Medio Oriente - Asia - Africa
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Israel: Irán en la mira del Dolphin. Juegos de guerra en el
Mar Rojo
Submarinos nucleares de ataque pasan el Canal de Suez con aprobación de Egipto
Manlio Dinucci
El Dolphin emergió del agua frente a los bañistas en Eilat, el puerto israelí
en el Golfo de Aqaba en el Mar Rojo. No se trataba de un mamífero marino sin de
un Dolphin, uno de los submarinos israelíes armados con misiles nucleares.
Aunque la noticia hizo sensación, en realidad no es un misterio que los Dolphin
cruzan de un lado al otro por el Mar Rojo para mantener a Irán en sus puntos de
mira. Escribí al respecto hace siete años en ‘il manifesto’ (5 de abril de
2002). Los primeros submarinos de esta clase, equipados con sofisticados
sistemas de navegación y combate, fueron suministrados a Israel por Alemania en
los años noventa, dos de ellos como regalo. A pedido de Israel, aparte de los
seis lanzatorpedos de 533 mm adecuados para misiles crucero de corto alcance,
todos los submarinos tienen cuatro tubos adicionales de 659 mm para lanzar
misiles crucero nucleares de largo alcance: los Popeye Turbos, que pueden
alcanzar objetivos a hasta 1.500 km de distancia. Esos misiles son derivados de
versiones estadounidenses y fueron fabricados en conjunto por la firma israelí
Rafael y Lockheed-Martin en una versión aerotransportada.
En 2010 dos nuevos submarinos para ataques nucleares se sumarán a los tres
actuales, también desde Alemania. Fueron construidos en los astilleros
Howaldtswerke-Deutsche Werft AG a un coste de 1.270 millones de dólares, de los
cuales el gobierno alemán financió un tercio. El Jerusalem Post confirma que
también los dos nuevos, del tipo U-212, fueron construidos según
"especificaciones israelíes": son más rápidos (20 nudos), tienen un campo de
acción más amplio (4.500 km), y son más silenciosos, lo que les permite
acercarse a los objetivos sin ser identificados.
Según expertos militares uno de los tres Dolphin entregados por Alemania
patrulla el Mar Rojo y el Golfo Pérsico, el segundo está desplegado en el
Mediterráneo, mientras el tercero es mantenido en reserva. Con la integración de
otros dos, la cantidad de los que navegan, listos para lanzar un ataque nuclear,
se ha prácticamente duplicado. Y esto es sólo una parte del poder nuclear de
Israel, calculado en entre 200 y 400 ojivas, el equivalente a casi cuatro mil
bombas del tipo Hiroshima, y cuyos vectores incluyen sobre trescientos F-16 y
F-15 cazas bombarderos estadounidenses y unos cincuenta misiles balísticos
Jericho II sobre ramplas móviles de lanzamiento. Estas y otras armas nucleares
están listas para ser lanzadas a toda hora.
El gobierno israelí, que rechaza el Tratado de No-Proliferación, no admite la
posesión de armas nucleares (cuya existencia es reconocida por la Agencia
Internacional de Energía Atómica), pero deja que se piense que las tiene y que
puede utilizarlas. Esto explica el motivo por el cual el Dolphin apareció ante
los ojos de los bañistas en Eilat y el Jerusalem Post publicó la noticia de que
había pasado por el Canal de Suez de vuelta de maniobras en el Mar Rojo. Como
explica el propio Jerusalem Post: "Es una señal a Irán." En otras palabras, una
manera de dejar en claro a Irán y a otros países en la región, que no poseen
armas nucleares, que Israel sí las tiene y está listo a utilizarlas.
Otra "señal de advertencia a Irán" es la noticia, publicada por Haaretz, de que
ayer dos barcos de guerra israelíes, el Hanit y el Eilat, pasaron por el Canal
de Suez hacia el Mar Rojo. El Hanit ya había transitado en junio junto con el
Dolphin. Eso parece indicar un acuerdo israelí-egipcio contra Irán. Las propias
fuentes israelíes hablan de un "cambio de política" que permitiría que unidades
navales transiten libremente por el Canal. Fue confirmado por el ministro de
exteriores egipcio Ahmed Aboul Gheit, quien definió el uso del Canal de Suez por
Israel como "legítimo," porque fue aprobado formalmente por "un acuerdo entre el
Cairo y Jerusalén." Consecuentemente, ahora hay un vínculo estratégico más
estrecho entre el Mediterráneo, el Mar Rojo y el Golfo Pérsico.
Y mientras Israel practica para un ataque nuclear contra Irán, los dirigentes
del G-8 (casi todos sustentadores activos del programa nuclear militar israelí)
denuncian "los riesgos de proliferación debidos al programa nuclear de Irán" en
documentos aprobados en Aquila en la cumbre del 8 de julio "durante la cena."