Latinoamérica
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Selección de las Opiniones más destacadas de los intelectuales reunidos en el CIM
Marta Harnecker
Acompañar
pero no someter al poder popular
El partido puede aspirar a proponer y
orientar, desde el acompañamiento a los movimientos sociales en la construcción
del poder popular, pero no puede someter al poder popular: someter a ese actor
constituyente por lo constituido.
El poder público no debe convertirse en camisa
de fuerza para el poder popular
Una cosa es que se administren las
regulaciones y las leyes del estado y otra cosa es que el poder público se
convierta en camisa de fuerza para el poder popular, ese es otro problema que
tenemos que resolver o esas contradicciones van a continuar.
Todas las relaciones en el proceso revolucionario
son tensas por más que tratemos de armonizarlas, hay que tratar de hacerlo pero
van a ser tensas, y tenemos que crear correlaciones de fuerza que permitan
empujar las cosas en la dirección correcta. Los intelectuales, o los llamados
intelectuales, yo prefiero hablar de los integrales, pueden actuar en el marco
de el gobierno y del aparato del estado, de los movimientos sociales o del poder
popular , en el marco de las organizaciones políticas o del partido, y pueden
tener también contribuciones independientes, pero no se puede estar aislado de
estos escenarios y hay que tener un papel específico en ellos, porque allí es
donde se definen las cosas, y si criticamos en este escenario el partido, y no
nos metemos en él para cualificarlo, para aportar nivel político, formación
ideológica, para luchar por el modelo de partido que queremos, entonces estamos
mirando los toros desde la barrera a menos que alguien piense aquí que puede
levantar otra organización tan alternativa que se convierta en el gran partido
de masas. Hoy por hoy en el país es alternativa no existe. ¡No lo hay!
Creo que actualmente existe el riesgo
de un aplastamiento por parte del PSUV de las formas de organización de base,
las cuales tienen que existir de manera independiente. Estoy convencido de que
la organización política no puede instrumentalizar ni colonizar a las
organizaciones de base. Las organizaciones sociales de base tienen derecho a
contar con toda la diversidad posible y no pueden ser encasilladas.
La relación adecuada entre la organización
política y las organizaciones de base constituye un problema que tiene que ser
afrontado. Esta sería una de las rectificaciones, a mi juicio, más necesarias de
este momento.
Pienso que la razón por la cual se ha producido
esta equivocación profunda en las actuales organizaciones políticas y, en este
caso concreto, en el PSUV, es porque no reconocen diferencias entre el ámbito de
un consejo comunal, el ámbito de una mesa técnica de agua, el ámbito de una mesa
técnica de telecomunicaciones, informáticas y servicios postales, el ámbito de
una mesa técnica de energía, y el ámbito de lo político propiamente dicho.
[...] Yo creo que el más flaco favor que se le
puede prestar al proceso revolucionario bolivariano es hacer aparecer el
socialismo como algo obligatorio. Y a eso contribuye de una manera muy efectiva
la expresión que, lamentablemente, no he sido el único en escuchar, y que resume
de manera dramática este problema: "Vamos a hacer un consejo comunal, los que no
sean socialistas se pueden ir".
[...] Se están afectando gravemente años de
trabajo, años de consolidación de espacios públicos [...] es muy hiriente, por
no encontrar otra palabra, encontrarse con directrices políticas que obvien ese
problema y sencillamente aluden a las mesas técnicas de agua del PSUV, a los
consejos comunales del PSUV como si eso fuese posible. Como si eso no fuese a la
vez el modo en que esa expresión comunitaria se desnaturaliza, y en su
desnaturalización se pierde, se muere, deja de ser lo que tiene que ser. [...]
Esto de lo que hablo no es un dogma. La razón por
la cual la organización política revolucionaria reconoce que no debe fagocitar,
que no debe colonizar a las organizaciones de base, es el resultado de una larga
experiencia de los movimientos revolucionarios a través del tiempo. Es un error
que cometimos y al que no queremos regresar, es un error que ya evaluamos, que
ya lo vivimos. No es un dogma, es parte de nuestra experiencia.
