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Latinoamérica

Selección de las Opiniones más destacadas de los intelectuales reunidos en el CIM

Marta Harnecker

I. Sobre la crítica

Vladimir Acosta

 No ocultar las críticas por temor porque luego puede ser demasiado tarde para enmendar
Yo no quiero terminar sin decir algo positivo, porque van a creer que estoy llamando a que nos suicidemos. No es eso. Lo que estoy tratando de decir es que en medio de los extraordinarios logros que hemos obtenido aquí, que lo vemos todos los días —y que por eso, repito, no hay necesidad, en diez minutos, de poder dedicarnos a ellos, porque tendríamos que pasar una semana mencionándolos— dentro de esos logros tenemos problemas importantes, tenemos problemas serios y muchas veces aquí no ha habido espacio suficiente para que esta crítica, que es una crítica constructiva para mejorar, para profundizar, se exprese.  Me parece excelente que esta reunión sea una oportunidad en que, sin temor a quien esté, la crítica no tiene que ser escondida, no tiene que ser escondida; las críticas se hacen abiertas y justamente por eso es que se puede avanzar. La televisión que esté, el canal que esté, quien esté. Eso es lo que tenemos nosotros que hacer porque hay demasiadas cosas positivas por encima de estas críticas para que nosotros nos asustemos o para que pensemos que tengamos que ocultarlas. Lo que sí es malo es ocultar las críticas por temor y dejar que las cosas que empiezan a dañarse se pudran y que se vuelva demasiado tarde para enfrentarlas.
 Enfrentemos estas críticas, critiquemos, y este es el punto de partida para pasar al último aspecto, que es: cómo resolvemos la mayor parte de estos problemas y cómo seguimos avanzando para que esta revolución sea realmente un instrumento para seguir transformando esta sociedad venezolana y para acercarnos a una sociedad justa, a una sociedad soberana, una sociedad libre, una sociedad que no podrá ser otra cosa que no podrá ser otra cosa sino una sociedad socialista. 

Ernesto Villegas

Bienvenida sea esa tónica que se ha adoptado, porque yo estoy seguro de que nadie de los que ha hablado aquí ha hablado desde la deslealtad. Todo el mundo, independientemente de lo debatible que sean sus críticas, lo hace con el corazón puesto en esto. Bienvenido sea, ojalá este espacio se multiplique, yo les agradezco mucho.
II. El hiper liderazgo de Chávez

Juan Carlos Monedero

 El primer fantasma es el del hiperliderazgo
Creo que es propio de países con escaso cemento social, con un débil sistema de partidos democráticos y con amplios porcentajes de exclusión. El hiperliderazgo permite situar una alternativa frente a lo que llamamos la selectividad estratégica del Estado. Siempre la burguesía, los poderes del antiguo régimen tienen el aparato del Estado y en ese sentido creo que, pese que se asalta el Estado, no se tiene ni mucho menos el poder. En ese sentido entiendo que el hiperliderazgo desempeña un papel importante, tiene la ventaja de articular lo desestructurado y de juntar los fragmentos, con formas de lo que llamaba Gramsci "cesarismo progresivo", que tanto ayudan a retomar el rumbo de la revolución en momentos de vacío político o de confusión ideológica.
Pero ese liderazgo también viene con problemas. El hiperliderazgo desactiva, en última instancia, una participación popular que puede confiarse en exceso en las capacidades heroicas del liderazgo.

Gonzalo Gómez

 Hoy ese liderazgo imprescindible
Y ahí está el liderazgo del presidente Chávez, donde planteamos la necesidad de colectivizar ese liderazgo, pero sabemos que hoy por hoy, y por mucho tiempo más, ese liderazgo imprescindible tiene que equilibrar su peso con el desarrollo de las otras direcciones.

