Latinoam�rica
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El c�rculo vicioso de un r�gimen que se niega a morir
Manuel Aguilar Mora *
Una derrota aplastante del gobierno
La victoria del PRI el 5 de julio era esperada como algo casi inevitable pero al
llegar ha sorprendido por la enorme magnitud que tom�, literalmente aplastando
al PAN, arrebat�ndole bastiones que parec�an inexpugnables como algunas
gubernaturas de estados (San Lu�s Potos� y Quer�taro) y de municipios
(Guadalajara, Zapopan, los del populoso "cord�n azul" del Estado de M�xico entre
los m�s importantes) y disminuyendo dr�sticamente sus diputados (en cerca de 70
y qued�ndose con s�lo 143 la menor cantidad desde 1997), convirti�ndose en la
segunda fuerza muy alejada de la mayoritaria integrada por los 237 diputados de
la bancada priista que, con su aliado el Partido Verde (PVM), logra alzarse con
la mayor�a absoluta de las 500 curules de la C�mara de diputados. Sobrepas�ndolo
por casi diez puntos (m�s del 36% de la votaci�n total contra el 27.6% del PAN)
el PRI arrincona al panismo en una situaci�n de gran debilidad. La derrota de su
partido pone al presidente Felipe Calder�n en la posici�n m�s inc�moda posible a
la mitad de su mandato.
En los pr�ximos tres a�os Calder�n ser� el reh�n del PRI, partido con el cual
cogobierna, y junto a los otros resultados generales de las elecciones
intermedias, es ya el presidente de M�xico m�s cercado por circunstancias
desfavorables a su administraci�n: grav�sima crisis econ�mica (a un mill�n podr�
llegar el n�mero de desempleados a finales del presente a�o), una violenta
campa�a del ej�rcito contra el narcotr�fico impugnada por la gran mayor�a de la
ciudadan�a, un partido perdedor y dividido y una extrema derecha desprestigiada,
derrotada y a la defensiva.
Ni toda la costos�sima parafernalia propagand�stica que inund� a la poblaci�n
con sus mensajes t�picos de las "guerras sucias" aprendidos de sus modelos
estadounidense y espa�ol, el Partido Republicano y el Partido Popular
respectivamente; ni el uso pol�tico de la epidemia de influenza; ni el clima de
miedo auspiciado por el ej�rcito en las calles y la demagogia discursiva de los
l�deres reaccionarios panistas, impidieron esta debacle electoral. Un d�a
despu�s, el 6 de julio, Germ�n Mart�nez debi� renunciar a la direcci�n del PAN
asumiendo personalmente un fracaso que le pertenece igualmente e incluso en
mayor proporci�n al mismo Calder�n. La debacle de la extrema derecha clerical de
su partido, su aliada privilegiada, aposentada por el presidente en posiciones
clave en el gobierno, abre un periodo en que los tres a�os siguientes ser�n, en
el mundo oficial, ante todo el adelanto prematuro de la preparaci�n de la
sucesi�n presidencial para el 2012.
Impacto de los anulistas
La consecuencia principal del 5 de julio, a saber, el PRI y el PAN como el gran
triunfador y el gran perdedor respectivamente, no es la �nica entre los
resultados sorprendentes de unas elecciones que fueron excepcionales,
literalmente fuera de la regla de las tradicionales y ap�ticas elecciones
intermedias. Como las anteriores de su tipo, �stas tambi�n se caracterizaron por
una gran abstenci�n (m�s del 56%), aunque no como preve�an la mayor�a de las
encuestas que la pronosticaban muy arriba del 60%.
No obstante, la protesta ciudadana reflejada en el excepcional monto del voto
nulo impact� y ha contribuido a cuestionar la legitimidad de estas elecciones.
