Medio Oriente - Asia - Africa
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Entrevista a Maya Jribi, dirigente del Partido Democrático
Progresista de Tunez
"Nuestros jóvenes no tienen ni esperanza ni futuro"
Gelaldina Colotti
Il Manifesto
Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Gorka Larrabeiti
"En Túnez los jóvenes han perdido las esperanzas y las perspectivas de
futuro. El movimiento de Gafsa apela a toda la sociedad". Lo dice la bióloga
tunecina Maya Jribi, dirigente del Partido Democrático Progresista (PDP), que
apoya con fuerza la lucha de los mineros de Gafsa. El PDP es uno de los
principales partidos de oposición al presidente Zine AlAbidine Ben Ali, antiguo
jefe de los servicios secretos militares, que gobierna el país desde que el 7 de
noviembre de 1987 un colegio de médicos determinó la incapacidad física del
viejo Burghiba para seguir en el poder.
Usted es la primera mujer que dirige un partido político en Túnez...
… Y espero no ser la única. Hay otras mujeres que están emergiendo en la
política, aunque aún están poco organizadas, tienen poca visibilidad y poco
poder. No somos muchas porque los engranajes de la política pueden parecer
demasiado complejos o sacrificados. Yo nunca he pensado que pudiera tener menos
posibilidades que los hombres, y he de decir que no he sufrido discriminaciones
ni dentro ni fuera del partido. Soy feminista, provengo de las organizaciones
estudiantiles, siempre he trabajado con los militantes de base, las mujeres me
han votado. En el 83 fundé el partido junto con el abogado Ahmed Nejib Chebbi,
que lo dirigió hasta el congreso de diciembre de 2006 y hoy forma parte de los
28 miembros de la oficina política. En 2006 presenté mi candidatura al congreso
y gané a Ahmed Nejib. Al principio el partido se llamaba Agrupación Socialista
Progresista y reunía a un cierto número de grupos marxistas. En 2001 lo volvimos
a bautizar con el nombre de PDP para ensanchar nuestra base ideológica. Reúne
distintas corrientes, desde antiguos marxistas a islamistas progresistas pasando
por militantes por la democracia. Estamos intentando amalgamarlos conforme a un
programa común, dejando a un lado los partidismos.
¿Cuál es vuestro programa?
Gira en torno a dos ejes centrales: democracia y libertad, articulados en
términos de lucha por el trabajo y mejora de las condiciones de vida de las
clases populares, para dar respuesta a las cuestiones sociales. Respaldamos la
lucha en la cuenca minera de Gafsa: un movimiento de fuerte crítica social,
nacido de la indignación popular y favorecido por algunos cuadros sindicales que
han hecho de correa de transmisión entre las instancias regionales y la gente.
Un movimiento espontáneo formado mayormente por jóvenes desempleados que pelean
contra la subida de precios y a quienes reprimen con dureza. El pasado mes de
junio murieron dos chicos. Uno murió electrocutado durante una sentada ante una
central eléctrica. Tenía unos cables en las manos, los responsables regionales
le dijeron: "como no te vayas, enchufamos la corriente". Él no se movió y ellos
dieron la corriente. Los sindicatos intentaron mediar proponiendo soluciones
realistas para que la situación no degenerara, pero el poder detuvo a decenas de
personas. Gafsa es el primer movimiento de jóvenes, casi todos veinteañeros. Son
hijos de la protesta de noviembre del 87 de hace 21 años cuando las revueltas
populares parecían anunciar un verdadero cambio y no la política de seguridad
que presenciamos hoy. Desde 2004, se ha juzgado a 5.000 jóvenes en un país de 10
millones. Muchos han padecido condenas durísimas. Como partido estamos a favor
de la anulación del "proceso a los 38", de la libertad de los prisioneros
políticos y la amnistía. Pero sobre todo queremos que crezca el carácter
político de la protesta. Durante el asedio a Gaza, la gente salía a la calle y
relacionaba la resistencia de los palestinos con la de Gafsa, la dimensión local
con la internacional.
Muchos jóvenes tunecinos que desembarcan en las costas de Lampedusa provienen de
la cuenca de Gafsa.
El gobierno aborda el problema de la inmigración como mero suceso de crónica,
mientras que se trata de un problema profundo y grave. Los jóvenes han perdido
las esperanzas, las perspectivas y persiguen un espejismo al otro lado del mar.
Hace falta un gran debate en Túnez para encarar esta y otras tendencias que
afectan a las generaciones jóvenes. Hay asimetría en las relaciones bilaterales
entre Túnez e Italia, y una falta de proyectos de desarrollo entre Túnez y los
países mediterráneos. No hay que mirar a la dimensión securitaria de la
migración, que en todo caso es un aspecto del problema, una consecuencia.
Desde 1989 hasta 1999 vuestro partido ha participado en las elecciones
legistlativas, pero sin obtener representación en el Parlamento. ¿Cuál es
vuestra capacidad para incidir en la realidad del país?
En Túnez no se hacen sondeos: es difícil precisar cuántos somos, pero nos
consideran el primer partido de oposición. El grueso de nuestros militantes lo
constituyen intelectuales provenientes de las clases medias. Imprimimos 10.000
copias de nuestro semanario Al Mawfik, uno de los tres periódicos de
oposición, y se calcula que lo leen unas 32.000 personas. Nos citan y nos llaman
televisiones satelitales árabes, que tienen mucha mayor audiencia que la
televisión oficial. Al Jazeera nos llama a menudo.
El prsidente Ben Alí se presenta por quinta vez. Vuestro partido quedará
excluido de la competición electoral de 2009 por falta de diputados.
A finales de octubre se celebrarán el mismo día las legislativas y las
presidenciales, pero las condiciones para participar son muy complicadas debido
a leyes excepcionales promulgadas para impedir que Ben Alí tenga adversarios
serios. Comenzamos la campaña hace un año, cuando en Túnez lo normal es hacerlo
a última hora, 15 días antes de las elecciones, sin debate y a remolque de los
mecanismos del poder. Después de presentar a nuestro candidato, el abogado
Chebbi, sacaron una ley según la cual sólo pueden participar los secretarios de
partido. Decidimos mantener la candidatura igualmente. Uno de nuestros
principales objetivos es la alternancia de poder. Otro punto, las elecciones
libres. Aunque esta vez no podamos, lo intentaremos de nuevo en 2014. Mientras
tanto, recogemos la confianza. Nuestro eslogan es: por unas elecciones libres y
normales, para que una autoridad ajena al sistema de poder efectúe un control
riguroso. Hasta ahora quien controlaba era el Ministerio del Interior: estas
elecciones deberían ser la ocasión de un equilibrio y un debate. El ciudadano
lleva 50 años sin elegir, no hay apertura al desarrollo, sino un gran
desequilibrio entre regiones, corrupción y nepotismo. El 5 de enero los jóvenes
salieron a la calle en Gafsa precisamente por un concurso oposición trucado.
Fuente:
http://www.ilmanifesto.it/il-manifesto/inedicola/numero/20090129/pagina/11/pezzo/240777/