Vladimir acosta

 El Presidente no puede hacerlo todo, ni puede estar en todas partes
 Por supuesto nadie cuestiona el liderazgo del Presidente Chávez; el Presidente Chávez es el alma, el corazón, el nervio, la fuerza de este proceso, este proceso se identifica plenamente con él, el Presidente trabaja 25 horas diarias por este proceso, dedica su vida y arriesga su vida por este proceso. Nadie cuestiona el liderazgo, pero el Presidente no puede hacerlo todo, ni puede estar en todas partes. Y una de las cosas que requiere un proceso como ese es una dirección colectiva y estamos lejos de tener una dirección colectiva. La relación sigue siendo una relación del Presidente con el pueblo, que lo adora con toda razón la mayoría del pueblo, pero los dirigentes, los líderes, los cuadros o son desconocidos, o son ignorados e incluso son hasta rechazados por la propia población.
 Crear condiciones para que los dirigentes se atrevan a opinar
Aquí no ha habido la creación de una dirección colectiva que refuerza el liderazgo del Presidente y eso me parece que es fundamental para que las tareas puedan cumplirse mucho mejor y para que un dirigente, teniendo además una línea política, se atreva a opinar antes de que el Presidente Chávez lo diga por que todo está más o menos establecido, una línea general. Eso es la segunda falla, que yo creo que tenemos y repito: las estoy enunciando sin entrar mucho en detalles.

Roberto López

 Necesidad de construir una dirección colectiva
Desde ese punto de vista, la necesidad de construir una dirección colectiva del proceso revolucionario es innegable, la necesidad de una rectificación del propio Presidente Chávez, quien debe permitir la construcción de esa dirección colectiva, que permita constituir una especie de vanguardia. Yo no veo esa posibilidad en la actual dirección del PSUV, porque en el PSUV hay personajes que ni siquiera fueron electos y, sin embargo, son vicepresidentes del partido. Fueron cooptados por el propio Presidente Chávez a pesar de que las bases del PSUV no votaron por ellos. El PSUV sería la aberración de lo que sería una dirección colectiva, democrática de un partido revolucionario.

Javier Biardeau


 Chávez ha ocupado un vacío político y si sigue haciéndolo eso puede generar problemas
Una de las observaciones que se hacía al principio es el tema del hiper liderazgo. Otros le han llamado el bonapartismo progresivo, otros el cesarismo, algunos han confundido la terminología de Gramsci sobre el cesarismo progresivo con la lectura positivista de Vallenilla Lanz sobre el cesarismo democrático. Creo que es un gran error. Lo que Gramsci plantea es básicamente que en momentos en los cuales una estructura de dirección política colectiva no esta bien asentada, una gran personalidad política toma, bajo su peso, la dialéctica de la revolución o la dialéctica de la restauración. Y creo que Chávez ha ocupado un vacío político, un vacío político importante que si sigue ocupándolo puede generar cuchillos para la propia garganta de la revolución bolivariana.
Para las tareas, para las funciones, para el avance de la revolución bolivariana se requiere una estructura política, vamos a llamarla, un intelectual colectivo. No se requieren intelectuales individuales, se requiere pensamiento crítico, y se requiere una recuperación del vehículo entre socialismo y democracia, que la derecha ha tratado constantemente de opacar, de generar una disyuntiva en la cual socialismo es totalitarismo y la democracia representativa es justamente el fin de la historia y el último camino que nos queda.
III. Confusión entre partido y poder popular

Gonzalo Gómez

 Acompañar pero no someter al poder popular
El partido puede aspirar a proponer y orientar, desde el acompañamiento a los movimientos sociales en la construcción del poder popular, pero no puede someter al poder popular: someter a ese actor constituyente por lo constituido.
 El poder público no debe convertirse en camisa de fuerza para el poder popular
Una cosa es que se administren las regulaciones y las leyes del estado y otra cosa es que el poder público se convierta en camisa de fuerza para el poder popular, ese es otro problema que tenemos que resolver o esas contradicciones van a continuar.
Todas las relaciones en el proceso revolucionario son tensas por más que tratemos de armonizarlas, hay que tratar de hacerlo pero van a ser tensas, y tenemos que crear correlaciones de fuerza que permitan empujar las cosas en la dirección correcta. Los intelectuales, o los llamados intelectuales, yo prefiero hablar de los integrales, pueden actuar en el marco de el gobierno y del aparato del estado, de los movimientos sociales o del poder popular , en el marco de las organizaciones políticas o del partido, y pueden tener también contribuciones independientes, pero no se puede estar aislado de estos escenarios y hay que tener un papel específico en ellos, porque allí es donde se definen las cosas, y si criticamos en este escenario el partido, y no nos metemos en él para cualificarlo, para aportar nivel político, formación ideológica, para luchar por el modelo de partido que queremos, entonces estamos mirando los toros desde la barrera a menos que alguien piense aquí que puede levantar otra organización tan alternativa que se convierta en el gran partido de masas. Hoy por hoy en el país es alternativa no existe. ¡No lo hay!

