Es notorio que ha existido, según se dice, un autómata construido de tal
manera que resultaba capaz de replicar a cada jugada de un ajedrecista con otra
jugada contraria que le aseguraba ganar la partida. Un muñeco trajeado a la
turca, en la boca una pipa de narguile, se sentaba a tablero apoyado sobre una
mesa espaciosa. Un sistema de espejos despertaba la ilusión de que esta mesa era
transparente por todos sus lados. En realidad se sentaba dentro un enano
jorobado que era un maestro en el juego del ajedrez y que guiaba mediante hilos
la mano del muñeco. Podemos imaginarnos un equivalente de este aparato en la
filosofía. Siempre tendrá que ganar el muñeco que llamamos «materialismo
histórico». Podrá habérsela -sin más ni más con cualquiera, si toma a su
servicio a la teología que, como es sabido, es hoy pequeña y fea y no debe
dejarse ver en modo alguno.
Walter Benjamin, Tesis sobre la filosofía de la historia
Nadie en su sano juicio pretende que el movimiento de resistencia islámica Hamas
( Harakat al Muqawamat al Islamia ) sea un exponente de la Ilustración, sea esta
árabe u occidental. Se trata, sin lugar a dudas de un partido religioso e
incluso teocrático. No resulta, sin embargo, fácil pedir que basen su actuación
política en un análisis puramente racional de su situación a los habitantes de
un país colonizado. Palestina loe en un grado extremo, pues su población está
compuesta en enorme proporción de deportados y refugiados de distintas oleadas
de colonización judía y se ha visto sometida a decenios de represión y
humillación durante los cuales el Estado sionista ha ido liquidando físicamente
o condenando al exilio a sus dirigentes políticos y a muchos de sus
intelectuales. Quien compruebe cómo se desenvuelve lo que va quedando de la
política en Europa occidental y en los Estados Unidos, donde las decisiones
políticas van sistematicamente acompañadas de una permanente manipulación de la
opinión, no debería sorprenderse de que los más pobres y oprimidos no superen a
los más ricos y cultos en "racionalidad política".
El carácter explícitamente teológico del movimiento Hamas así como de los
sectores más activos de la resistencia anticolonial árabe y musulmana merece una
reflexión. En primer lugar porque su exotismo, con el que se quiere justificar
una guerra de civilizaciones es muy relativo. Tal vez sea una de las mayores
ilusiones ilustradas del marxismo el haber pensado que una política racional, un
socialismo científico fuera posible. En eso el propio Marx era hijo de su tiempo
y no pudo separarse de la tendencia ideológica dominante. No basta la
racionalidad para fundamentar una acción política, ni en general para
desencadenar una acción. La conclusión de un silogismo práctico es, según
Aristóteles, no una proposición, sino un acto. Una decisión cuyo fundamento está
en otro terreno, en otro escenario. La política, toda política requiere un
suplemento que Walter Benjamin denominaba teológico y que sirve de fundamento a
sus planteamientos racionales. A la frase de Lenin según la cual " el marxismo
es omnipotente porque es verdadero " de clara connotación cientista, Benjamin
responde que " el materialismo dialéctico es invencible asociado a la teología
." No basta un análisis racional de una situación insoportable, ni basta la
propia insoportabilidad de la situación para que con ello surja un impulso
político que tienda a salir de ella. Es necesario un planteamiento que en cierto
modo se despegue de la "realidad", considere que la realidad por sí misma no
tiene sentido, es insensata, no justifica nada. Es necesario alcanzar una
posición de relativa trascendencia a la racionalidad que describe lo real para
ver que todo poder es transitorio y relativo. Lo que en términos de teología
islámica se expresa con algunas frases que sirven de fundamento a toda una
civilización: " la ghaliba illa Allah " (no hay más vencedor que Dios) o el "
takbir ", el acto de decir " allahu akbar " (Dios es el más grande, o Deus
maximus , según traducían los cronistas medievales cristianos).
La posición teológico=política no es totalmente ajena al materialismo, sino más
bien complementaria de este. El plano teológico=político abre un espacio de
excepción frente a culquier realidad que aspire a ser norma y no mera facticidad.
Frente a los reyes que se creen dioses y frente a los órdenes inmutables basados
en los derechos humanos y el mercado, también frente a quienes ridículamente
afirman que hay pueblos elegidos por Dios. La excepción teológica es condición
inexcusable de cualquier política que no se vea reducida a policía de la
normalidad. Incluso =o sobre todo= de una política materialista.
