Nueva intentona dilatoria del Referéndum
El Sahara Occidental y la jurisdicción universal
Beatriz Martínez Ramírez
La intoxicación mediática para impedir a toda costa que el nuevo
representante de las NN.UU., Christopher Ross, pueda actuar con imparcialidad
frente a los sempiternos inconvenientes puestos por Marruecos para la
celebración del Referéndum en el Sahara occidental, ha superado con creces a los
efectos veraniegos del virus de la gripe A.
En una suerte de transmutación genética, la maquinaria del CORCAS, puñal étnico
afilado por la monarquía alauita para destruir la representatividad del pueblo
saharaui, del Frente POLISARIO, encuentra en un "media", hecho de pasta
monárquica de fabricación española, un nuevo aliado: "El Imparcial".
Resulta que en nuestra España, auspiciado por el Partido Popular, sumado el
partido en el Gobierno y a traición para con la ciudadanía española, se ha
limitado el Derecho de Jurisdicción Universal dimanado de los Acuerdos de
Ginebra. Es decir, que todo país tenga la potestad de juzgar los crímenes de
lesa humanidad más allá de sus fronteras. Sólo será posible juzgar en España a
los concausantes de tales desmanes si las víctimas o sus descendientes son
españolas, que el caso concreto se vincule con España y que los supuestos
responsables residan o hayan residido en nuestro país.
Según una noticia aparecida en el diario "El Imparcial" todos estos supuestos
los cumplen algunos miembros del Frente POLISARIO que en territorio argelino,
(¡en los campos de refugiados saharauis!) parece ser torturaron a saharauis
presuntamente implicados en colaborar con Marruecos. Los denunciantes: la
ASADEDH, asociación en la que militan miembros del Consejo Real Consultivo para
los Asuntos del Sahara (CORCAS) al servicio directo del Majzén Marroquí.
Lo que nadie aclara es que en aquellos momentos de la guerra de liberación del
pueblo saharaui, El Frente POLISARIO se enfrentaba año tras año a la
construcción de un muro plagado de minas antipersona en la parte liberada por el
Frente, muro que dividía aun más a los saharauis del territorio ocupado militar
e ilegalmente por Marruecos, de aquellas y aquellos que huían a Argelia,
bombardeados con napalm y fósforo blanco por el ejército marroquí. Todo ello
financiado por EE.UU. y Francia. Como se sabe, las minas antipersona, el napalm
y el fósforo blanco son de uso prohibido por los tratados internacionales. Hasta
hoy las consecuencias de destrucción sobre el pueblo saharaui no han sido
reconocidas, ni los criminales juzgados.
Hay que saber también que durante la guerra saharaui-marroquí la población que
podía abandonaba las ciudades ocupadas y arribaban a los campos. Entre ellos
infiltrados al servicio de Marruecos cuyo fin era desestabilizar la construcción
de la RASD. Y el POLISARIO actuó. Todo lo demás son ganas de discutir la
estulticia de si son galgos o podencos.
No es por casualidad que los integrantes del CORCAS, de asociaciones afines e
intelectuales orgánicos hispanos y marroquíes se hallen directamente vinculados
a aquella trama de infiltrados, a los integrantes del PUNS (Partido político
creado por España antes de 1975) y presumiblemente activos integrantes de los
servicios secretos del monarca Mohamed VI. El fin perseguido es buscar el
enfrentamiento interno en el seno de la sociedad saharaui para que se acepte una
autonomía para el Sahara occidental dentro de la monarquía marroquí,
desmovilizar y desalentar la lucha por la independencia.
Sin embargo el dato más importante se oculta para tergiversar la verdad,
acusando de crímenes que no cometieron a quienes no pueden vencer en el terreno
político, vendiendo argumentos de "Jurisdicción Universal" para salvaguardar las
responsabilidades directas del máximo responsable de los tratos degradantes que,
efectivamente, se cometieron en los campos de refugiados. Más claro para que
todo el mundo lo entienda: acusar al "otro" de las tropelías que yo mismo
cometí.
Hablamos de Omar Hadrami, responsable de la seguridad en los campos que llegó
incluso a torturar a miembros del propio POLISARIO, mientras era probablemente
ya entonces espía de Marruecos. Los abusos cometidos durante este periodo fueron
reconocidos en su momento por el Frente POLISARIO ante Amnistía Internacional.
La memoria histórica es imprescindible para comprender el pasado que explique
nuestro presente y orientar el futuro. Sin una reflexión crítica en ese sentido
podemos por ignorancia repetir ciertos errores. Ello requiere crear las
condiciones para poder hacerlo y de voluntad política para enfrentar aciertos y
faltas. Pocos pueblos lo hacen. El saharaui no ha abandonado esta práctica. Con
luces y con sombras, pese al tremendo cerco hostil en el que se encuentra, la
difícil conjugación entre los elementos que la modernidad introdujo en la
sociedad saharaui a través de la colonización y las relaciones tradicionales,
tribales, ha dado nuevos verbos con los que hacer sociedad. Esa es la sociedad
saharaui que hoy conocemos y que lucha por tener el lugar que en justicia le
corresponde en el mundo, en libertad y con independencia.