Confusión entre partido y poder popular
Consejos
comunales y organizaciones de defensa de la revolución
Luego, hay otro problema —lo voy a mencionar,
nada más— que es la falta de organizaciones populares revolucionarias. Una
revolución como esta está amenazada constantemente por el enemigo y aquí lo que
se ha construido, que es sumamente valioso, son los consejos comunales, pero
éstos no son exactamente una organización revolucionaria, son una organización
institucional. En la zonas pobres, un consejo comunal lo domina probablemente la
gente de izquierda, pero un consejo comunal en la Lagunita, si es que lo hay, o
en el Cafetal, es difícil que pueda ser un consejo revolucionario. Lo que
teníamos que tener nosotros, además de eso, sería organizaciones populares en
todas partes, a nivel de los barrios, a nivel de cualquier espacio donde conviva
todo el mundo y que puedan ser organismos revolucionarios. Los hemos tenidos y
los perdimos, porque justamente los Círculos Bolivarianos fueron un ensayo de
eso y desgraciadamente se quedaron en el camino. Pero hace falta que una
revolución amenazada como esta tenga como defenderse. No basta la contraloría
social, y la información que se descubre, como, por ejemplo, donde estaban los
carros de este caballero que los tenían escondidos ahí, alguien seguramente vio
un montón de carros, pero eso es circunstancial. Aquí hay conspiraciones, aquí
hay amenazas, aquí hay una guerra permanente para destruir ese proceso y el
pueblo tiene que estar bien organizado para enfrentarlo.
No
confundir poder popular con militancia política
Por otra parte, Vladimir Acosta dijo algo en
lo que yo siempre he insistido mucho: no podemos confundir el popular con la
militancia política. El partido es una cosa y el poder popular es otra. Yo digo
que el rojo puede ser el color del partido pero no puede ser el color del poder
popular ni debería ser el color de los ministerios. Una de las cosa que a
nosotros nos extraña y a los extranjeros supongo que les chocará muchísimo,
especialmente en Europa, es que el estado sea el instrumento con el cual se
construye el partido. Eso es algo absolutamente contradictorio con nuestra
visión de partido.
IV. El Partido y los
intelectuales
Partido
debe garantizarv espacio a intelectuales
En una oportunidad alguien preguntó a Víctor
Serge si las semillas de Stalin estaban presentes en Lenin. Serge respondió
"Había muchas semillas en Lenin". Yo considero que la responsabilidad del
intelectual revolucionario es cuidar las semillas revolucionarias – y hacerlo
dondequiera que sea posible; es comunicar las visión del socialismo para el
siglo XXI a las masas porque, como sabemos, las ideas se convierten en fuerza
material cuando agarran la mente de las masas. Su responsabilidad consiste
también en intentar convencer de estas mismas ideas y esta misma visión a los
que están dirigiendo el proceso.
Si este partido realmente quiere avanzar en el
proceso de construir el socialismo para el siglo XXI, debería garantizar que
haya un espacio donde los intelectuales revolucionarios puedan cumplir su
compromiso revolucionario. No ofrecer este espacio y no estimular que se cuide a
las semillas revolucionarias es permitir que las malezas crezcan.
V. Metas y tiempos impiden necesaria maduración de los
procesos
Hay una cosa que me parece no se ha
tocado salvo que se haya tocado ayer en la mañana, que es el gran problema de
las metas y los tiempos. Yo creo que los procesos democráticos requieren
maduración, requieren tiempo, pero aquí lo que pasa es que nos ponemos metas
enormes y tiempos escasos, entonces tenemos a toda la gente corriendo para
cumplir esas metas. Hay un tareísmo terrible y no hay posibilidad de pensar
estratégicamente y de ir permitiendo que maduren las cosas. Cuando tú estás
trabajando en un proceso de transformación viene la intervención del estado que,
muchas veces, rompe ese ritmo de maduración, apresura el proceso.
Y respecto a eso déjeme decirles que yo creo que
la idea de los consejos comunales es una idea excelente y que el Presidente
tiene clarísimo que tiene que construir fuerza social construyendo política,
porque algunos piensan que construir fuerza es tener cargos, ganar cargos. Pero
para construir esa fuerza social, ella tiene que construirse a través de un
determinado tiempo de maduración, y es allí donde vienen las metas que rompen
esa maduración. Llegan, por ejemplo, los gabinetes móviles, había que elaborar
proyectos en cinco días, en lugar de que el proceso de conformación de los
consejos comunales fuese un proceso de al menos tres meses —como pensábamos
algunos que participamos de la idea inicial— se reduce a dos asambleas y listo:
una para instalar la comisión promotora y otra para elegir a las voceras y
voceros. A ello se debe el que se vayan deformando los procesos, van muriendo
experiencias extraordinarias.
VI. Corrupción e
ineficiencia
Juan Carlos Monedero
Creo que son las dos caras de un mismo
problema: porque se es ineficiente en el aparato del Estado se cuela la
corrupción. La lucha contra la corrupción y la ineficiencia articuló la campaña
del 98, pero aún está esperando una respuesta. La corrupción arrasa con recursos
que son de todos y los pone al servicio del privilegio de nuevas castas que
hacen del lujo y de la ostentación un objetivo. Las nomenclaturas a veces tardan
una generación en construirse y a veces uno tiene la sensación de que hay una
nueva nomenclatura en Venezuela que se ha construido en demasiado poco tiempo,
anclada, ya digo, en este fantasma de la historia.