El rechazo por parte del materialismo de cualquier concepción cerrada y total de
la realidad obedece al hecho de que lo real no puede ser nunca el resultado de
la voluntad o la plasmación de la idea de un sujeto. Como afirmaba Fichte, el
idealismo afirma que el objeto deriva del sujeto, el materialismo que el sujeto
es un efecto del objeto. La realidad no tiene carácter ideal y por ello mismo no
puede ser "leída" como un texto según nos enseñaba Louis Althusser. No tiene
valor "epistemológico" ni normativo. Por ello mismo toda verdad y toda justicia
son resultado, no de una determinación a priori, sino de una lucha, de un
esfuerzo, de una acción en contraste con otras realidades. Resultado y conquista
momentáneo y parcial. La verdad, no es la transparencia, sino la elucidación, la
aletheia . A la facilidad de la lectura se sustituye la labor de la producción
de conceptos, al orden moral firme como las estrellas la lucha permanente de los
hombres por la " decencia común ".
El materialismo no pretende siempre ya saber, sólo sabe que todo saber es una
producción que tiene como resultado productos parciales y transitorios. Mediante
la idea de Dios, la teología produce efectos materialistas al precarizar los
órdenes y los saberes mundanos mediante la afirmación de su fundamento oscuro y
transcendente. En cierto modo reconoce una división, una brecha en la realidad
que separa a esta de su fundamento y por la cual todo orden mundano resulta
precario. Esta división se cierra, sin embargo, mediante la idea de un Dios
omnisciente y omnipotente que da una coherencia absoluta, aunque oculta, al
conjunto de lo real. El materialismo afirma esta misma división y esta brecha.
Dice con Heráclito que la guerra es el padre de todas las cosas y asume la
contradicción práctica que reprocharan a Spinoza: que Dios modificado en Turco
pueda matar a Dios modificado en cristiano. Uno se divide en dos. La diferencia
entre el planteamiento materialista y el teológico es que este último pretende
mediante la idea de Dios cerrar el espacio del conocimiento y de la acción que
el materialismo pugna por dejar abierto. El materialismo se enfrenta a la
insensatez del mundo aceptando la ignorancia como marco inevitables de una
verdad que sólo puede ser elucidación y produciendo conocimiento. Sin suponer
que existe una verdad oculta. Para el materialista, un objeto volador no
identificado o una visión espectral figuran, sin que ello produzca particular
desasosiego a quien es amigo de la tierra y del mundo, entre la multitud de
cosas que desconocemos; para el religioso, son un OVNI tripulado por
extraterrestres o un ánima. Lo desconocido es para la religión milagro, el
milagro es, para la razón materialista desconocido. Con todo, ambas posiciones
se diferencian nítidamente del idealismo, que afirma que lo real es ideal, que
lo real es en último término una realidad coherente puesta por un sujeto sin
fisuras, lo cual le otorga sentido y la hace legible.
Condenar de entrada a un movimiento político por tener un fundamento religioso
como pretenden nuestros laicos occidentales, perseguidores de las chicas con
velo, es suponer que puede existir algo así como una política "puramente
racional" y que en último término la realidad histórica tiene un sentido más
allá del que le den las luchas y el pensamiento de los hombres, pues "todo lo
real es racional". Esto como sabemos desemboca en el fin de la historia y de la
política declarado por Kojève, y más recientemente por Fukuyama y en lugar de
fundar una política, declara el fin y la disolución de toda política en el orden
liberal. El drama estúpido que se ha producido estos últimos días en la
izquierda italiana en Milán y otras ciudades a propósito de los rezos musulmanes
en las manifestaciones a favor de Gaza es una muestra de la impotencia de la
izquierda italiana, de su incapacidad de despegarse de una racionalidad chata
anclada en lo fáctico.
Hamas es, por lo tanto, un movimiento político que, como todos los demás, tiene
un componente teológico. Tal es, según François Burgat, el caso, en general de
todos los movimientos anticoloniales islámicos surgidos tras el fracaso del
anticolonialismo laico. La particularidad de Hamas y de los demás movimientos
islámicos de resistencia es que en ellos el componente teológico islámico es
explícito. Esto no les impide ser organizaciones que expresan planteamientos y
reivindicaciones políticos, a menudo legítimas y coincidentes con la legalidad y
los valores reivindicados por la cultura occidental, que conviene examinar y no
sepultar bajo interesadas acusaciones de fanatismo y terrorismo.