Santiago Arconada

Creo que actualmente existe el riesgo de un aplastamiento por parte del PSUV de las formas de organización de base, las cuales tienen que existir de manera independiente. Estoy convencido de que la organización política no puede instrumentalizar ni colonizar a las organizaciones de base. Las organizaciones sociales de base tienen derecho a contar con toda la diversidad posible y no pueden  ser encasilladas. 
 La relación adecuada entre la organización política y las organizaciones de base constituye un problema que tiene que ser afrontado. Esta sería una de las rectificaciones, a mi juicio, más necesarias de este momento.
Pienso que la razón por la cual se ha producido esta equivocación profunda en las actuales organizaciones políticas y, en este caso concreto, en el PSUV, es porque no reconocen diferencias entre el ámbito de un consejo comunal, el ámbito de una mesa técnica de agua, el ámbito de una mesa técnica de telecomunicaciones, informáticas y servicios postales, el ámbito de una mesa técnica de energía, y el ámbito de lo político propiamente dicho.
[...] Yo creo que el más flaco favor que se le puede prestar al proceso revolucionario bolivariano es hacer aparecer el socialismo como algo obligatorio. Y a eso contribuye de una manera muy efectiva la expresión que, lamentablemente, no he sido el único en escuchar, y que resume de manera dramática este problema: "Vamos a hacer un consejo comunal, los que no sean socialistas se pueden ir".
[...] Se están afectando gravemente años de trabajo, años de consolidación de espacios públicos  [...] es muy hiriente, por no encontrar otra palabra, encontrarse con directrices políticas que obvien ese problema y sencillamente aluden a las mesas técnicas de agua del PSUV, a los consejos comunales del PSUV como si eso fuese posible. Como si eso no fuese a la vez el modo en que esa expresión comunitaria se desnaturaliza, y en su desnaturalización se pierde, se muere, deja de ser lo que tiene que ser. [...]
Esto de lo que hablo no es un dogma. La razón por la cual la organización política revolucionaria reconoce que no debe fagocitar, que no debe colonizar a las organizaciones de base, es el resultado de una larga experiencia de los movimientos revolucionarios a través del tiempo. Es un error que cometimos y al que no queremos regresar, es un error que ya evaluamos, que ya lo vivimos. No es un dogma, es parte de nuestra experiencia.
Confusión entre partido y poder popular

Vladimir Acosta

 Consejos comunales y organizaciones de defensa de la revolución 
Luego, hay otro problema  —lo voy a mencionar, nada más— que es la falta de organizaciones populares revolucionarias. Una revolución como esta está amenazada constantemente por el enemigo y aquí lo que se ha construido, que es sumamente valioso, son los consejos comunales, pero éstos no son exactamente una organización revolucionaria, son una organización institucional. En la zonas pobres, un consejo comunal lo domina probablemente la gente de izquierda, pero un consejo comunal en la Lagunita, si es que lo hay, o en el Cafetal, es difícil que pueda ser un consejo revolucionario. Lo que teníamos que tener nosotros, además de eso, sería organizaciones populares en todas partes, a nivel de los barrios, a nivel de cualquier espacio donde conviva todo el mundo y que puedan ser organismos revolucionarios. Los hemos tenidos y los perdimos, porque justamente los Círculos Bolivarianos fueron un ensayo de eso y desgraciadamente se quedaron en el camino. Pero hace falta que una revolución amenazada como esta tenga como defenderse. No basta la contraloría social, y la información que se descubre, como, por ejemplo, donde estaban los carros de este caballero que los tenían escondidos ahí, alguien seguramente vio un montón de carros, pero eso es circunstancial. Aquí hay conspiraciones, aquí hay amenazas, aquí hay una guerra permanente para destruir ese proceso y el pueblo tiene que estar bien organizado para enfrentarlo.

