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No obstante las "disculpas" de Uribe
La estrategia para desestabilizar al gobierno de Correa se ejecuta desde Bogotá
Fernando Arellano Ortiz
cronicon.net
Presionado por varios empresarios colombianos que cuentan con inversiones en
Ecuador y que han sido un sólido apoyo a su gestión, el presidente colombiano
Álvaro Uribe Vélez trató recientemente de tranquilizarlos al presentar
"disculpas" al pueblo ecuatoriano y al presidente Rafael Correa Delgado por la
violación a su soberanía y por la manera como ha generado desde la Casa de
Nariño toda una matriz política y mediática para desprestigiar y desestabilizar
a su gobierno.
No hay que olvidar que Uribe Vélez ha venido haciendo suya la táctica según la
cual "es mejor pedir perdón que pedir permiso" y las "disculpas" que presentó al
gobierno del presidente Correa no son más que la consecuencia de los efectos que
a corto plazo deberá enfrentar Colombia por el rompimiento de relaciones con
Ecuador, su tercer socio comercial.
Lo que salta a la vista es que desde la Casa de Nariño en Bogotá se ha elaborado
todo un plan para desestabilizar políticamente al gobierno ecuatoriano,
comenzando por satanizar mediáticamente al presidente Correa.
Gutiérrez ficha de la estrategia uribista
Para ello, el equipo uribista cuenta con un gran aliado que es el ex
presidente Lucio Gutiérrez y su partido Sociedad Patriótica, para lo cual vienen
trabajando desde hace algunos meses en forma coordinada y sistemática.
No es mera coincidencia que cuando se urde un mentís desde la Casa de Nariño en
contra del mandatario ecuatoriano, el que le hace eco inmediatamente en el
ámbito interno es Gutiérrez.
Analistas ecuatorianos consultados por CRONICON.NET hicieron énfasis en
denunciar que el ex presidente Gutiérrez derrocado por escándalos de corrupción
en abril de 2005 y sindicado de haber financiado su campaña electoral con dinero
del narcotráfico, tras la detención del presunto traficante César Fernández,
quien respaldó su aspiración presidencial a finales de 2002, se ha convertido en
alfil del gobierno de Uribe Vélez para contribuir a la estrategia mediática de
desprestigio orquestada desde Bogotá contra Correa y generar las condiciones
para un golpe de Estado de nuevo tipo.
El periodista y escritor uruguayo-ecuatoriano Kintto Lucas, corresponsal en
Quito de la agencia Inter Press Service (IPS), explica que es demasiado
coincidente que cuando el gobierno de Uribe saca todo su arsenal como el burdo
montaje del video del guerrillero alias "Mono Jojoy" para desprestigiar al
presidente Correa, precisamente el día en que el Comando Sur de los Estados
Unidos desalojó la base de Manta, Gutiérrez salga a hacerle eco en Ecuador a esa
propaganda negra.
Afortunadamente, agrega el periodista de IPS, el gobierno de Correa, aunque
reaccionó tarde, ahora es consciente de que la administración Uribe Vélez está
buscando por todos los medios "desestabilizar" políticamente a Ecuador y para
ello tiene un aliado de la catadura del coronel Gutiérrez, de triste recordación
para el pueblo ecuatoriano.
De lo que se trata, dijo Lucas, un analista del conflicto colombiano y su
incidencia en el Ecuador, quien ha escrito algunos libros sobre el tema, es de
generar las condiciones desde Bogotá para protagonizar un "golpe de nuevo tipo"
contra Correa con la ayuda de Gutiérrez y varios ex militares que no solo
reciben apoyo de Bogotá sino del Comando Sur.
En concepto del ex ministro y ex presidente de la Asamblea Constituyente ,
Alberto Acosta, "Lucio Gutiérrez es el embajador en Ecuador del gobierno
guerrerista de Álvaro Uribe", al tiempo que denunció que "ex oficiales de las
Fuerzas Armadas ecuatorianas vienen sirviendo de agregados militares de la
embajada colombiana, pero no del pueblo colombiano, sino del inquilino de la
Casa de Nariño".
Ha quedado demostrado, dijo Acosta, que el gobierno de Bogotá le pasa
información y le da instrucciones a Gutiérrez para que éste las replique en los
medios de comunicación adversos al gobierno de Correa.
Finalmente, Alexis Ponce, directivo de la Asamblea Permanente de los Derechos
Humanos del Ecuador, sostuvo que "Uribe Vélez debería darle la medalla al mérito
a Lucio Gutiérrez como militar de inteligencia por los servicios prestados",
quien además de ser "consentido" del gobierno de Bogotá tiene estrechos vínculos
de amistad con el controvertido general (r) colombiano Harold Bedoya y con
círculos de la ultraderecha colombiana liderados por el ex ministro de Defensa,
Juan Manuel Santos.
Diplomacia ciudadana
Si se quiere avanzar en la recomposición de las relaciones
colombo-ecuatorianas afectadas por el atropello y la actitud guerrerista de
Uribe Vélez, sectores progresistas ecuatorianos consideran necesario iniciar un
proceso de "diplomacia ciudadana" entre algunas organizaciones sociales y
partidos de izquierda de Colombia con el Palacio de Carondelet.
Una fuerza política progresista como el Polo Democrático Alternativo (PDA) de
Colombia está llamada a jugar un papel preponderante en la superación de la
crisis diplomática en las relaciones bilaterales, dado su espíritu
integracionista en el ámbito latinoamericano. Esta es una de las percepciones
que tienen analistas ecuatorianos consultados respecto de la necesidad de que
ese partido de izquierda juegue un rol determinante en el restablecimiento de
los vínculos entre estas dos naciones andinas.
En efecto, en Ecuador dirigentes y sectores afectos al gobierno de Correa
confian en que el PDA se consolide como verdadera opción de poder porque, según
manifestaron, es la única posibilidad para restablecer la confianza entre ambos
Estados, luego del rompimiento de relaciones diplomáticas como consecuencia de
la violación de la soberanía territorial del Ecuador el 1 de marzo de 2008
cuando se atacó el campamento transitorio del guerrillero Raúl Reyes.
Para Alberto Acosta, el PDA puede liderar un proceso de "diplomacia ciudadana"
con gobiernos regionales, intelectuales progresistas y centros universitarios
colombianos con miras a generar las condiciones para restablecer los canales de
interlocución, dada la circunstancia, agregó, que "los Uribes son transitorios
mientras que los pueblos sufren las consecuencias de los estilos autoritarios y
guerreristas".
Por su parte, Alexis Ponce, fue enfático en afirmar que en el mediano plazo una
buena posibilidad para ponerle fin a esta crisis "es que el PDA gane y tome el
poder en Colombia para terminar esta actitud belicista de Uribe, dándole además
la oportunidad a este país hoy gobernado por la ultraderecha de hacer parte de
la ola de gobiernos progresistas de América Latina".
"El Polo –agregó Ponce- tiene el reto de fortalecerse en el nivel interno
colombiano porque de esta forma tendrá incidencia regional y para las relaciones
con Ecuador, ello es prioritario".
Entre tanto, Kintto Lucas se mostró confiado en que una fuerza progresista y de
izquierda como el Polo Democrático Alternativo genere espacios de entendimiento
y comunicación con los diversos canales institucionales de Ecuador.