Bajo el gobierno de la organización supuestamente "terrorista" y "fanática" que
es Hamas, tanto en el conjunto de los "Territorios" tras las elecciones que
llevaron al gobierno a Ismail Haniya, como aún hoy en el reducto de legalidad
democrática que es hoy Gaza, tras el golpe de Estado organizado por los
occidentales y Abbas, esta organización, votada por una gran mayoría de los
palestinos ha coexistido y colaborado con numerosas facciones laicas y marxistas
de la resistencia y respeta el culto cristiano. También ha manifestado
reiteradamente su disposición a un "apaciguamiento" ( tahadiya ) con Israel
cuyas condiciones son el mero respeto del derecho internacional. Hamas ofrece
aun hoy al Estado sionista, tras el asesinato de numerosos dirigentes y
militantes del movimiento y las matanzas de población civil perpetradas por
Israel, una tregua indefinida a condición de que este reconozca como suyas las
fronteras de 1967, tal como lo exigen las Naciones Unidas, sin hacer lo más
mínimo por imponerlo. Los "extremistas" y los terroristas son quienes exigen que
se cumpla el derecho internacional, los "demócratas" son quienes no aceptan
ninguna frontera y se atribuyen un derecho sin límites a la tierra palestina. Es
curiosa esta inversión de los términos.
También se esgrime contra Hamas la práctica de los atentados suicidas, que
serían prueba de un enorme fanatismo religioso. En primer lugar, los atentados
suicidas fueron una táctica hoy abandonada por la dirección de Hamas. Una
táctica cuya dimensión es enteramente militar. Si el coche bomba es según la
acertada expresión de Mike Davis la " fuerza aérea de los pobres ", el atentado
suicida tal vez sea la " artillería de los pobres ". Ambos son horribles, aunque
bastante menos mortíferos que la fuerza aérea y la artillería de los ricos.
Pobres y desesperados son los palestinos de Gaza como pocas poblaciones de este
mundo. Lo raro es que el número de candidatos a morir matando a los despiadados
ocupantes no haya sido mayor. El abandono por parte de Hamas de esta táctica es
muestra de su "moderación". En cuanto a los famosos cohetes Qassam que golpean
el sur de Israel, estos constituyen un sustituto de los atentados suicidas. Los
Qassam atacan a ciegas: su tecnología rudimentaria no permite dirigirlos
específicamente contra objetivos militares. Son las patadas y los mordiscos de
quien se resiste a que lo maten, patadas y mordiscos que pueden sin duda hacer
daño a los circunstantes que contemplan pacíficamente la ejecución. Es también
difícil de comprender que una población asediada y enferma no haya sido aún más
violenta en su deseperación.
Se dice también de Hamas que en su carta llama a destruir Israel y a exterminar
a los judíos. En ella hay, innegablemente, algún eco del antisemitismo de los
Protocolos de los Sabios de Sión, ese viejo panfleto antisemita elaborado por la
Ojrana zarista en Rusia y leido con fervor por Hitler. Se habla, en efecto de la
conjura judía e incluso, judeomasónica. No hace falta, sin embargo, conjeturar
ninguna oscura trama para saber que Israel recibe el apoyo de todas las
potencias imperialistas, aunque, afortunadamente, no el de todos los judíos del
mundo, en su política colonial y racista. Este apoyo lo recibe a la luz del día,
incluso hoy, cuando los Estados Unidos se apresuran a enviar a su aliado
israelí, en plena carnicería de Gaza, más armas y más municiones a través de
Grecia. Decir que ha hecho falta una conjura para perpetrar los crímenes de los
que viene siendo víctima la población árabe de Palestina desde hace más de 60
años constituye una muestra ingenua de optimismo histórico y de fe en la
humanidad.
El otro elemento supuestamente antisemita de la Carta de Hamas es un hadith , un
dicho del Profeta recogido por Bujari y otros musulmanes, que se cita en su
artículo 7 y afirma lo siguiente: "El Profeta, que Alá le bendiga y le dé la
salvación, ha dicho: "El Día del Juicio no llegará hasta que los musulmanes
combatan contra los judíos (matando a los judíos), cuando el judío se esconderá
detrás de piedras y árboles. Las piedras y los árboles dirán: Oh musulmanes, oh
Abdulla, hay un judío detrás de mí, ven a matarlo. Sólo el árbol gharkad
(evidentemente cierta clase de árbol) no lo hará, porque es uno de los árboles
de los judíos". (Narrado por al-Bukhari y Moslem) "
Se trata de un texto de oscuro significado que, probablemente, se remonte a uno
de los numerosos enfrentamientos armados de Mohammed con los primeros
perseguidores del Islam, entre los cuales destacaron los idólatras y los judíos.