Si al factor del abstencionismo le sumamos el fen�meno del anulismo que las ha
caracterizado, o sea el alt�simo porcentaje del voto nulo cifrado en m�s del 6%,
resulta que menos de un 35% del padr�n electoral es la base de la escasa
legitimidad que tendr� la pr�xima C�mara de diputados. Del 2 de julio del 2006,
fecha de las elecciones presidenciales, al presente a�o el porcentaje de los
anulistas (calificativo dado a los partidarios del voto nulo ya incorporado al
idioma pol�tico) m�s que se duplic�, pasando del 2.6% al 6.2% y en el Distrito
Federal llegando incluso a cuadriplicarse alcanzando m�s del 10%, es decir un
porcentaje mayor al de la mitad de los partidos contendientes. Cerca de un
mill�n y medio de votos, en su abrumadora mayor�a de protesta, expresaron su
oposici�n a los partidos gobernantes principales y su hartazgo del fraudulento y
car�simo sistema electoral: cerca de mil millones de d�lares se gastaron en las
elecciones del 5 de julio que equivalen a un voto que cuesta tres veces m�s caro
que el voto en Estados Unidos. Este fen�meno del crecimiento de los anulistas es
una de las expresiones m�s claras del l�mite al que ha llegado el sistema. En
los pr�ximos a�os millones de ciudadanos, muchos de ellos trabajadores, ser�n
los cimientos de las nuevas alternativas que hoy est�n ausentes en la crisis
sist�mica que atravesamos.
Otros perdedores y ganadores
Entre estos dos polos caracter�sticos del 5 de julio, el regreso triunfal del
PRI como la fuerza mayoritaria absoluta, junto con su aliado el Partido Verde (PVM),
en la C�mara de diputados (ya lo es en la de senadores), posici�n que hab�a
perdido en 1997, y el crecimiento de una fuerza social, todav�a desorganizada
pero poderosa, que se expres� en el voto nulo, hubieron otros ganadores y
perdedores.
Uno de los principales perdedores de los comicios ha sido el PRD, quien en su
ca�da libre lleg� hasta el 12% del total, despu�s de haber rasgu�ado el 30% en
2006. De este modo el PRD caer� de la segunda fuerza legislativa de la C�mara de
diputados a una lejana tercera fuerza, posici�n que amenaza disputarle el PVM.
Las divisiones del partido son la causa principal de este desastre, el cual se
debe adjudicar principalmente a la corriente mayoritaria representada por Los
chuchos, cuyos objetivos no esconden una posici�n abiertamente conciliadora con
el gobierno de Calder�n. La perdida de dos de los municipios conurbados con la
Ciudad de M�xico, Ecatepec (el m�s grande de la Rep�blica con m�s de tres
millones de habitantes) y Nezahualcoyotl (igualmente muy populoso) dan una idea
del tama�o del desastre perredista.
L�pez Obrador (AMLO) y su movimiento se colocaron en un punto intermedio entre
los ganadores y los perdedores. Enfrentado con la direcci�n del PRD, el l�der
populista concibi� la estrategia de llamar a sus partidarios a votar por el PRD
donde sus candidatos respond�an a su corriente (b�sicamente en el Distrito
Federal) y a sus peque�os partidos aliados el Partido del Trabajo (PT) y el
Partido Convergencia (PC) en varios estados de la Rep�blica. No sin protestas de
sectores de sus seguidores, muchos de los cuales dejaron de serlo, AMLO con esta
l�nea decidi� pulsar sus fuerzas para los pr�ximos a�os decisivos. Este
barroquismo electoral no pod�a dejar de tener un alto precio por mantenerse
unido a la tendencia declinante del propio PRD de la cual el mismo era causa y
efecto.