Marta Harnecker

 No confundir poder popular con militancia política
Por otra parte, Vladimir Acosta dijo algo en lo que yo siempre he insistido mucho: no podemos confundir el popular con la militancia política. El partido es una cosa y el poder popular es otra. Yo digo que el rojo puede ser el color del partido pero no puede ser el color del poder popular ni debería ser el color de los ministerios. Una de las cosa que a nosotros nos extraña y a los extranjeros supongo que les chocará muchísimo, especialmente en Europa, es que el estado sea el instrumento con el cual se construye el partido. Eso es algo absolutamente contradictorio con nuestra visión de partido.
IV. El Partido y los intelectuales

Michael Lebowitz

 Partido debe garantizarv espacio a intelectuales
En una oportunidad alguien preguntó a Víctor Serge si las semillas de Stalin estaban presentes en Lenin. Serge respondió "Había muchas semillas en Lenin". Yo considero que la responsabilidad del intelectual revolucionario es cuidar las semillas revolucionarias – y hacerlo dondequiera que sea posible; es comunicar las visión del socialismo para el siglo XXI a las masas porque, como sabemos, las ideas se convierten en fuerza material cuando agarran la mente de las masas. Su responsabilidad consiste también en intentar convencer de estas mismas ideas y esta misma visión a los que están dirigiendo el proceso.
Si este partido realmente quiere avanzar en el proceso de construir el socialismo para el siglo XXI, debería garantizar que haya un espacio donde los intelectuales revolucionarios puedan cumplir su compromiso revolucionario. No ofrecer este espacio y no estimular que se cuide a las semillas revolucionarias es permitir que las malezas crezcan.
V. Metas y tiempos impiden necesaria maduración de los procesos

Marta Harnecker

Hay una cosa que me parece no se ha tocado salvo que se haya tocado ayer en la mañana, que es el gran problema de las metas y los tiempos. Yo creo que los procesos democráticos requieren maduración, requieren tiempo, pero aquí lo que pasa es que nos ponemos metas enormes y tiempos escasos, entonces tenemos a toda la gente corriendo para cumplir esas metas. Hay un tareísmo terrible y no hay posibilidad de pensar estratégicamente y de ir permitiendo que maduren las cosas. Cuando tú estás trabajando en un proceso de transformación viene la intervención del estado que, muchas veces, rompe ese ritmo de maduración, apresura el proceso.
Y respecto a eso déjeme decirles que yo creo que la idea de los consejos comunales es una idea excelente y que el Presidente tiene clarísimo que tiene que construir fuerza social construyendo política, porque algunos piensan que construir fuerza es tener cargos, ganar cargos. Pero para construir esa fuerza social, ella tiene que construirse a través de un determinado tiempo de maduración, y es allí donde vienen las metas que rompen esa maduración. Llegan, por ejemplo, los gabinetes móviles, había que elaborar proyectos en cinco días, en lugar de que el proceso de conformación de los consejos comunales fuese un proceso de al menos tres meses —como pensábamos algunos que participamos de la idea inicial— se reduce a dos asambleas y listo: una para instalar la comisión promotora y otra para elegir a las voceras y voceros. A ello se debe el que se vayan deformando los procesos, van muriendo experiencias extraordinarias.
VI. Corrupción e ineficiencia
Juan Carlos Monedero