[...] Al igual que los cambios ministeriales
dentro de un mismo gobierno, que hacen que cuando cambia al ministro se arrase
con todo el personal que trabaja en la administración o que hace que cuadros
esenciales para este proceso pasen del ministerio a la alcantarilla, se sienten
en el banquillo y se desperdicien recursos esenciales para la marcha del país.
Roberto López
Pasar de las tres erres a
una cuarta: la respuesta
Entonces la lucha ideológica, el debate y la
rectificación son necesarios. Alguien agregaba la cuarta erre: a la revisión,
rectificación, reimpulso, el pueblo comienza agregar la cuarta erre: la
Respuesta. "Dejen las reflexiones y respondan de una vez qué es lo que van a
corregir y qué no van a corregir, porque pareciera al final un mal chiste lo de
las 3 R —algo que en todo caso esta bien concebido. Nosotros en Maracaibo hemos
hecho asambleas populares —tanto en el 2008 como en el 2009— de análisis, de
caracterización de los distintos ministerios, instituciones del Estado: que
deberían corregir y qué no, pero a la final eso termina en un ejercicio
intelectual que no conduce a nada. Falta la cuarta erre: la respuesta. Yo espero
que el presidente Chávez entienda esto, el presidente Chávez tiene que
entenderlo porque él mismo se ha colocado en un papel excesivo determinante de
todo. Prácticamente la revolución no puede corregir su destino si el presidente
Chávez no accede corregir el rumbo de la revolución y yo me pronuncio porque lo
corrija porque de una u otra manera esta revolución sin el liderazgo de Chávez
entraría en el caos. Ahorita es imposible concebir el destino de la revolución
bolivariana sin el liderazgo de Chávez. Es una contradicción dialéctica que hay
que resolver, pero creo que es imprescindible avanzar hacia ahí.
VII. Capitalismo o socialismo
El nuevo
modelo: una asignatura pendiente
Sin lugar a dudas, Venezuela está ganando la
batalla contra la pobreza.
Sin embargo, la asignatura pendiente sigue siendo
avanzar en la transformación de la economía capitalista en un nuevo modelo
productivo socialista a través del cual se erradiquen de manera definitiva las
causas estructurales que generan desempleo, pobreza y exclusión social.
En diez años el peso
del sector privado ha aumentado
No obstante la creciente crítica del Gobierno
Bolivariano al capitalismo como un modelo productivo generador de desempleo,
pobreza y exclusión que no ha sido capaz de garantizar la satisfacción plena de
las crecientes necesidades materiales y espirituales de la población, luego de
diez años de Revolución los datos oficiales revelan que -lejos de disminuir-, el
peso del sector privado en el PIB más bien ha aumentado. Su participación sigue
siendo mayoritaria y, por lo tanto, define la naturaleza capitalista del actual
modelo productivo venezolano.
Crece el
capitalismo pero se radicaliza el discurso
No creo que sea necesario que nosotros carguemos
como un legado histórico el defender la revolución cubana, que eso se convierta
en un handicap de la revolución venezolana. Me parece que durante la transición
al socialismo, como ha dicho Víctor Álvarez, resulta bastante sugerente pensar,
que al tiempo que se fortalece una economía mixta de signo capitalista, donde se
fortalece el sector privado, el discurso presidencial es un discurso de
radicalización socialista. Entonces ¿cómo se compaginan los datos de la
evolución sobre el crecimiento de la matriz productiva capitalista con una
radicalización del discurso presidencial? ¿Cómo nosotros asimilamos estas dos
tendencias? ¿Qué es lo que sucede allí?
Nos
proclamamos socialistas, pero somos capitalistas
Venezuela esta
entre los países que de una manera escandalosa, desafiante, abierta, planteó de
nuevo el tema del socialismo al mundo, cuando todo el mundo andaba tratando de
disfrazarse de neoliberal o intentando que lo reconocieran allí por lo menos
como un moderado neoliberalizante, pero yo diría que nos hemos quedado en una
situación casi estática de empate. Nos proclamamos como socialistas, pero, fuera
de Petróleos de Venezuela y algunas de las grandes industrias básicas, somos un
país capitalista. La Constitución lo reconoce así y se dice por allí que no es
malo ser rico y que es legítimo enriquecerse.
