Medio Oriente - Asia - Africa
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La guerra israelí contra los olivos palestinos
Khalid Amayreh
Las fuerzas de ocupación israelíes y los protegidos colonos judíos están
haciendo la guerra a los olivares palestinos de toda Cisjordania, especialmente
en las zonas contiguas a los asentamientos judíos.
"Imagine lo que es ver los árboles que usted plantó y cuidó durante toda su vida
arrancados y destruidos de pronto por las insensibles paletas de un descomunal
bulldozer caterpillar", llora Abdullah al-Hurub, un anciano agricultor del
pueblo de Dir Samet, cerca de la ciudad sureña de al-Khalil (Hebron).
Ha perdido cientos de olivos debido al muro de separación, una mezcla de vallas
electrónicas y muros de hormigón que Israel está construyendo por toda
Cisjordania.
"Uno cultiva el árbol como educa a su propio hijo", afirma un emocionado al-Hurub.
Miles de agricultores tienen que luchar prácticamente a diario con los soldados
del ejército israelí y con los colonos judíos que están llevando a cabo una
campaña infatigable para destruir los olivares palestinos por toda Cisjordania.
Los olivos, algunos de ellos de cien o más años, son arrancados con maquinaria
pesada y replantados en un asentamiento judío o en un kibbutz vecino.
Como otros agricultores palestinos, al-Hurub está casi indefenso para defenderse
de este robo que se produce a la plena luz del día.
"Puede usted imaginar la angustia y el sufrimiento mental que padecemos al ver
el trabajo de toda nuestra vida reducido a la nada en cuestión de minutos".
Según el ministerio de Agricultura, en Cisjordania hay 10 millones olivos que
cubren más del 45% de la tierra cultivable del territorio ocupado.
El ejército israelí lleva muchos años atacando los olivares palestinos. Sin
embargo, en los dos últimos años se ha producido un espectacular aumento en la
destrucción de los olivares. Altos cargos palestinos calculan que en los últimos
años los israelíes han destruido y arrancado de raíz "cientos de miles de olivos
crecidos". La mayoría de estos árboles fueron destruidos por los bulldozers del
ejército israelí para construir el muro de separación, cuyo objetivo Israel
afirma que es impedir que los combatientes palestinos entren sin ser controlados
en Israel.
Para construir el muro Israel se ha anexionado enormes franjas de tierra
palestina. En 2004 el Tribunal Internacional de Justicia declaró ilegales los
900 kilómetros de acero y hormigón. La Asamblea General de Naciones Unidas ha
pedido a Israel que lo derribe y compense a los palestinos afectados.
Guerra declarada
A causa del muro cientos de agricultores palestinos se han visto simplemente
separados de sus olivares y campos de cultivo que han quedado al otro lado de
aquel. Inicialmente el ejército de ocupación israelí concedió a los agricultores
permisos especiales para arar y cosechar sus campos. Sin embargo, en los últimos
años, los agentes de seguridad israelíes han echado a los agricultores y
propietarios diciéndoles que sus propiedades estaban confiscadas. En algunos
casos los guardias de seguridad decían a los frustrados agricultores que la
persona responsable de conceder los permisos había muerto y que, simplemente, la
tierra había sido confiscada por el gobierno.
Cuando Mohammad Shawamreh, un agricultor del pueblo de Dir al-Asal, a 22
kilómetros al este de Al-Khalil, trató de acceder a su olivar a través de una
pequeña apertura en el muro, el guardia israelí le apuntó con su arma. "Dijo que
si daba un paso más me dispararía. Yo le contesté que tenía permiso para entrar
en mi olivar, pero no quiso escucharme", relató Shawamreh a IOL. "Me dijo que el
hombre que tramitaba los permisos había muerto y que no sabía cuándo habría un
sustituto".
Shawamreh describió la medida israelí de denegarle a él y a otros agricultores
acceso a sus tierras como "un escandaloso acto de robo". "Primero nos dijeron
que era una barrera de seguridad, no una frontera; luego nos dijeron que
tendríamos un acceso constante a nuestras tierras, y ahora me dicen que la
tierra ha sido confiscada", dijo enfadado. "Realmente no sé si nos las tenemos
que ver con un Estado o con una banda de criminales y mentirosos".
Cuando le pregunté que por qué no llevaba su caso a los tribunales israelíes,
Shawamreh rechazó la sugerencia por "irrelevante y ridícula". "¿Está usted
bromeando? ¿De qué tribunales habla? En Israel los no-judíos en realidad no
pueden soñar con recibir justicia. Además, todo el mundo sabe que en realidad en
la práctica el sistema judicial israelí no es sino un visto bueno en manos del
ejército israelí".
Olivos simbólicos
Los olivos tienen una inmensa importancia tanto económica y alimenticia como
simbólica para la sociedad palestina que es básicamente campesina. El aceite de
oliva siempre ha sido y continúa siéndolo un componente básico y sano de la
alimentación de la mayoría de las familias palestinas. Además, en la cultura
palestina el Olivo se considera en cierto modo "sagrado" ya que lo mencionan las
Sagradas Escrituras, especialmente El Corán.
Los palestinos suele relacionar su continua supervivencia como pueblo con el
olivo, que puede vivir cientos de años. De forma similar, la extirpación y
destrucción de un olivar palestino, especialmente por parte del ejército de
ocupación y de los colonos judíos, es visto metafóricamente como el símbolo del
desarraigo de la propia comunidad.
Colonos armados, incluyendo estudiantes de las escuelas talmúdicas, conocidos
como Yishivot, suelen atacar a los cultivadores de olivos palestinos para
expulsarlos de sus tierras y apropiárselas. Cuando los agricultores tratan de
defender sus cosechas, los colonos los atacan con armas de fuego o llaman al
ejército israelí que arresta a los palestinos por "entrar en una zona militar
cerrada".
Algunos rabinos influyentes, especialmente los pertenecientes al campo
sionista-religioso, enseñan que los judíos pueden robar las cosechas de los
olivos porque "esta es una tierra judía que los árabes han usurpado".
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