 Una nueva nomenclatura

Creo que son las dos caras de un mismo problema: porque se es ineficiente en el aparato del Estado se cuela la corrupción. La lucha contra la corrupción y la ineficiencia articuló la campaña del 98, pero aún está esperando una respuesta. La corrupción arrasa con recursos que son de todos y los pone al servicio del privilegio de nuevas castas que hacen del lujo y de la ostentación un objetivo. Las nomenclaturas a veces tardan una generación en construirse y a veces uno tiene la sensación de que hay una nueva nomenclatura en Venezuela que se ha construido en demasiado poco tiempo, anclada, ya digo, en este fantasma de la historia.
[...] Al igual que los cambios ministeriales dentro de un mismo gobierno, que hacen que cuando cambia al ministro se arrase con todo el personal que trabaja en la administración o que hace que cuadros esenciales para este proceso pasen del ministerio a la alcantarilla, se sienten en el banquillo y se desperdicien recursos esenciales para la marcha del país.
Roberto López
 Pasar de las tres erres a una cuarta: la respuesta
Entonces la lucha ideológica, el debate y la rectificación son necesarios. Alguien agregaba la cuarta erre: a la revisión, rectificación, reimpulso, el pueblo comienza agregar la cuarta erre: la Respuesta. "Dejen las reflexiones y respondan de una vez qué es lo que van a corregir y qué no van a corregir, porque pareciera al final un mal chiste lo de las 3 R —algo que en todo caso esta bien concebido. Nosotros en Maracaibo hemos hecho asambleas populares —tanto en el 2008 como en el 2009— de análisis, de caracterización de los distintos ministerios, instituciones del Estado: que deberían corregir y qué no, pero a la final eso termina en un ejercicio intelectual que no conduce a nada. Falta la cuarta erre: la respuesta. Yo espero  que el presidente Chávez entienda esto, el presidente Chávez tiene que entenderlo porque él mismo se ha colocado en un papel excesivo determinante de todo. Prácticamente la revolución no puede corregir su destino si el presidente Chávez no accede corregir el rumbo de la revolución y yo me pronuncio porque lo corrija porque de una u otra manera esta revolución sin el liderazgo de Chávez entraría en el caos. Ahorita es imposible concebir el destino de la revolución bolivariana sin el liderazgo de Chávez. Es una contradicción dialéctica que hay que resolver, pero creo que es imprescindible avanzar hacia ahí.
VII. Capitalismo o socialismo

Víctor Álvarez

 El nuevo modelo: una asignatura pendiente
Sin lugar a dudas, Venezuela está ganando la batalla contra la pobreza.
Sin embargo, la asignatura pendiente sigue siendo avanzar en la transformación de la economía capitalista en un nuevo modelo productivo socialista a través del cual se erradiquen de manera definitiva las causas estructurales que generan desempleo, pobreza y exclusión social.
 En diez años el peso del sector privado ha aumentado
No obstante la creciente crítica del Gobierno Bolivariano al capitalismo como un modelo productivo generador de desempleo, pobreza y exclusión que no ha sido capaz de garantizar la satisfacción plena de las crecientes necesidades materiales y espirituales de la población, luego de diez años de Revolución los datos oficiales revelan que -lejos de disminuir-, el peso del sector privado en el PIB más bien ha aumentado. Su participación sigue siendo mayoritaria y, por lo tanto, define la naturaleza capitalista del actual modelo productivo venezolano.

Javier Biardeau

 Crece el capitalismo pero se radicaliza el discurso
No creo que sea necesario que nosotros carguemos como un legado histórico el defender la revolución cubana, que eso se convierta en un handicap de la revolución venezolana. Me parece que durante la transición al socialismo, como ha dicho Víctor Álvarez, resulta bastante sugerente pensar, que al tiempo que se fortalece una economía mixta de signo capitalista, donde se fortalece el sector privado, el discurso presidencial es un discurso de radicalización socialista. Entonces ¿cómo se compaginan los datos de la evolución sobre el crecimiento de la matriz productiva capitalista con una radicalización del discurso presidencial? ¿Cómo nosotros asimilamos estas dos tendencias? ¿Qué es lo que sucede allí?

Luis Britto

 Nos proclamamos socialistas, pero somos capitalistas
 
Venezuela esta entre los países que de una manera escandalosa, desafiante, abierta, planteó de nuevo el tema del socialismo al mundo, cuando todo el mundo andaba tratando de disfrazarse de neoliberal o intentando que lo reconocieran allí por lo menos como un moderado neoliberalizante, pero yo diría que nos hemos quedado en una situación casi estática de empate. Nos proclamamos como socialistas, pero, fuera de Petróleos de Venezuela y algunas de las grandes industrias básicas, somos un país capitalista. La Constitución lo reconoce así y se dice por allí que no es malo ser rico y que es legítimo enriquecerse.
Vivimos en una sociedad dual y yo digo en una fábula que hice que cuando uno intenta hacer un sistema mixto con gallinas y con zorros en un mismo gallinero, a la semana sólo quedarán zorros y además se comerán al granjero.
Hay que superar esa indefinición, y superar esa indefinición entrando en la batalla ideológica que es una de las más importantes.
 
