Medio Oriente - Asia - Africa
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Primer triunfo del movimiento por el Boicot
Omar Barghout
Es la primera victoria convincente y contundente del movimiento global de
Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) en el campo de la responsabilidad
corporativa y el cumplimiento ético, Veolia según se informa abandona el
proyecto Ferroviario de Jerusalén, un proyecto ilegal cuyo objetivo era la unión
de las colonias israelíes construidas en el territorio ocupado palestino de la
ciudad de Jerusalén.
Como el artículo de Haaretz admite, el éxito de la campaña BDS le está costando
a Veolia un valor aproximado de 7 mil millones de dólares en contratos, es la
razón última de la decisión de la preocupada empresa, para salirse del proyecto.
Vale la pena mencionar que Le Monde recientemente ha publicado un artículo,
contando a sus lectores franceses e importante, a accionistas de Veolia, el
hecho que la empresa pierde mucho dinero debido a su complicidad en un proyecto
que constituye una violación principal de ley internacional, si no es un crimen
de guerra.
Esta gran victoria vino como consecuencia de los años de difícil, meticuloso y
persistente trabajo de grupos de solidaridad franceses, en particular AFPS; por
el creciente movimiento francés de BDS, que contribuyó decisivamente que Veolia
perdiera un enorme contrato de fabricación en Burdeos; por los activistas
holandeses que alcanzaron el primer éxito convenciendo a un banco holandés de no
arropar a Veolia y la presión aplicada sobre otros bancos para seguir este
camino; por los grupos de Justicia y Paz Suecos, principalmente unidos a la
Iglesia de Suecia, en particular Diakonia, y los grupos de solidaridad de la
Palestina suecos que han costado a Veolia el contrato más fuerte, de 4.5 mil
millones de dólares en la adjudicación del metro de Estocolmo; por grupos de
solidaridad británicos y activistas, en particular afiliados al PSC,
contribuyendo tremendamente a la exclusión Veolia de un contrato lucrativo en el
Oeste Midlands; y desde luego por el Comité palestino BDS Nacional, BNC, que
acompañó, la ahora campaña famosa contra Veolia y Alstom, para presionar a las
empresa para que abandonen este proyecto ilegal.
La campaña contra Veolia y Alstom, que implica a activistas y grupos en muchos
países, está trabajando para presionar a los dos gigantes franceses para dejar
el proyecto de JLR, oficialmente fueron lanzados en la llamada "Iniciativa de
Bilbao", conferencia celebrada en la ciudad vasca en noviembre pasado.
Ahora es el tiempo para presionar a Arabia Saudí, Egipto, Irán, Estados Golfo de
México, entre otros, golpear a Alstom por su complicidad en este proyecto
ilegal. La solidaridad con Palestina no significa casi nada si no se puede
traducir en acciones de BDS que realmente pueden le pasará factura a la
ocupación israelí y al régimen de apartheid.
Es el momento de descarrilar Alstom