Vivimos en una sociedad dual y yo digo en una
fábula que hice que cuando uno intenta hacer un sistema mixto con gallinas y con
zorros en un mismo gallinero, a la semana sólo quedarán zorros y además se
comerán al granjero.
Hay que superar esa indefinición, y superar esa
indefinición entrando en la batalla ideológica que es una de las más
importantes.
Roberto López
Una nueva
burguesía bolivariana asociada a grupos empresariales
Con respecto a lo que planteó Víctor Álvarez
de que Venezuela se ha hecho más capitalista en los últimos años, creo que eso
significa un escenario en el cual sectores empresariales privados que no son
necesariamente los que están tratando de derrocar al gobierno, sino los sectores
empresariales privados aliados a la burocracia bolivariana, se han hecho
multimillonarios en este periodo. Habría que hacer un análisis de los grupos
empresariales y de la relación con los haberes económicos de muchos dirigentes y
próceres del proceso. Pareciera que hay una nueva burguesía bolivariana asociada
a sectores empresariales. Por ejemplo, un hecho que conozco casi directamente es
el de las empresas contratista que acaban de ser nacionalizadas, expropiadas en
la Costa Oriental del Lago, donde prácticamente en todas esas empresas estaban
empresarios que habían participado en el golpe, en el paro petrolero y todos
estaban asociados con dirigentes del PSUV, con dirigentes de la revolución, con
diputados, gobernadores bolivarianos, etc.
Víctor Álvarez
Se favorece las
impostanciones en desmendro de la producción nacional
Es necesario advertir que la expansión del
aparato productivo interno sigue estando limitada debido al desplazamiento de la
producción nacional por las importaciones que se vienen haciendo con un bolívar
sobrevaluado y, por lo tanto, un dólar barato, el cual inhibe la inversión
productiva y la reorienta hacia la inversión comercial. Este fenómeno ha
impulsado un crecimiento superior del comercio importador y de la red nacional
de distribución al mayor y comercialización al detal de productos importados.
Incentivos favorecen
reproducción del capitalismo
Actualmente, la transformación de la economía
capitalista en una economía socialista se enfrenta a una política económica que
aún dirige y concentra buena parte de sus incentivos fiscales, financieros,
cambiarios, compras gubernamentales, suministro de materias primas, etc. a favor
de las empresas mercantiles que reproducen la economía capitalista, que es
justamente la que se quiere transformar. Subyace en la propia política económica
del Gobierno Bolivariano una de las principales restricciones para la
transformación de la economía capitalista en un modelo productivo socialista.
VIII. Partido
Gonzalo Gómez
Un partido
en que predomina excesivamente el sector funcionarial
Yo estuve en congreso fundacional. Buena parte
de la dirección no participó en el congreso fundacional como tal y allí votamos
unos principios y un programa que no se examina y no se construye la política
con esa orientación. La política se viene caracterizando esencialmente por el
electoralismo, apéndice de la gestión pública y despego respecto a las luchas
concretas de los sectores populares, y esto hay que resolverlo. Tiene que ver
con problemas de formación y tiene que ver con problemas de composición, incluso
de su dirección. Este es un partido donde predomina de manera exagerada el
sector funcionarial, respecto a una buena franja popular, pero hay muy poca
incidencia del movimiento obrero y de los trabajadores y sus organizaciones, que
empieza a revertirse con la creación de los frentes. No hay clase trabajadora en
la dirección del partido, no hay dirigentes campesinos en la dirección del
partido, hay un sector funcionarial que acapara la conducción y, por
consiguiente, no puede reflejar como debería reflejarlo, el proceso de los
movimientos sociales sus aspiraciones, sus inquietudes, sus luchas. Si ese
partido no cambia, difícilmente podrá estar a la altura de los retos del proceso
revolucionario.
Entonces hay problemas relacionados con los
principio y el programa. Carecemos de estatutos, porque no se aprobaron, y el
partido anda a capricho de las correlaciones de fuerzas eventuales, porque no
hay reglas, las reglas aparecen en e l transcurso del juego mismo. Eso debe ser
cambiado garantizando la democratización plena de la organización y, por otro
lado, está la relación con el estado, con el poder popular y los movimientos
sociales.
Entrar al PSUV para cualificarlo
Y entrar a cualificar el PSUV, o desde las
organizaciones en que se participe, saber que hay que contar con esa
organización y ese partido y que lo que pase ahí va definir cosas sustanciales
en la historia de este país. No se puede ver desde afuera. Por lo tanto, una
invitación a comprometerse o tener algo que ver desde la posición que se ocupe
con la construcción de ese partido.