Roberto López

 Una nueva burguesía bolivariana asociada a grupos empresariales
Con respecto a lo que planteó Víctor Álvarez de que Venezuela se ha hecho más capitalista en los últimos años, creo que eso significa un escenario en el cual sectores empresariales privados que no son necesariamente los que están tratando de derrocar al gobierno, sino los sectores empresariales privados aliados a la burocracia bolivariana, se han hecho multimillonarios en este periodo. Habría que hacer un análisis de los grupos empresariales y de la relación con los haberes económicos de muchos dirigentes y próceres del proceso. Pareciera que hay una nueva burguesía bolivariana asociada a sectores empresariales. Por ejemplo, un hecho que conozco casi directamente es el de las empresas contratista que acaban de ser nacionalizadas, expropiadas en la Costa Oriental del Lago, donde prácticamente en todas esas empresas estaban empresarios que habían participado en el golpe, en el paro petrolero y todos estaban asociados con dirigentes del PSUV, con dirigentes de la revolución, con diputados, gobernadores bolivarianos, etc.
Víctor Álvarez
 Se favorece las impostanciones en desmendro de la producción nacional
Es necesario advertir que la expansión del aparato productivo interno sigue estando limitada debido al desplazamiento de la producción nacional por las importaciones que se vienen haciendo con un bolívar sobrevaluado y, por lo tanto, un dólar barato, el cual inhibe la inversión productiva y la reorienta hacia la inversión comercial. Este fenómeno ha impulsado un crecimiento superior del comercio importador y de la red nacional de distribución al mayor y comercialización al detal de productos importados.
 Incentivos favorecen reproducción del capitalismo
Actualmente, la transformación de la economía capitalista en una economía socialista se enfrenta a una política económica que aún dirige y concentra buena parte de sus incentivos fiscales, financieros, cambiarios, compras gubernamentales, suministro de materias primas, etc. a favor de las empresas mercantiles que reproducen la economía capitalista, que es justamente la que se quiere transformar. Subyace en la propia política económica del Gobierno Bolivariano una de las principales restricciones para la transformación de la economía capitalista en un modelo productivo socialista. 
 