Por eso en el Distrito Federal, dentro de su descenso generalizado, el PRD salv�
lo sustancial de lo que constituye la joya de su corona: mantuvo su dominio en
doce delegaciones (municipios), perdiendo s�lo dos, la perif�rica Cuajimalpa y
la fundamental Iztapalapa, esta �ltima en uno de los casos peculiaris�mos de la
jornada. El PAN conserv� sus dos bastiones tradicionales en la Benito Ju�rez y
la Miguel Hidalgo (las dos delegaciones predominantemente burguesas y peque�o
burguesas) y conquist� Cuajimalpa. El PRI, batido en toda la l�nea desde 1997,
cuando perdi� la jefatura de gobierno, sigue sin recuperar terreno en la capital
de la Rep�blica. C�mo se expresar� su estrepitoso regreso nacional en esta plaza
clave del mapa pol�tico del pa�s, ser� una de los procesos determinantes del
pr�ximo periodo.
El mayor triunfo de AMLO lo consigui� en Iztapalapa, la delegaci�n masivamente
proletaria del Distrito Federal que, con sus tres millones de habitantes y su
casi medio mill�n de votos, tiene m�s distritos uninominales que varios estados.
Por eso mismo este basti�n perredista constitu�a una pieza fundamental en la
puja interna partidaria entre las dos corrientes. Con una complicada pero astuta
maniobra, AMLO respondi� a sus enemigos en el tribunal electoral (aliados sin
rubor de Calder�n) y a Los chuchos del PRD, quienes lograron que se desconociera
a su candidata Clara Brugada a la jefatura delegacional, cuyo nombre sin embargo
ya estaba en las boletas que no pod�an ser cambiadas a menos de un mes de la
elecci�n. La t�ctica de AMLO ide� una f�rmula cuyo barroquismo parec�a anunciar
un fracaso completo, pero que ante el azoro general result� otra de las
victorias m�s sorprendentes de la jornada. Propuso, ante una asamblea
multitudinaria de sus partidarios, votar por Clara Brugada a trav�s del voto por
el candidato del PT, Rafael Acosta (alias Juanito) y que �ste asumiera el
compromiso de que si resultaba ganador, renunciar�a a favor de ella. De esta
forma un votante partidario de AMLO deber�a entender que en la boleta el nombre
de Clara Brugada con el escudo del PRD, en realidad era la candidatura de la
representante de Los chuchos que se opon�a a su candidata y que para lograr su
triunfo deb�a cruzar el logo del PT. El resultado fue que Juanito result�
triunfador y hoy dice prepararse no para renunciar sino para pedir licencia a
favor de Brugada.
La divisi�n del PRD es un hecho, �Cu�ndo se dar� la escisi�n formal del mismo?
AMLO ha declarado que permanecer� en el partido, dej�ndole a sus antagonistas la
decisi�n de expulsarlo. Al mismo tiempo durante sus giras por todo el pa�s en
estos a�os ha organizado, seg�n declara, m�s de 2 millones de representantes del
"gobierno leg�timo" en m�s de 2000 municipios, con entre 12 y 15 mil comit�s
ciudadanos. (Newsweek en espa�ol, 06.07.09) �Qu� es esto sino los inicios de un
nuevo partido?
Sonora, la excepci�n tr�gica
El 5 de junio, un mes exactamente antes de las elecciones, el incendio de la
guarder�a ABC de Hermosillo, capital de Sonora y la muerte de 48 infantes y
ni�os, cimbr� al estado y conmocion� al pa�s. En un mes la situaci�n pol�tica de
esa entidad cambi� radicalmente. Eduardo Bours, el gobernador priista se
dispon�a a utilizar las elecciones a gobernador estatal, que coincid�an con las
federales, como plebiscito de su mandato y alzarse desde el 5 de julio como uno
de los posibles candidatos presidenciales de su partido, el PRI. La ventaja de
candidato escogido por �l para sucederlo era de 10 puntos con respecto al
candidato panista. En el mes que transcurri� entre la tragedia y las elecciones
esa ventaja se evapor� y result� ganador el candidato del PAN, Guillermo Padr�s.
As� Sonora se convirti� en el �nico estado de los seis que realizaron elecciones
a la gubernatura en que perdi� el candidato del PRI.