Roberto López
El Psuv es un parapeto
electoral
Yo comparto la opinión de muchos de los
compañeros que aquí el partido existe de nombre, pero como partido no existe, no
existe ninguna dirección colectiva, ni siquiera un mal remedo de lo que podía
ser el partido bolchevique de 1918. Lo que existe es un parapeto electoral que
hasta ahora ha demostrado ser efectivo para ganar elecciones, pero que, no
necesariamente, como dijeron algunos aquí, puede seguir siendo efectivo en el
futuro para seguir ganando elecciones.
Luis Britto
En las candidaturas no se
respeta el criterio de las bases
En muchos casos se dice que no hay consulta a
las bases, que poco a poco en algunos puntos una clase política ha ido copando
lo que debería ser la obra de la representación popular. En muchos casos
aparentemente se han perdido candidaturas porque había un candidato que había
sido elegido por las bases y fue impuesto otro que no gozó del favor de las
bases, entonces los revolucionarios fueron divididos al proceso electoral y por
eso se perdieron puntos importantes.
A las organizaciones sociales se les dice
organícense, reúnanse, júntense, y después que se hace esa incitación, no se les
da ningún tipo de papel, se les rechaza sus postulaciones, no se les hace caso,
etcétera.
Creo que dentro de esas luces está ese repunte de
la participación.
Para el 2021 yo espero un país con una
participación verdaderamente plena donde el ciudadano pueda hacer valer
totalmente sus derechos, tanto individuales como colectivos y donde las
decisiones sean tomadas desde las bases, apoyadas por las bases. Donde la
participación política sea una parte integral definitiva e irrenunciable de la
vida de cada ciudadano como lo fue para una élite en la llamada Atenas de la
democracia.
X. Medios
Gonzalo Gómez
Apertura de los medios de comunicación del estado
a la crítica y al debate revolucionario
Apertura de los medios de comunicación del
estado a la crítica y al debate revolucionario, no temiendo que eso le de armas
a la derecha. Sepamos como plantear las cosas, pero negar el debate es la mejor
ruta para darle herramientas a la derecha y para que se lleven a la gente a
declarar en sus espacios.
Medios de comunicación para las grandes
organizaciones sociales y del poder popular
Desarrollo a fondo de los medios comunitarios
alternativos, pero planteándoselo ya no como pequeños medios locales, aislados,
en espacios muy circunscritos sino, medios de comunicación para las grandes
organizaciones sociales y las organizaciones del poder popular, para los
consejos comunales y para las futuras comunas, para las organizaciones de los
trabajadores y los campesinos. Eso es democratización de la comunicación, no
depender de que un funcionario del estado decida si tú vas a una televisora o no
vas, aun cuando tengamos mucho mas espacio que en el pasado, que lo tenemos,
pero hace falta más.
Conclusión
Carmen Bohorquez
El Presidente solo no
puede.
Lo que si tenemos claro es que hay que
acelerar el paso y coordinar esfuerzos porque el presidente no puede hacer esto
el solo.
Ahora cuales nuestra responsabilidad, nosotros
hablamos escribimos sobre todos esos cambios, analizamos causas, hacemos
proyecciones, resaltamos logros, pero casi siempre en solitario, nos reunimos
ocasionalmente cuando hay un convocante como ahora, como se vio la semana
pasada, en los encuentros que la red de intelectuales y artistas en defensa de
la humanidad ha convocado, en los foros de filosofía, en los foros que organiza
normalmente al CIM. Pero ¿no podríamos hacer algo más? ¿No podríamos reunirnos
cada cierto tiempo para analizar en colectivo cuales son esos problemas que hoy
estamos señalando aquí para trabajar sobre ellos, son problemas que requieren
afinar estrategias, que requieren que se produzcan documentos que sirvan de
insumo a quienes tienen que tomar resoluciones. Que —como dijo el ministro de
Educación Superior— nos permitan, por ejemplo, diseñar un plan para tener desde
ahora una presencia combativa en las universidades.
Juan Carlos Monedero
Lo que no duele no se
transforma
El primer paso consiste en alumbrar estos
fantasmas como problemas. Lo que no se ve no se puede identificar como fuente de
dolor. Lo que no duele no se transforma y lo que no se transforma se necrosa.
Creo que es obligación de los intelectuales oxigenar todas estas heridas con su
crítica.
Como decía al comienzo, creo que esta reunión,
desde mi perspectiva, es una negación de aquellos que quieren negar la capacidad
de crítica en Venezuela. Creo que esta reunión es una invitación a la esperanza
y creo que del coraje que aquí demostremos, de la astucia de nuestro
pensamiento, creo que va a salir una parte importante de nuestra colaboración
para que esta Revolución siga siendo bonita.