Pero los de "El Imparcial", quizá cabreados porque al dictador Francisco Franco
se le ha quitado el título de hijo predilecto de la ciudad de Madrid y el lobby
pro-marroquí avariento de cuerpos donde inocular su virus, se alían para
convertir en ilegales ¡por progresistas! los acuerdos tripartitos de Madrid, año
1975, donde España entrega con premeditación, alevosía y apoyo logístico-militar
a la marcha verde El Sahara occidental a Mauritania y Marruecos.
El juez Baltasar Garzón ha dado trámite a esta querella contra algunos miembros
del Frente POLISARIO. Y es El Frente quien debe responder. Pero tras esta
casposa maraña subyacen ciertos intereses políticos de la monarquía marroquí y
de la española. ¿Cuáles? Pues muy sencillo, los de ejercer despóticamente su
auto-otorgada soberanía sobre los súbditos.
Del lado marroquí seguir disfrutando de los bienes expoliados ilegalmente a los
saharauis, del lado español seguir manteniendo vivas las subordinaciones
colonialistas del pasado, glorificando conjuntamente a genocidas, como el
homenaje hecho en mayo de 2006 al carnicero El Mizian en Beni Enzar o impidiendo
que se celebre el Referéndum en el Sahara occidental.
Porque restringidas las competencias en España para juzgar las violaciones de
los Derechos Humanos, por ejemplo en Marruecos, quedan sobradamente claras las
intenciones de quienes pretenden hacer de las víctimas, verdugos. Como viene
ocurriendo en nuestro país con esas fosas donde aun yacen las víctimas del
genocidio perpetrado durante el franquismo.
Mientras, la justicia española parece que ahora mira para otro lado, al pasado
colonial reciente. Porque la Jurisdicción Universal nunca, nunca, se ha usado
para coadyuvar la descolonización definitiva del Sahara occidental. Vayan a los
campos de refugiados y pregunten. Visiten escuelas, hospitales, casas de la
mujer, centros de juventud y la misma cárcel. También paseen por las calles de
El Aaiún o Dajla e indaguen lo que pasa en la cárcel negra de El Aaiún, en las
cárceles Marroquíes. Comparen y luego opinen. Pero no, no, ahora, hasta la
justicia española da pie a que se hurgue en la herida más honda todavía sin
sanar que tiene el pueblo saharaui: el hurto de su soberanía.
Acotada la Jurisdicción Universal en nuestro país, no sabemos ahora qué papel
jugará el Juez Baltasar Garzón, por ejemplo, en el caso guatemalteco. Si el 80%
de las víctimas de genocidio que pudieron ser identificadas en este país
centroamericano eran mayas, ¿qué pueden hacer ahora las asociaciones
guatemaltecas por la reparación, la justicia y la verdad sobre los crímenes de
lesa humanidad que siguen impunes? ¿Separarán a aquellas y aquellos mayas con
descendencia española de quienes no? Si tal hicieran, de un lado estarían los
ladinos, los poderosos, los dueños de Guatemala, los criminales, los genocidas,
los cuales podrán ahora tener jurisdicción en España para juzgar inventados
crímenes cometidos por los mayas contra ellos. Del otro las mujeres y hombres
indígenas, las víctimas, que por serlo, las convierten en verdugos.
Si se aplica la actual Jurisdicción Universal para el singular caso de
presumibles violaciones de los derechos humanos en los campos de refugiados
saharauis, estaríamos frente a una injerencia del poder judicial en el terreno
político internacional, proporcionando argumentos al país ocupante del Sahara
occidental para que lo siga siendo y, como era de esperar, esta contaminación
mediática pretende hacer recaer en el pueblo saharaui todas las
responsabilidades sobre la situación en la que se encuentra. ¿Se pretenderá
retrotraer la historia para volver a hacer españoles a los saharauis? ¿Volverá
el Sahara occidental a ser provincia española? Mejor pensar que los
intoxicadores han enfermado exhalando los vapores de su propio veneno. Porque lo
que incomoda ¡y mucho! es que existamos demasiadas españolas y españoles
teniendo una visión clara y precisa de cómo posicionarse frente al proceso de
descolonización inacabada del Sahara occidental. Y disfrutaremos, eso sí muy
alertas, frente a quienes nuevamente quieren amargarnos otro verano más unas
hermosas y felices Vacaciones en Paz.
Beatriz Martínez Ramírez es miembro del Club de amigos de la UNESCO de Madrid
Artículos relacionados: http://www.elimparcial.es/contenido/42836.html
http://www.apdhe.org/justicia_universal.htm
http://www.tlaxcala.es/pp.asp?lg=es&reference=7697
http://www.abc.es/20090312/nacional-nacional/garzon-guatemala-cuentas-estan-200903121728.html
http://www.telecinco.es/informativos/sociedad/noticia/857454/857454
http://www.amnesty.org/es/library/info/IOR53/001/1999
http://arso.org/opinions/BabaSayed40.htm
http://ar.news.yahoo.com/s/14052009/24/n-world-unica-carcel-campos-refugiados-alberga.html
http://www.saharalibre.es/modules.php?name=News&file=article&sid=1183
http://www.arso.org/opinions/APV2006.htm