Una lecci�n excepcionalmente importante para el futuro. La avalancha priista que
daba por descontado apuntarse la victoria en Sonora, priista desde siempre,
encontr� un dique en las cuatro multitudinarias manifestaciones de repudio sin
precedente que cimbraron a Hermosillo durante ese mes y expandieron el repudio a
todo el pa�s a la pol�tica del IMSS y de todo el sector salud de los gobiernos
federal y estatales de subrogaci�n de guarder�as a empresarios privados. Una
protesta nacional nuevamente se alz� contra la pol�tica de las privatizaciones
de los servicios p�blicos fundamentales de la salud. La altaner�a y el cinismo
desplegados tanto por el gobernador sonorense como por las autoridades federales
(el procurador general, el director del IMSS, entre otros), durante el mes que
precedi� a las elecciones fue un factor decisivo que pes� en el sentir nacional
y que se expres� en el repudi� a Calder�n y su partido y en la derrota m�s
significativa del PRI en la jornada que fue la de Sonora, en donde un voto de
castigo elimin� toda esperanza de Bours de ser el candidato presidencial de su
partido.
El sarcasmo de la historia
Hace nueve a�os los gu�as de la opini�n p�blica progresista, los expertos
polit�logos e incluso muchos que se consideraban gente de izquierda, apostaron
al "voto �til" contra el PRI para realizar la "transici�n democr�tica". El
triunfo de Fox les llen� la boca de elogios y de ilusiones sobre el tr�nsito de
M�xico, hubo incluso quienes hablaron de una "revoluci�n democr�tica". Mas
modestos, la mayor�a se conform� con la llegada, por fin, de una "democracia sin
adjetivos", como lo puso Enrique Krauze en una frase que se hizo famosa. As� el
PAN, la derecha, con su acompa�ante esencial, la extrema derecha, lleg� a Los
Pinos avalada con el manto de una victoria electoral democr�tica apabullante,
que inclu�a el voto de muchos progresistas. Con Calder�n esa extrema derecha se
aposent� en el centro del gobierno y el 5 de julio cosech� lo que hab�a
sembrado. En nueve a�os de panismo m�s que solucionar los grav�smos problemas
del pa�s, se han profundizado y multiplicado. Al desastre del gobierno rapaz y
desvergonzado de Fox se ha a�adido la mano dura y la insensibilidad pol�tica
manifiesta de un presidente recluido en Los Pinos que durante los tres a�os
transcurridos de su gobierno no ha podido realizar un solo mit�n abierto en la
ciudad de M�xico, escenario en esos mismo a�os de varios miles de
manifestaciones y actos p�blicos multitudinarios.
Ante esta situaci�n, los sectores capitalistas dominantes han decidido la vuelta
del PRI. Pero �alguna vez se fue? Por supuesto que no y de hecho, el gobierno
verdadero es el del llamado PRIAN, en donde el PRI siempre tuvo un papel
fundamental y a partir del 5 de julio ser� predominante, con la perspectiva muy
clara de conquistar, ahora si, �"democr�ticamente"! como partido de
oposici�n, la presidencia de la rep�blica en el 2012. Mostr�ndose "renovado"
para el siglo XXI, seg�n presume su presidenta, Beatriz Paredes, en sus cumbres
ya se preparan los posibles candidatos presidenciales dispuestos a relevar a los
torpes panistas, siendo el gobernador mexiquense quien despunta apoyado
multimillonariamente con el presupuesto de la riqu�sima entidad federativa m�s
populosa, el gobernador atlacomulquense del estado de M�xico Enrique Pe�a Nieto.
La incomprensi�n de la verdadera naturaleza del viejo sistema de dominaci�n
pol�tico mexicano, de su resistencia, de sus fuerzas y ra�ces profundas en un
pa�s con un proletariado sin cabeza (seg�n la cl�sica definici�n de Jos�
Revueltas) y de una base clientelar masiva y populista, ha provocado que a la
multitud de autores "transit�logos" se les haya escapado el significado de la
maniobra de la "transici�n pactada" del 2000, en la que la nueva pintura azul
que remplaz� la tricolor en la mansi�n de Los Pinos fue confundida con una real
democratizaci�n de M�xico.