VIII. Partido
Gonzalo Gómez

 Un partido en que predomina excesivamente el sector funcionarial
Yo estuve en congreso fundacional. Buena parte de la dirección no participó en el congreso fundacional como tal y allí votamos unos principios y un programa que no se examina y no se construye la política con esa orientación. La política se viene caracterizando esencialmente por el electoralismo, apéndice de la gestión pública y despego respecto a las luchas concretas de los sectores populares, y esto hay que resolverlo. Tiene que ver con problemas de formación y tiene que ver con problemas de composición, incluso de su dirección. Este es un partido donde predomina de manera exagerada el sector funcionarial, respecto a una buena franja popular, pero hay muy poca incidencia del movimiento obrero y de los trabajadores y sus organizaciones, que empieza a revertirse con la creación de los frentes. No hay clase trabajadora en la dirección del partido, no hay dirigentes campesinos en la dirección del partido, hay un sector funcionarial que acapara la conducción  y, por consiguiente, no puede reflejar como debería reflejarlo, el proceso de los movimientos sociales sus aspiraciones, sus inquietudes, sus luchas. Si ese partido no cambia, difícilmente podrá estar a la altura de los retos del proceso revolucionario.
Entonces hay problemas relacionados con los principio y el programa. Carecemos de estatutos, porque no se aprobaron,  y el partido anda a capricho de las correlaciones de fuerzas eventuales, porque no hay reglas, las reglas aparecen en e l transcurso del juego mismo. Eso debe ser cambiado garantizando la democratización plena de la organización y, por otro lado, está la relación con el estado, con el poder popular y los movimientos sociales.
Entrar al PSUV para cualificarlo
Y entrar a cualificar el PSUV, o desde las organizaciones en que se participe, saber que hay que contar con esa organización y ese partido y que lo que pase ahí va definir cosas sustanciales en la historia de este país. No se puede ver desde afuera. Por lo tanto, una invitación a comprometerse o tener algo que ver desde la posición que se ocupe con la construcción de ese partido.
Roberto López
 El Psuv es un parapeto electoral
Yo comparto la opinión de muchos de los compañeros que aquí el partido existe de nombre, pero como partido no existe, no existe ninguna dirección colectiva, ni siquiera un mal remedo de lo que podía ser el partido bolchevique de 1918. Lo que existe es un parapeto electoral que hasta ahora ha demostrado ser efectivo para ganar elecciones, pero que, no necesariamente, como dijeron algunos aquí, puede seguir siendo efectivo en el futuro para seguir ganando elecciones.
Luis Britto
 En las candidaturas no se respeta el criterio de las bases
En muchos casos se dice que no hay consulta a las bases, que poco a poco en algunos puntos una clase política ha ido copando lo que debería ser la obra de la representación popular. En muchos casos aparentemente se han perdido candidaturas porque había un candidato que había sido elegido por las bases y fue impuesto otro que no gozó del favor de las bases, entonces los revolucionarios fueron divididos al proceso electoral y por eso se perdieron puntos importantes.
A las organizaciones sociales se les dice organícense, reúnanse, júntense, y después que se hace esa incitación, no se les da ningún tipo de papel, se les rechaza sus postulaciones, no se les hace caso, etcétera.
Creo que dentro de esas luces está ese repunte de la participación.
Para el 2021 yo espero un país con una participación verdaderamente plena donde el ciudadano pueda hacer valer totalmente sus derechos, tanto individuales como colectivos y donde las decisiones sean tomadas desde las bases, apoyadas por las bases. Donde la participación política sea una parte integral definitiva e irrenunciable de la vida de cada ciudadano como lo fue para una élite en la llamada Atenas de la democracia.
X. Medios
Gonzalo Gómez
Apertura de los medios de comunicación del estado a la crítica y al debate revolucionario
Apertura de los medios de comunicación del estado a la crítica y al debate revolucionario, no temiendo que eso le de armas a la derecha. Sepamos como plantear las cosas, pero negar el debate es la mejor ruta para darle herramientas a la derecha y para que se lleven a la gente a declarar en sus espacios.
 Medios de comunicación para las grandes organizaciones sociales y del poder popular
Desarrollo a fondo de los medios comunitarios alternativos, pero planteándoselo ya no como pequeños medios locales, aislados, en espacios muy circunscritos sino, medios de comunicación para las grandes organizaciones sociales y las organizaciones del poder popular, para los consejos comunales y para las futuras comunas, para las organizaciones de los trabajadores y los campesinos. Eso es democratización de la comunicación, no depender de que un funcionario del estado decida si tú vas a una televisora o no vas, aun cuando tengamos mucho mas espacio que en el pasado, que lo tenemos, pero hace falta más.
Conclusión
Carmen Bohorquez
 El Presidente solo no puede.
 Lo que si tenemos claro es que hay que acelerar el paso y coordinar esfuerzos porque el presidente no puede hacer esto el solo.
Ahora cuales nuestra responsabilidad, nosotros hablamos escribimos sobre todos esos cambios, analizamos causas, hacemos proyecciones, resaltamos logros, pero casi siempre en solitario, nos reunimos ocasionalmente cuando hay un convocante como ahora, como se vio la semana pasada, en los encuentros que la red de intelectuales y artistas en defensa de la humanidad ha convocado, en los foros de filosofía, en los foros que organiza normalmente al CIM. Pero ¿no podríamos hacer algo más? ¿No podríamos reunirnos cada cierto tiempo para analizar en colectivo cuales son esos problemas que hoy estamos señalando aquí para trabajar sobre ellos, son problemas que requieren afinar estrategias, que requieren que se produzcan documentos que sirvan de insumo a quienes tienen que tomar resoluciones. Que —como dijo el ministro de Educación Superior— nos permitan, por ejemplo, diseñar un plan para tener desde ahora una presencia combativa en las universidades.
Juan Carlos Monedero
 Lo que no duele no se transforma
El primer paso consiste en alumbrar estos fantasmas como problemas. Lo que no se ve no se puede identificar como fuente de dolor. Lo que no duele no se transforma y lo que no se transforma se necrosa. Creo que es obligación de los intelectuales oxigenar todas estas heridas con su crítica.
Como decía al comienzo, creo que esta reunión, desde mi perspectiva, es una negación de aquellos que quieren negar la capacidad de crítica en Venezuela. Creo que esta reunión es una invitación a la esperanza y creo que del coraje que aquí demostremos, de la astucia de nuestro pensamiento, creo que va a salir una parte importante de nuestra colaboración para que esta Revolución siga siendo bonita. 

Fuente: lafogata.org