Este texto, conocido y citado desde los primeros siglos del Islam no impidió que
florecieran en el mundo islámico importantes y brillantes comunidades judías,
perfectamente inscritas en la civilización del Islam. Es un texto de
circunstancia que llama a luchar contra los judíos perseguidores del Islam, no a
exterminar a los judíos como en su momento pretendiera la Inquisición en España.
En cualquier caso, la lucha por la independencia de Palestina exige una lucha
contra los invasores y los ocupantes que implica una resistencia armada. Exige
designar un enemigo. Defenderse de la agresión israelí, defenderse de este
enemigo implica matar judíos, como defenderse de los nazis implicaba matar
alemanes, sin que ello signifique que se pretende exterminar a la población
judía ni a la alemana.
También se olvida la explícita condena
del holocausto realizada por altos representantes de
Hamas como Bassem Naim, el ministro de sanidad del gobierno legítimamente
designado: " Debe quedar claro que ni Hamas ni el gobierno palestino en Gaza
niegan el holocausto cometido por los nazis. El holocausto no fue sólo un crimen
contra la humanidad, sino uno de los crímenes más abominables de la historia
moderna. Lo condenamos al igual que condenamos todos los abusos contra el género
humano y todas las formas de discriminación basadas en la raza, el género o la
nacionalidad".
Se omiten intencionalmente otros pasajes de la Carta de Hamas que llaman a la
convivencia a las gentes de las distintas religiones. Entre ellos algunos aleyas
del Corán que hacen del Islam la única religión que admite el pluralismo
religioso como algo querido por Dios. Así, la Carta de Hamas cita Corán 5, 48.
Si Dios así los hubiera querido, os habría hecho de una sola comunidad. Pero ha
querido poneros a prueba mediante el don que os ha hecho.Procurad superaros unos
a otros en las buenas acciones. Todos vosotros regresaréis a Dios. Entonces os
dará claridad sobre vuestras diferencias."
Una convivencia bajo el Islam como la que propugna Hamas no es necesariamente
una dictadura teológica. Que no tiemblen demasiado los "laicos" occidentales que
sólo ven fanatismo religioso en el Islam anticolonial y son incapaces de
reconocerlo en la teocracia israelí en la que son los rabinos quienes determinan
el derecho a la ciudadanía...Lo que se entiende aquí por Islam no es la Santa
Inquisición, sino la convivencia pacífica entre las gentes de las religiones del
Libro. En Hamas al igual que en los Hermanos Musulmanes de Egipto hay miembros y
dirigentes cristianos. Para ellos el Islam es algo más que una religión: es un
espacio de civilización que se trata de liberar de la opresión colonial. Por
ello mismo Hamas mereció el apoyo masivo de la población palestina en las
últimas elecciones celebradas en los territorios. Un apoyo a una organización
que, a diferencia de la Autoridad Palestina colaboracionsita con el ocupante y
corrupta, vertebra la resistencia estructurando la sociedad civil mediante redes
de ayuda y asistencia que permiten a la lacerada población de los territorios
cumplir el fundamental acto de resistencia frente a un poder racista como el de
Israel: existir.
Si se quiere ser realmente solidario con Palestina, hay que desear la victoria
de Hamas. Apoyar políticamente a esta organización no es traicionar ningún ideal
democrático, sino apoyar la resistencia y la existencia misma de una población
que corre el grave riesgo de ser exterminada primero políticamente y después,
incluso físicamente. Apoyar el actual proceso de paz es defender el exterminio y
negar a los palestinos el derecho a resistir y a liberarse del colonialismo
racista que asola su país. Se puede estar o no de acuerdo con el ideario y la
carta de Hamas. Yo personalmente estoy en desacuerdo con cualquier religión,
incluso la de los derechos humanos, aunque considero que el materialismo
constituye una teología paradójica, que asume la estructura dividida del sujeto
humano y sirve de base a su existencia política. Sin embargo, creo necesario que
se libere la solidaridad con la lucha palestina, que se reconozca explícitamente
el derecho a la resistencia incluso armada. Que se reconozca este derecho
incluso a organizaciones de base teológica o teológico-política. Esto supone,
dentro de un esfuerzo general por quitarnos de encima las legislaciones de
excepción antiterroristas que pretenden ahogar la disidencia política, que se
elimine a Hamas y al conjunto de la resistencia palestina de todas las listas de
organizaciones terroristas. Y por pura coherencia, que se incluya en ellas a
Israel con todas las consecuencias.
-- Publicado por John Brown para
Iohannes Maurus el 1/10/2009 06:10:00 AM