Despu�s del 2000 el charrismo, lejos de debilitarse, tuvo una luna de miel con
Fox y la continu� con Calder�n (�Elba Esther Gordillo!), la corrupci�n de los
panistas ha sido proverbial y en su corta trayectoria ya rivaliz� con la
septuagenaria del PRI, el fraude colosal del 2006 no le pidi� nada al de 1988 y
as� podr�amos seguir.
El viejo sistema de dominaci�n no ha sido desmantelado a pesar de algunas
innovaciones democr�ticas insertadas en el a�ejo tinglado que sigue
respondiendo, en lo esencial, a las necesidades pol�ticas de los capitalistas
nacionales y extranjeros. No hubo en todo el siglo XX una verdadera e hist�rica
vocaci�n democr�tica de la burgues�a en M�xico y no la va adquirir el
capitalismo senil del siglo XXI.
Ahora vemos como, m�s que ir�nica, la historia se ha demostrado francamente
sarc�stica con todos aquellos partidarios del "voto �til" que hace nueve a�os
llamaban a votar por Fox para "sacar al PRI de Los Pinos" y ahora con la versi�n
nov�sima del "voto �til" que es el "voto diferenciado", convocan a votar por el
PRI para echar al PAN y "diferenciar" los votos con otros partidos para
equilibrar la fuerza del primero. Insertos en el c�rculo vicioso de un r�gimen
que se niega a morir. Todos ellos son incapaces de concebir y entender que la
democratizaci�n real, verdadera, popular, hist�rica ya s�lo podr� ser obra de
los trabajadores y de sus aliados, los millones de sectores de oprimidos y
explotados de M�xico.
El �nico camino
Para las fuerzas populares y sus vanguardias de izquierda tanto democr�ticas
como socialistas se abre un nuevo periodo. Ya desde la crisis terminal del PRD
que se produjo con la abierta divisi�n posterior al 2006 era evidente que se
comenzar�a a plantear la cuesti�n de un(os) nuevo(s) instrumento(s)
organizativo(s) y pol�tico(s) de la lucha por la democracia y la emancipaci�n de
los trabajadores y sus aliados. La debacle perredista del 5 de julio es
consecuencia directa de esa ruptura.
La fuerza todav�a importante de la figura y la pelea de AMLO contra lo que el
llama "la mafia" sigue siendo fundamental. Pero a pesar de la terquedad de AMLO,
pr�cticamente se ha cerrado un ciclo, el que comenz� en 1988 bajo la ilusi�n
masiva, que contagi� a la mayor�a de la izquierda socialista de entonces, de que
la direcci�n burguesa de Cuauht�moc C�rdenas conducir�a a la real y verdadera
democratizaci�n de M�xico. El PRD domin� y se chup� a la mayor�a de los medios y
los cuadros de izquierda durante el periodo que est� concluyendo, los cuales por
cierto, en su gran mayor�a se han perdido para la lucha democr�tica y
revolucionaria.
En esos veinte a�os no solamente no se ha derrotado al PRI sino que �ste se
apresta a regresar fortalecido y avalado con un triunfo democr�tico como
"partido de oposici�n" seg�n los criterios de los te�ricos neoliberales de la
"democracia sin adjetivos". Ha fracasado ostensiblemente el reformismo
nacionalista neocardenista del PRD, de Cuauht�moc C�rdenas y de sus seguidores.
Ese reformismo ideol�gico y pol�tico lo reivindica tambi�n AMLO aunque �l lo
expresa de un modo plebeyo y fajador que en ocasiones no impide, sino promueve
la movilizaci�n masiva. Pero el mu�equeo con las despreciadas pero finalmente
respetadas instituciones, la pelea en el cuadro de las leyes burguesas, el
modelo de Ju�rez como s�mbolo patrio, la reverencia a Martin Luther King y a
Salvador Allende como los modelos de la lucha contempor�nea, "la revoluci�n de
las conciencias" m�s que de las estructuras, todo ello hace del movimiento del
"presidente leg�timo" un movimiento populista, no clasista, no de los
trabajadores, de sus familias, de sus aliados.
