energía a partir de biomasa está
en manos de las corporaciones, lo que encierra una dependencia aún más profunda,
señaló Horacio Martins.