Su meta es lograr ser presidente de la Rep�blica en el 2012. Es evidente que es
conciente de la situaci�n ca�tica en la que se hunde el pa�s. En esa cat�strofe
inevitable est� su apuesta. Considera que en los pr�ximos tres a�os ser� posible
que los grupos dominantes entiendan que �l es el indicado para gobernar el pa�s.
Uno de sus m�s cercanos colaboradores que pidi� no ser identificado, lo ha dicho
inmejorablemente: "El �nico escenario en que lo dejar�an llegar a la presidencia
es si el pa�s se encontrara en total caos. S�lo un l�der tan fuerte como L�pez
Obrador ha demostrado que ser�a capaz de restaurar el orden en el pa�s" (Citado
en Newsweek en espa�ol, 06.07.09)
Pero el caos del sistema capitalista que se avecina, el cual en parte ya vivimos
cotidianamente, no se resolver� con la mano de un "hombre fuerte". M�s bien esa
soluci�n es la preferida de los capitalistas. La soluci�n de los trabajadores es
colectiva y se forjar� en las luchas pr�ximas: manifestaciones, paros, huelgas,
comit�s de base, consejos y congresos de trabajadores y pueblo oprimido y por
fin con revoluciones socialistas. Esto es lo que nos prepara el futuro de la
crisis por la que atravesamos.
Coaliciones, frentes, movimientos nuevos, in�ditos y ricos en innovaciones ser�n
los instrumentos que har�n posible la soluci�n popular de la crisis.
Por supuesto, falta mucho para avanzar por esa v�a, pero se puede comenzar a
plantear las cuestiones estrat�gicas desde hoy e intentar probar los m�todos de
organizaci�n unitarios en los conflictos cotidianos presentes en los sindicatos,
en las escuelas, en las colonias, en el campo y en todo acto social por modesto
que sea.
AMLO en una entrevista en la mencionada revista Newsweek define el principal
objetivo de su movimiento como de "la transformaci�n del pa�s, hacer historia,
la pol�tica es hacer historia. Lo que queremos es transformar a M�xico. S�lo ha
habido tres transformaciones en nuestra historia. La independencia de 1810, la
Reforma de 1857 y la Revoluci�n de 1910. Queremos la cuarta transformaci�n de la
vida p�blica del pa�s".
Ciertamente su pasado heroico ser� siempre lecci�n vital para los pueblos. Y el
pueblo de M�xico tiene un pasado heroico cuya �pica inspirar� las nuevas gestas.
Pero tambi�n es cierto que cada presente es in�dito, que la historia no se
repite, que a nuevas situaciones corresponden nuevas tareas, que el imperialismo
capitalista hoy plantea problemas jam�s confrontados por la humanidad, que se
necesita hacer un gran esfuerzo para solucionarlos que requiere la colaboraci�n
colectiva de personas, clases, naciones del muerdo entero.
Hoy el pueblo de M�xico est� en una situaci�n similar a la de los pueblos de
Am�rica Latina y sus problemas son los de ellos. La vocaci�n internacionalista
ser� uno de los principales nuevos factores que ser� integrado en la visi�n
transformadora del futuro. El impulso de independencia y rebeld�a popular ser�
en el futuro tan poderoso como lo fueron en las haza�as liberadoras y
emancipadoras del siglo XIX y del siglo XX, pero la soluci�n de los problemas
actuales no ser� una simple repetici�n de las gestas pasadas sino el producto de
la imaginaci�n y la invenci�n de las luchas del pueblo trabajador y oprimido de
M�xico en el siglo XXI.
* Intelectual marxista, militante de la Liga de Unidad Socialista (LUS).